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Día de la madre: cinco vinos tintos exóticos para sorprenderla

Si estás pensando en regalarle en su fecha algo original, entonces chequeá esta guía de vinos recomendados, con precios a partir de los $300
18/10/2018 - 15:10hs
Día de la madre: cinco vinos tintos exóticos para sorprenderla

En momentos previos al Día de la Madre, es común ver en las guías de compras, además de perfumes, libros o indumentaria, un amplio abanico de vinos rosados, blancos o espumantes.

Sin embargo, para no caer en lugares comunes, en esta fecha no solo recomendamos cinco vinos tintos sino que también son etiquetas diferentes, ideales para sorprender.

A continuación, una guía con cinco ejemplares que se adaptan a diferentes estilos y para un amplio abanico de presupuestos. 

Tucumen Reserva Zinfandel 2016 – Bodega Budeguer – Precio sugerido: $320

 

Este establecimiento emplazado en Luján de Cuyo, Mendoza, recientemente adquirió una bodega en la zona de Paso Robles, en California. Y, como parte de su estrategia de negocios, comenzó a traer a la Argentina algunos de los vinos que allí elabora. Uno de ellos está producido a partir de la uva insignia de esa región, como es la Zinfandel. En nariz entrega una paleta muy definida, con aromas a frutas rojas maduras y negras, sumado a un toque especiado y notas propias de su paso por barricas. Es decir, un estilo bien clásico. En boca exhibe cuerpo medio, de largo recorrido que llena el paladar. Presenta un pulso ligeramente sucroso. Acusa 16,5 grados de alcohol y esto se transmite con un final intenso y de mucho carácter hacia el final.

Vallisto Extremo Barbera 2017 – Bodega Vallisto – Precio sugerido: $414

 

Un vino para salir realmente de lo común y que fue concebido por la dupla "Pancho" Lavaque y Marcelo Pelleriti. Es sutil y muestra un costado más "minimalista" de Cafayate, que ofrece una nariz sencilla, con fruta roja fresca y un colchón especiado. Su faceta más interesante la muestra en boca, donde exhibe un paso largo, con taninos bien pulidos y maduros, pulso seco y una rica acidez. No es un vino de gran profundidad ni excesiva complejidad. Tampoco muy estructurado. Es un vino bebible que permite salir de los lugares comunes y explorar qué hay de nuevo en el Norte. Su precio competitivo, un plus.

Miras Joven Trousseau Nouveau 2017 – Bodega Miras – Precio sugerido: $425

 

Desde el vamos, este ejemplar elaborado en la Patagonia por Marcelo Miras se luce con su color algo diáfano, que anticipa un poco su espíritu fresco y bebible. Sus toques herbáceos, pero más que nada sus notas de frutas rojas y terrosas lo acercan un poco al espíritu del Pinot Noir. En boca exhibe cuerpo medio, con taninos firmes pero también amables. Esto, junto a una acidez que está en su punto justo y no exagera, lo convierte en un ejemplar para beber y beber.

Proyecto Las Compuertas Cordisco 2018 – Bodega Familia Durigutti – Precio sugerido: $450

 

Los hermanos Héctor y Pablo Durigutti poseen menos de una hectárea de esta variedad originaria de la zona italiana de Abruzzo y que nació como resultado de un proceso de experimentación. Ellos ya habían trabajado con esta cepa en otras bodegas y solían incluirla en cortes por su buena acidez y su fruta marcada. Antes de plantar esta variedad en la finca, realizaron un estudio de suelos para ver cuál era el mejor perfil. Y eligieron la parte más pedregosa de Las Compuertas. Allí, trabajaron de forma orgánica, sin agregado de nutrientes. El vino se elaboró en concreto, donde permaneció cerca de nueve meses antes de ir a botella. Esta etiqueta va por su segunda añada y el resultado es un ejemplar con una nariz súper expresiva, con una fruta roja en alta definición, complementada por notas que recuerdan a las hierbas frescas. Al paladar ofrece taninos de cierta rugosidad que imponen algo de presencia. Pero tiene un pulso ligero que lo hace bien bebible. Es seco y tiene una acidez equilibrada. La fruta roja percibida al comienzo, deja una marca casi indeleble.

Cadus Signature Series Criolla 2017 – Bodega Cadus Wines – Precio sugerido: $590

 

Cuando el enólogo Santiago Mayorga se propuso elaborar una criolla, encontraron un viñedo en parral de fines de los '50 con mezcla de criolla grande y chica que tenía muy poco rendimiento y buena sanidad. Tras la fermentación, lo pusieron en huevos de concreto, logrando así un ejemplar con buena una expresión y una redondez sorprendente. El resultado gustó y pasó a formar parte de los nuevos lanzamientos de la bodega. ¿Qué propone? Para empezar, es un vino que se luce con una nariz cargada de frutas rojas, tipo cerezas y frutillas, con una capa muy sutil de especias, sin dejar de ser directo y minimalista. Al paladar entra súper fluido, con una acidez que se percibe natural, no fingida, que le va marcando el pulso, sin perder nunca su trazo amable.