Así está impactando el avance de la Inteligencia Artificial y la tecnología en la salud
En la pospandemia, quedó más que en evidencia cómo la tecnología y la Inteligencia Artificial resultaron herramientas clave para la salud, desde la telemedicina, el diagnóstico temprano y la mejora en los tratamientos. ¿Pero todo es bueno y a favor? Si bien los avances tecnológicos ofrecen un sinfín de posibilidades, la Organización Mundial de la Salud (OMS), advierte también presentan desafíos y riesgos que no se pueden ignorar.
La respuesta general a esta pregunta es que sí. La incorporación de tecnología en el sector de la salud experimentó un enorme crecimiento desde antes del 2020.
La farmacología avanza, también la robótica, la realidad aumentada y la telemedicina, que descubrió la pandemia y que tanto ayudó en distintas situaciones. Y claro, la incorporación de Inteligencia Artificial.
Esos meses de aislamiento - no solo en Argentina, sino en todo el mundo - contribuyeron a afianzar el uso de la tecnología por parte de los profesionales de la salud, pero también en volverlo algo cotidiano y muy a favor hasta para los pacientes.
¿Qué necesidad de hacer terapia gastando tiempo, dinero y energía en los viajes a los consultorios si se puede hacer en el living de casa? ¿Para qué ver al clínico o al cardiólogo antes de hacer un chequeo preciso y pormenorizado en un centro de diagnóstico? En esto la telemedicina fue un sí absoluto en la pospandemia.
"Pero hoy también existen enormes avances tecnológicos que nos permiten mejorar los diagnósticos y los niveles de atención a los pacientes, y que optimizan la labor de los médicos, haciendo que su tiempo de trabajo tenga que ver con lo que mejor saben hacer, siendo toda esta tecnología de equipamientos para la salud, una herramienta que no pueden dejar que ver como algo muy a favor", explica Tomás Piqueras, CEO de Centro de Servicios Hospitalarios, que ya se encuentra cerrando el proceso de una herramienta importante de diagnóstico con Inteligencia Artificial.
"Es que el desarrollo de nuevas técnicas y procesos también mejora la detección de las enfermedades conocidas, así como de las desconocidas que surgen alrededor del mundo. Existen cientos de procedimientos, en cada uno de los cuales se utilizan equipos diseñados y perfeccionados en el tiempo para obtener diagnósticos más precisos. Y la velocidad para tenerlos en la mano de un médico puede hacer una gran diferencia", agrega Piqueras a iProfesional.
La revolución tecnológica en el sector salud
Uno de los cambios más significativos fue la irrupción de la telemedicina. Consultas virtuales, monitoreo remoto de pacientes y seguimiento de tratamientos son solo algunos ejemplos de cómo la tecnología acortó las distancias y facilitó el acceso a la atención médica, especialmente en zonas rurales o para personas con movilidad reducida.
También que los sistemas de información médica y los registros electrónicos de salud llegaron para facilitar la recopilación, almacenamiento e intercambio de información de pacientes de manera eficiente y organizada.
Por dar un ejemplo, la Fundación Favaloro, con sede en Buenos Aires, digitalizó las historias clínicas de sus pacientes, permitiendo un seguimiento más eficiente y una atención personalizada a distancia.
Con una buena gestión de esa información, se mejoran los resultados, el diagnóstico y se reducen los costos para las empresas de salud y, por consiguiente, para los pacientes.
También los avances tecnológicos impactaron en la posibilidad de un diagnóstico temprano y tratamiento. "Las imágenes de alta resolución, los ecógrafos de última tecnología, que se usan cada vez más y también dependen de tener un buen médico que los sepa usar y sacar su mejor provecho, permiten una detección temprana y precisa de condiciones médicas como los cánceres femeninos", cuenta Piqueras.
Las pruebas de laboratorio automatizadas también aceleraron y mejoraron los procesos de diagnóstico, mientras que la cirugía robótica permitió realizar procedimientos complejos, más precisos y menos invasivos.
La Inteligencia Artificial en salud y sus peros
La inteligencia artificial puede aportar sin dudas un valor agregado al sistema de salud, analizando grandes volúmenes de datos para tener diagnósticos más precisos, detectar enfermedades en forma temprana, tomar mejores decisiones y optimizando los recursos.
"La realidad hoy es que la IA podría permitir que los pacientes tuvieran un mayor control de su propia atención de salud y comprendieran mejor la evolución de sus necesidades. Teniendo mayor velocidad y precisión de los diagnósticos y la detección de enfermedades. También, facilitar la atención clínica; reforzar la investigación en el ámbito de la salud y el desarrollo de medicamentos, y apoyar diversas intervenciones de salud pública, como la vigilancia de la morbilidad, la respuesta a los brotes y la gestión de los sistemas de salud", explica Alfredo Ludueña Martínez, Ingeniero Biomédico de CSH.
Sin embargo, la OMS advierte que si bine la IA ofrece grandes expectativas, también puede utilizarse indebidamente y causar daño.
La privacidad de los datos, la seguridad de la información, los sesgos codificados en los algoritmos, la pérdida de puestos de trabajo y la brecha tecnológica, son algunos de los aspectos que, según la organización, requieren atención urgente.
"Así, por ejemplo - dicen desde la OMS - si bien la inversión de los sectores público y privado en el desarrollo y despliegue de la IA es fundamental, el uso no regulado de la IA podría subordinar los derechos e intereses de los pacientes y las comunidades a los poderosos intereses comerciales de las empresas tecnológicas o a los intereses de los gobiernos en materia de vigilancia y control social".
Con el fin de limitar los riesgos y potenciar las oportunidades que conlleva la utilización de la IA en el ámbito de la salud, la OMS propone seis principios:
Si bien la tecnología y la Inteligencia artificial revolucionan la salud, su uso responsable es crucial. La telemedicina, la gestión de datos y el diagnóstico temprano son avances innegables