En la actualidad, mientras saboreamos nuestro pan de trigo o disfrutamos de un tazón de avena en el desayuno, es fácil pasar por alto la variedad limitada de ingredientes que dominan nuestras dietas diarias.

El trigo, el maíz, la soja, el arroz y las papas, entre otros pocos, se han convertido en los pilares de la producción alimentaria global. A pesar de su omnipresencia, es crucial reconocer que estamos desaprovechando una vasta reserva de ingredientes poco conocidos y subutilizados, con una capacidad nutricional mucho mayor que podría transformar nuestro enfoque hacia la alimentación y la nutrición. Aquí es donde la inteligencia artificial (IA) entra en juego.

Nuestra dependencia en unos pocos cultivos principales ha resultado en una homogeneización de la oferta alimentaria, lo que a su vez conlleva preocupaciones sobre la sostenibilidad, la seguridad alimentaria y la diversidad nutricional.

A pesar de la existencia de millones de ingredientes en el reino de la biodiversidad, sólo un puñado ha ganado la atención y la inversión necesaria para su producción a gran escala. Esta tendencia tiene profundas implicaciones para nuestra salud y el medio ambiente.

Al centrarnos en un puñado de ingredientes, corremos el riesgo de pasar por alto una amplia gama de nutrientes esenciales y compuestos bioactivos que podrían tener beneficios para la salud.

Además, la agricultura intensiva de monocultivos puede agotar los suelos y aumentar la vulnerabilidad a las plagas y enfermedades, lo que a su vez requiere el uso excesivo de pesticidas y fertilizantes químicos.

Algoritmos en la cocina

Es en este contexto que la inteligencia artificial ofrece una solución prometedora. Tiene la capacidad de analizar vastas cantidades de datos, identificar patrones y prever resultados. Aunque no puede reemplazar por completo los sentidos humanos en la evaluación de la textura, el sabor y el aroma, puede actuar como un poderoso motor de búsqueda para identificar ingredientes alternativos con perfiles nutricionales similares a los ingredientes convencionales.

Los algoritmos de IA pueden analizar la composición nutricional de ingredientes poco conocidos y compararlos con ingredientes comunes, permitiendo a los científicos y los creadores de alimentos tomar decisiones informadas sobre cómo incorporar estos nuevos ingredientes en la cadena alimentaria. Además, puede acelerar la investigación y el desarrollo al identificar combinaciones de ingredientes que podrían resultar en productos innovadores y saludables.

Uno de los beneficios más intrigantes de esta exploración con inteligencia artificial es la capacidad de superar nuestros sesgos en la combinación de alimentos. En ocasiones, nuestras preferencias y tradiciones alimentarias pueden limitar nuestra creatividad en la cocina y en la industria alimentaria.

La IA puede ayudarnos a descubrir nuevas mezclas de ingredientes que antes no hubiéramos considerado debido a nuestra falta de imaginación o apegos a lo convencional. Un ejemplo notable de esto es la leche creada por NotCo, que ha ganado popularidad como alternativa a la leche de vaca.

Al explorar los ingredientes utilizados en este tipo de leche, nos encontramos con una sorprendente combinación de ingredientes como lo son el aceite de coco, proteína de arveja, jugo de piña y jugo de repollo, entre otros. Esta mezcla poco convencional resulta en una bebida que no solo simula el sabor de la leche de vaca, sino que también es nutritiva y sabrosa.

De igual forma, gigantes corporativos como IBM se han adentrado en un mercado revolucionario a través de la introducción de Chef Watson en 2019. Este innovador sistema emplea algoritmos de inteligencia artificial para concebir recetas verdaderamente vanguardistas y singulares.

Margarita Fakih

Inteligencia artificial para una cocina más diversa

Mediante un exhaustivo análisis de miles de ingredientes y sus perfiles de sabor, Chef Watson es capaz de identificar combinaciones sorprendentes que trascienden con frecuencia las convenciones culinarias tradicionales. Como resultado, ha dado origen a creaciones culinarias tan atrevidas como salsas de curry con toques de chocolate o estofados de frutas tropicales fusionados con queso azul.

El reconocimiento de la necesidad de diversificar nuestra oferta alimentaria, a medida que enfrentamos desafíos globales como el cambio climático y la creciente población mundial, es fundamental para explorar y utilizar los ingredientes que la naturaleza tiene para ofrecer en su máxima amplitud.

La inteligencia artificial no solo ofrece una herramienta para identificar alternativas nutricionales, sino que también puede inspirar la creación de alimentos más sostenibles y saludables.

Al combinar la potencia de la tecnología con el juicio humano, podemos superar las limitaciones y desarrollar alimentos que no solo nutran nuestro cuerpo, sino que también satisfagan nuestros sentidos y respeten el planeta que compartimos. Estamos en el umbral de una era emocionante donde la creatividad y la ciencia se fusionan para llevarnos hacia un futuro culinario más diverso y enriquecedor.

(*) Manager de producto con experiencia en el desarrollo y lanzamiento de nuevos productos digitales usando planeación estratégica, "design thinking", y metodologías ágiles.