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El coronavirus barrió con el "mundial de los celulares" de Barcelona, creó pérdidas millonarias y dudas sobre su futuro

La epidemia global hizo que grandes jugadores del mercado se negaran a participar. Para los promotores de la industria, puede ser un golpe que perdure
12/02/2020 - 19:33hs
El coronavirus barrió con el "mundial de los celulares" de Barcelona, creó pérdidas millonarias y dudas sobre su futuro

La decisión se precipitó. Debido al coronavirus, por primera vez en la historia el Congreso Mundial de Móviles de Barcelona se canceló. Lo que sigue a partir de ahora es ¿Habrá hacia adelante más MWC en Barcelona? ¿O este fue la estocada final que se le dio a esta cita que reúne a los principales jugadores de la industria en Europa?

La suspensión, tal como lo informó la GSMA, organizadora de este encuentro, se tomó luego de una reunión que mantuvieron los miembros del directorio de esa organización, dedicada a impulsar a la industria, durante la primera hora de la tarde de este miércoles. Ahí se decidió que el MWC seguiría adelante, aunque se esperaría hasta el viernes -la fecha de la reunión previamente establecida- para volver a discutir. Pero las deliberaciones continuaron durante el día. 

Se impuso, finalmente, la voluntad de las compañías que, desde la semana pasada, y de la mano de LG, la primera en bajarse del encuentro, se inició un proceso que, hasta este mismo miércoles, sumaba a 20 empresas menos. Un 10% de las 2.000 que habían confirmado su participación.

Se mantenían firmes Huawei y ZTE, dos de las principales proveedoras de infraestructura de redes de telecomunicaciones. El tema gravitante de las últimas ediciones del MWC de Barcelona tenían que ver con 5G, con la conectividad para todo y sus vinculaciones con la inteligencia artificial, la gestión de los datos, las evoluciones futuras de los modelos productivos, los sistemas económicos y sociales, las políticas regulatorias en torno a esta transformación en marcha.

La GSMA, en cada comunicado que emitió desde la primera baja, no sólo afirmaba que nada pararía al congreso sino que, además, destacaba que Huawei y ZTE seguían reconfirmando su participación. Era una manera de demostrar el compromiso de las compañías chinas con la feria y también con las medidas establecidas para participar. Ningún chino participante tendría menos de 14 días de anticipación de llegada al encuentro, como forma de asegurar la cuarentena.

Huawei tuvo en los últimos años los stands más grandes en el gigantesco predio Fira Gran Vía. Uno en uno de los pabellones de las demostraciones para el sector corporativo. Otro, en el hall donde las compañías muestran los dispositivos para los usuarios finales. Imponentes en tamaño, en diseño. Prácticamente se los podía ver desde cualquier punto de esos mismos pabellones. El sinfín de gente era una constante.

Las bajas de LG y Ericsson al principio, seguidas por la de Nvidia, Amazon, Sony, y luego NTT Docomo, Intel, Facebook, y otras más pueden ser una estocada mortal para el Congreso Mundial de Móviles de Barcelona.

¿Por qué?

Las compañías que desistieron de su asistencia, más allá de que la compra de stands y demás se cerró hace un año, también anunciaron, tal como ocurrió con Ericsson, que las presentaciones que se harían en el predio de L’ Hospitalet de Lobregat se llevarían a aquellas ciudades donde tiene operaciones. 

Esto es, que esas mismas exhibiciones se harían más cerca de los clientes en los distintos países del mundo. 

Esta medida puede ser replicada por cualquier otra compañía. De hecho, es también costumbre entre estas empresas que una vez finalizado Barcelona, se iniciara un calendario de presentaciones en las distintas regiones.

¿Y si esto, a partir de ahora, funciona para estas empresas? ¿Si las empresas advierten que las ventas se producen igual, que nada cambió? ¿Si se dan cuenta que no necesitan más de Barcelona para que sus negocios continúen, seguirán apostando por esta ciudad para hacerse ver?

Hay quienes piensan que muchos participantes comenzarán a dudar sobre la conveniencia de continuar a futuro, que tal vez Barcelona no cueste lo que vale. Que tal vez con el mismo dinero, o con menos, se pueden hacer acciones más directas que resulten más ventajosas. 

Para Barcelona, el Mobile World Congress representa contar con ingresos que coquetean con los 500 millones de euros. ¿Qué ciudad querría resignar ese monto?

En los últimos 15 años, el MWC pasó de generar 100 millones de euros a los casi 500 millones de la actualidad, en sintonía con el explosivo crecimiento de las redes 3G, luego 4G y, ahora, ya cruzando el umbral de las redes 5G.

Este crecimiento era una manera de demostrar, en el plano de geopolítica nacional, el poderío de Barcelona frente a Madrid. De hecho, la capital española pretende desde hace años quedarse con esa feria.

Es una semana donde los 109.000 asistentes que se contabilizaron en la edición de 2019 no sólo se mueven entre los ocho halls que tiene la feria, además de las restantes locaciones entre las que se incluye la del Montjuic, sino que van a bares, restaurantes, clubes de noche, hacen compras, hacen turismo. Este miércoles, los medios on line de España daban cuenta hasta de la preocupación de las "escorts" por la caída en la actividad que representaría para estas personas que hubieran unos 6.000 chinos menos en el encuentro. Muchas ya habían decidido que no prestarían sus servicios a los asiáticos que llegaran hasta la ciudad como forma de prevención.

La cancelación del encuentro supuso la caída de 15.000 contratos temporales que se activan en estos días, tal la cantidad de personas entre operarios y personal que son contratados en estos días para cumplir con las más diversas tareas.

La movida en bares, restaurantes y espacios de recreación, sin dudas, mermará de manera significativa. Las reservas se cancelarán. Los únicos hoteles que podrán pedir algún tipo de indemnización podrían ser aquellos que tenían acuerdo con la GSMA para ofrecer descuentos en estos días. Pero ni siquiera a menos de un día de haberse producido la noticia es posible tener certeza de que la organizadora vaya a compensar estas bajas, según coincidían los medios españoles.

Fuera de este aspecto, que no deja de ser una nota de color aunque también una muestra de lo que se juega en estos días, nadie se atreve a decir con certeza que esto sea una suspensión.

Además de Barcelona, la GSMA organiza junto con su par norteamericana, la CTIA, un congreso similar a mitad de año en los Estados Unidos, al igual que el continente asiático. De hecho, es en Barcelona donde se anuncia la fecha del encuentro de Asia Pacífico. Pero hay cosas que no se pueden dejar de lado. Al encuentro de Asia no van los norteamericanos. Al de Estados Unidos, no van los chinos. De ahí la relevancia de Barcelona: allí iban de todos los continentes. Aquí aparecía el poder de la ciudad catalana en la geopolítica internacional.

Por eso, en estas primeras horas, resulta difícil pensar que esta fecha se pueda reprogramar teniendo en cuenta estos aspectos.

El coronavirus hizo que 20 empresas se bajaran, pero muchas otras dudaban de continuar con su presencia. Si no lo hicieron hasta ahora puede haber sido por cuestiones contractuales. Les convenía que la misma GSMA tomara la decisión de suspender el encuentro antes que tomar la decisión propia porque iban a tener que asumir los costos. Ahora, al ser la organizadora la que tomó la decisión, en un comité de crisis reducido en Londres, donde se encuentra su casa matriz, las cosas podrían ser más fáciles para las empresas.

Los contratos fueron un gran tema de discusión en estos días. Los firmados entre la GSMA, la Fira de Barcelona y los participantes incluían cláusulas de penalizaciones que no cubrían el coronavirus. La cancelación podría derivar en demandas millonarias hacia la organizadora, según El Confidencial, aunque esto también está por verse. 

Lo cierto es que Barcelona se quedó sin su principal feria, sin el encuentro que se considera el más relevante de todos para la industria, no sólo en términos de negocios, como se dijo más arriba, sino también porque las discusiones ministeriales, las que daban los gobiernos respecto de reducción de la brecha digital, equidad y acceso al conocimiento formaban parte de las discusiones más interesantes del MWC.

Barcelona se quedó, en este inicio de 2020, sin su feria. El mundo se quedará, al menos durante un tiempo, con cierta incertidumbre sobre por dónde pasarán las futuras discusiones en materia digital.