Darío Palmero, director del Estudio Palmero de Belizan & Asociados, analiza en la siguiente entrevista de iProfesional los impactos de la pandemia del coronavirus y las medidas de confinamiento social para evitar su propagación, en el mercado de las cobranzas.

-¿Cómo impactó el aislamiento en su empresa? ¿Qué medidas adoptaron?

-Desde el primer momento implementamos el teletrabajo de manera progresiva. Las semanas anteriores a que se decretara el aislamiento social preventivo y obligatorio, fuimos implementándolo en los gestores que pertenecieran a grupos de riesgo y ampliando la plataforma en caso de que toda la planta pase a trabajar haciendo home office y así fue.

Afortunadamente nuestro rubro nos permite seguir operando a la distancia, de forma tal que pudimos adaptar la operación rápidamente. Incrementamos el uso de medios de cobro digitales, así como nuestra plataforma de autogestión previamente desarrollada, pudiendo brindar al cliente en mora, la posibilidad de solucionar su deuda sin salir de su casa.

Todo nuestro equipo se encuentra conectado de manera remota, realizamos reuniones por videollamadas y trasladamos la comunicación cotidiana, que solía darse cara a cara, a grupos de WhatsApp. Las oficinas, hasta la fecha, se encuentran sin ocupación.

-¿Cómo cambió el mercado?

-El mercado de las cobranzas en Argentina estuvo en línea con los cambios que hubo en la macroeconomía Argentina en su conjunto. Es decir, la economía se contrajo, las ventas de la mayoría de los sectores (salvo algunos de los exceptuados del aislamiento como supermercadismo, alimentos, salud, etc.) fue el primer indicador en confirmarlo e inmediatamente después como reacción a ello, la cadena de pagos.

Las extensiones de plazo en los vencimientos dieron cierto alivio en sus compromisos a algunas pymes y consumidores generando un cierto flujo de dinero disponible, que fue nuestra oportunidad detectada para, en conjunto con los acreedores, salir con campañas específicas atendiendo la particular coyuntura.

En este marco, las entidades crediticias y empresas comenzaron a acompañar flexibilizando las pautas de cobranza, con quitas excepcionales para cancelación en un pago contado (que en otro momento eran impensadas) hasta con bajas de tasas de interés en refinanciaciones, dado que en sus proyecciones estimaban una caída en el recupero del orden del 50%.

En la misma línea, el gobierno adoptó medidas acordes con la dinámica de la pandemia para atenuar su impacto sobre la población en su conjunto. Asimismo, el consumo se vio reducido no solo para el comerciante sino para el ciudadano común, quien no percibe gastos extras que fuera de estas circunstancias lo afectarían, debido al aislamiento social.

La perspectiva para esta segunda mitad del 2020 se enmarcó en las medidas de excepción que adoptó el Banco Central para aliviar la situación de los deudores bancarios en el corto plazo, para quienes no pueden saldar sus tarjetas de crédito o entran en mora con las prepagas de salud, por la paralización de la actividad económica (siempre hablando de entidades privadas, ya que las estatales cesaron la gestión de deudas incluso las generadas pre COVID-19).

-¿Qué consecuencias en el corto y en el mediano plazo generará la pandemia?

-Teniendo en cuenta el impacto producto de la pandemia, en primer lugar, se perciben actualmente, pérdidas producto del plazo de adaptación en la implementación del teletrabajo.

Por otro lado, la postergación de los vencimientos decretado por el BCRA afectó significativamente el mercado en tanto no estamos percibiendo nuevas asignaciones de cartera por parte de nuestros clientes.

No obstante, esperamos grandes cantidades de cartera en cuanto finalice el plazo de los vencimientos postergados. Sabemos que no será fácil dadas las consecuencias económicas en el común de la sociedad que el contexto dejará, pero contamos con las herramientas necesarias para negociar de la mejor manera.

-¿Cómo evalúa la respuesta gubernamental en sus diferentes niveles?

-Deberíamos definir el momento en el que se realiza la evaluación: situándonos en estos 60 días (Nota de R.: las respuestas fueron realizadas el 22 de mayo), las disposiciones implementadas parecerían acertadas teniendo en cuenta las variables que se manejan para evaluar la respuesta gubernamental. En el largo plazo, se podrían confirmar que no fueron las más apropiadas. Pero claro, las decisiones hay que tomarlas hoy con la información disponible al momento.

En nuestra particular evaluación, sin la completa información, nos parecería que las medidas adoptadas fueron por demás precautorias y que, debido al impacto provocado en la economía, su recuperación será mucho más lenta. Es decir, cuanto más se extienda el aislamiento, más le tomará a la economía recuperarse.

Y por supuesto, sin esa recuperación, el sector no puede recomponerse. El aislamiento está expandiendo las carteras en mora, efecto que genera oportunidades para el rubro pero que no necesariamente significa un incremento en las ventas de los proveedores de servicios del mismo, ya que requieren, de alguna forma, del acompañamiento de la economía para que los deudores puedan pagar.

-¿Qué medidas gubernamentales considera que hacen falta en el corto y en el mediano plazo?

-Es difícil decirlo dado que no existen antecedentes de esta pandemia, ni a nivel nacional ni internacional. Particularmente creemos que son necesarias todas aquellas medidas que permitan reanimar la actividad económica, manteniendo en cierto grado de control, la tasa de contagios e infectados por la COVID-19.

Entendemos se están evaluando algunas, como el certificado de inmunidad para permitir circular y no inmovilizar a quienes no es necesario que estén aislados, y testeos masivos a fin de confinar a quienes deban permanecer en cuarentena. Estimamos se pueda evaluar y ajustar ese mecanismo para tratar de volver a la normalidad de la actividad y recuperar finalmente la economía.

Darío Palmero advirtió sobre los efectos negativos de la pandemia en la economía.

Perfiles

El Estudio Palmero de Belizán & Asociados brinda servicios de gestión de cobranzas y recupero de carteras en mora. Con más de 20 años en el mercado, tiene más de 50 clientes. Se especializa en la gestión de cobranza de saldos de deuda elevada para bancos, empresas y pymes. Además, comprende un servicio "fintech".

Dario Palmero, director del Estudio Palmero de Belizán & Asociados, es ingeniero en sistemas de información de la Universidad Tecnológica Nacional. Cuenta con una Maestría en Dirección de Empresas del Centro de Estudios Macroeconómicos de Argentina (CEMA).