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Los nuevos vinos de alta gama, cada vez más elegantes y bebibles y menos potentes

El enólogo Santiago Mayorga, de Cadus Wines, presentó nuevas etiquetas que reafirman que los grandes vinos no necesariamente deben ser de alto impacto
19/09/2018 - 10:52hs
Los nuevos vinos de alta gama, cada vez más elegantes y bebibles y menos potentes

El enólogo Santiago Mayorga, de la bodega Cadus Wines, dibuja el movimiento de un péndulo con el dedo y señala que, en la vitivinicultura, es normal que algunas bodegas vayan de un extremo a otro.

Y así como hasta hace unos años mandaba la madurez, la sobreextracción y la madera en primerísimo plano, ahora muchas apuestan por ir en la dirección absolutamente contraria, alumbrando vinos extremadamente mordientes y filosos. A veces, por demás.

En ese contexto, Mayorga es de los enólogos que prefiere la sutileza. Entiende además que hacer vinos elegantes y perdurables implica no ir detrás de la moda.

"Buscamos que cada ejemplar sea diferente, pero no queremos seguir la tendencia fashionista de hacer vinos de un terroir determinado solo por el hecho de tenerlo y mostrarlo. Hacemos vinos que consideramos que son genuinos", apuntó durante la presentación en Buenos Aires de la nueva línea de vinos de Cadus Wines: Signature Series.

El enólogo fue más allá al asegurar que "venimos de una alta gama que era entendida de una manera diferente: tenía que tener más para gustar. Pero yo creo que tenemos que ir hacia otro concepto: hacia la elegancia. Como enólogo busco que los vinos tengan capas y capas de aromas pero, por sobre todo, que sean bebibles".

"No quiero que los vinos cansen. Quiero que todos tengan un equilibrio, tanto de acidez como de madurez, y que haya una interacción con la madera, porque la madera bien usada no es mala palabra", agregó Mayorga.

Cabe destacar que la bodega se convirtió en un proyecto independiente en 2015, cuando surgió con el objetivo de mostrar las particularidades de los grandes terroirs de Mendoza.

En este sentido, el enólogo volvió a insistir con que la meta no es hacer para figurar, sino que el propósito detrás de todo esto es la autenticidad: "Buenos vinos hay miles. Pero vinos que te enamoren y te transmitan cosas, no hay tantos".

"No podemos asociar más la alta gama sólo a la concentración", plantea Santiago Mayorga. 

A continuación, iProfesional te recomienda cinco etiquetas que resumen ese espíritu de alta gama entendido como vinos elegantes y, en muchos casos, con un concepto de austeridad bien entendida.

Cadus Signature Series Criolla 2017 ($590)

 

¿Qué propone?: un vino que ofrece una nariz cargada de frutas rojas, tipo cerezas y frutillas, con una capa muy sutil de especias, sin dejar de ser directo y minimalista. Al paladar entra súper fluido, con una acidez que se percibe natural, no fingida, que le va marcando el pulso, sin perder nunca su trazo amable.

"Cuando nos propusimos hacer una criolla, encontramos un viñedo en parral de fines de los '50 con mezcla de criolla grande y chica que tenía muy poco rendimiento y buena sanidad. Tras la fermentación, lo pusimos en huevos de concreto logró una expresión y una redondez que realmente nos sorprendió y es lo que embotellamos", apuntó Mayorga.

"Tal vez algunos se pregunten por qué un vino tan liviano en Cadus. Ante eso, yo respondo que no podemos asociar más la alta gama sólo a la concentración. Aquí buscamos frescura y que sea fácil de beber", recalcó.

Cadus Signature Series Petit Verdot 2015 ($680)

 

¿Qué propone?: su color es profundo y sus aromas remiten a la fruta negra confitada, que se superponen a los toques mentolados y a unas especias que le dan un giro exótico. Algunos tostados y un dejo a tabaco recuerdan que tuvo un paso por madera. En boca exhibe unos taninos granulosos que le imprimen una textura realmente soberbia, con un medio de boca donde manda esa fruta negra percibida al comienzo, sumando unos ricos toques balsámicos. La acidez persistente y cierta "verticalidad", lo hacen bebible de punta a punta. Un vino 100% táctil.

Sobre este vino, Mayorga apuntó que "la Petit Verdot es una uva que funciona muy bien en cortes y que, si no se la trabaja bien, entrega vinos muy estructurados y tánicos. Pero cuando elaboramos estas uvas que provienen de Los Chacayes y vimos la pureza y complejidad, automáticamente dijimos: hay que embotellarlo".

Cadus Tupungato Appellation Cabernet Sauvignon 2016 ($590)

 

¿Qué propone?: Despierta los sentidos, con mucha fruta roja y negra, dejos a pimentón ahumado y una madera que entrega especias dulces y que es un poco más evidente que en el resto de la línea Appellation, sin ser demasiado clásico. En boca se muestra concentrado, de paladar pleno y taninos bien firmes. Pero no es un vino gordo ni muy sucroso: se perfila bien, avanza preciso, bien lineal, para cerrar con un final súper persistente.

Mayorga destacó que "la mayoría de los Cabernet Sauvignon que veníamos probando estaban sobremaduros. Y allí es cuando sus taninos se vuelven secantes. Este vino, en cambio, es un Cabernet que mantiene la frescura, con mucha fruta y pimentón pero no verde".

Cadus Los Chacayes Appellation Malbec 2016 ($590)

 

¿Qué propone?: este ejemplar entrega notas intensas de fruta roja, con toques de hierbas y una madera perfectamente integrada. Al paladar presenta un paso no tan apretado como el de su primo de Tupungato. Incluso, muestra un perfil un poco más suelto, pero manteniendo la estructura. Será perfecto para quienes gustan de los Malbec secos, fluidos y elegantes. Los taninos dejan una agradable textura en boca.

Cadus Single Vineyard Finca Las Torcazas Malbec 2015 ($1.485)

 

¿Qué propone?: este Malbec proviene de Agrelo, en Luján de Cuyo. Su paleta aromática ofrece fruta roja y negra intensa, con trazos florales. Es un vino que se anticipa crujiente, con capas sutiles y una madera absolutamente integrada. En boca la fruta se percibe en alta definición, con una acidez suave y muy integrada. Sus taninos son sedosos y delicados. Un vino con una frescura amable y un paso más seco que lo aleja de los clásicos ejemplares sucrosos que suelen encontrarse en esa zona. 

"Estamos hablando mucho de Valle de Uco, ¿pero qué pasa con Luján de Cuyo?", planteó Mayorga. "Cosechando temprano y trabajando bien el viñedo para que las uvas lleguen a una madurez saludable, en Agrelo podemos obtener vinos con frutas más negras y una acidez no tan común en esa zona", concluyó Mayorga.