La automatización y la inteligencia artificial (IA) revolucionan la forma en que las empresas operan y toman decisiones. Ambas se transformaron en herramientas cruciales para el éxito de cualquier organización moderna y, si bien hoy no todas las empresas las utilizan, vamos camino a eso.

Por un lado, podemos pensar en la automatización como el uso de algún tipo de tecnología para mejorar la eficiencia. Con esta herramienta se ahorran horas de trabajo humano de tareas aburridas y repetitivas, y se permite que, en ese tiempo, las personas puedan enfocarse en tareas creativas y desafiantes.

A la luz de estas innovaciones, una pregunta para hacernos es la siguiente: ¿qué provecho le podemos sacar a estos instrumentos? La respuesta varía, pero todos los caminos llevan a Roma: los datos.

La tecnología OCR como vehículo para la automatización

Cuando se habla de automatizar, no siempre es sencillo bajarlo a tierra y ponerlo en ejemplos. Aunque con la tecnología OCR (sigla en inglés por Optical Character Recognition) es un poco más claro.

Es un sistema de procesamiento que permite la digitalización de textos a partir de una imagen. Gracias a esta tecnología, es posible convertir documentos físicos en formatos digitales, lo que facilita su almacenamiento, búsqueda y compartición.

Mediante esta tecnología, se detectan patrones en las imágenes que le demos, que terminan transformando, en cuestión de segundos, a la información en datos valiosos.

La inteligencia artificial es un abanico de tecnologías y herramientas para utilizar y descubrir.

Llevándolo a la práctica, esta tecnología es especialmente útil para empresas y organizaciones que necesitan procesar grandes cantidades de información en papel.

Por ejemplo, si un estudio jurídico tiene pilas y pilas de cajas con archivo importante que, casi siempre es difícil de encontrar, cuando comienza a utilizar tecnología OCR puede disponer de todo ordenado, clasificado y digitalizado de manera tal que sus datos cobren aún más valor y funcionalidad que antes.

Si la información que día a día genera la actividad de cualquier empresa, sea un estudio jurídico o un consultorio médico, se extrae y se gestiona de forma correcta, se transforma en poder y activos de la organización.

Pero no solo se trata de su extracción y almacenamiento. Gestionar esos archivos de la forma más adecuada posible, pudiendo extraer la información que necesitamos con seguridad y sencillez, es un desafío que puede llevar mucho tiempo y margen de error en las personas, cosa que, en la inteligencia artificial, lleva segundos.

Si bien OCR es una tecnología dentro de la IA, es algo particular. La extracción de texto de una imagen puede ayudar a procesos cotidianos como sacar un turno médico.

Al leer, por ejemplo, una tarjeta identificativa (DNI, carné de prepaga, carné de seguro) y poder extraer la información relevante, OCR nos puede ayudar a automatizar el proceso de dar de alta un turno.

Natalia Regalado

Este tipo de tecnología con IA permite a las personas y/o a las empresas que la utilicen hacer una búsqueda avanzada que manualmente llevaría mucho tiempo. En definitiva, la inteligencia artificial transformó a la automatización en una herramienta aún más poderosa.

Las organizaciones que la utilicen pueden liberar a sus empleados de tareas sin valor creativo, además de poder sacarle más valor a datos recopilados por la empresa y tal vez, generar nuevos datos.

Se podría definir, entonces, a la inteligencia artificial como un abanico de tecnologías y herramientas para utilizar y descubrir. Estos procesos son, en definitiva, la inteligencia artificial y la automatización llevándonos hacia la transformación digital en su máxima expresión.

(*) Líder de ciencia de datos de Nubiral.