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"Tenemos que seguir promoviendo el Malbec argentino pero con acento en la regionalización"

Mario Giordano, gerente de Wines of Argentina, señaló que si bien mejoró la competitividad, la estrategia no debe estar atada al tipo de cambio
12/10/2018 - 19:09hs
"Tenemos que seguir promoviendo el Malbec argentino pero con acento en la regionalización"

En el negocio de exportación de vinos operan unas 424 bodegas en la Argentina, las cuales colocan su producción en más de 128 países, constituyéndose así en el producto con valor agregado de origen nacional con mayor presencia en mercados internacionales.

Sin embargo, la pérdida de competitividad y las restricciones cambiarias que tuvieron lugar durante el último período del anterior gobierno frenaron la expansión. Así, desde hace cuatro años, el share de las exportaciones argentinas se mantiene en el orden del 2,8% sobre el total mundial.

-Tras la última devaluación, ¿en qué nivel mejoró la competitividad cambiaria de esta industria?

-El nuevo dólar está promoviendo una mayor venta externa de vino argentino, con un crecimiento del 6,4%, según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura. Esto implica que mejoró la competitividad de las bodegas exportadoras a nivel mundial. Nuestra industria de por sí es muy eficiente y la nueva situación del tipo de cambio ayudará a mejorar la competitividad pero sólo si se mantiene en el tiempo. Sin embargo, esto no será suficiente para impulsar el negocio a largo plazo; la cuestión radica en seguir creciendo a partir del potencial de nuestros vinos, anclados en el varietal insignia: el Malbec.

-¿Qué otras variables preocupa a la industria vitivinícola a la hora de pelear por un lugar en los mercados internos?

-La exportación mundial de vinos se ha vuelto más competitiva como consecuencia de una menor tasa de expansión y un menor crecimiento económico mundial. Esto convirtió al negocio exportador en uno más exigente que, en el futuro, deberá ser compensado con mayor productividad y capacidad exportadora. Por eso, si bien nuestras expectativas son favorables y la industria es sumamente eficiente, hay que seguir trabajando en los costos logísticos y del crédito, las cargas impositivas y los Tratados de Libre Comercio para afianzar el posicionamiento del vino argentino a largo plazo.

Por eso, es cierto que la devaluación y el acomodamiento del precio del vino a granel, commodity sumamente atado a los valores internacionales, lograron balancear la ecuación del sector y le dieron cierto oxígeno, brindando un panorama favorable para motorizarlo y salir a competir. Pero como dije anteriormente, nuestra mirada como institución es a largo plazo y nuestra estrategia no está sujeta al tipo de cambio.

-¿Cómo prevén que cerrarán este año las exportaciones de vinos a partir del nuevo escenario?

-No somos partidarios de hacer futurología, pero en términos generales podemos adelantar que este año se advirtió una expansión en la proporción de vinos fraccionados que viene subiendo gradualmente desde el 2011 y que en 2016 recuperó la cifra máxima que tuvo en 2010, la mejor posición alcanzada por los vinos argentinos.

-¿Qué perspectivas tienen para el año próximo en el plano exportador y cuáles serán los mercados más dinámicos para los vinos argentinos?

-Tanto Estados Unidos como China continuarán impulsando el mercado de vinos a nivel global. Este último, es el sexto país de destino de las exportaciones argentinas de vinos fraccionados, con una tasa de expansión de casi 28% anual, algo por debajo de la tasa de expansión de sus importaciones, que fue superior al 31%.

Otros mercados con igual dinamismo y en los que estamos trabajando nuestra inserción son Canadá, Brasil y Reino Unido, que es el segundo destino de exportación más importante, con más del 12% del total en términos de divisas y un 16% en volúmenes.

-¿Cómo avanza el acuerdo con Alibabá para promocionar vinos en el mercado chino? ¿Cuántas bodegas participaron hasta ahora y cuántas botellas se han comercializado? ¿Qué perspectivas hay?

-Después de casi un año de tratar con los operadores de la plataforma de Alibaba, consideramos que desde Argentina hemos logrado adquirir una idea clara y precisa de qué es, cómo funciona y qué significa para el país tener un Pabellón Nacional. No hay que confundirse con los números de otros productos que se comercializan, como por ejemplo los alimentos frescos y otros productos de alta rotación, que en pocas horas confluyen en cifras astronómicas.

El vino en la plataforma online debe ser muy competitivo y obtener aspectos promocionales que se sumen a los días especiales como el Single’s Day, el año nuevo chino. Lo más importante que se debe entender es que no debe colisionar la venta e-commerce con las ventas tradicionales a través de los importadores, pues son canales diferentes y para que sean efectivas ambas posibilidades comerciales, no deben cruzarse sino convivir de manera complementaria.

-Un reciente informe de Silicon Valley Bank presentado en Buenos Aires mostraba una pérdida de terreno del Malbec en Estados Unidos, un poco por cuestión de precios. ¿Qué visión tienen y qué perspectivas hay para esta cepa?

-Hay un punto clave: el Malbec siempre será una oportunidad donde tendremos terreno para seguir creciendo, por el gran potencial que ofrece y por el trabajo sistemático que viene realizando la industria en las últimas décadas que tiene a esta variedad, como punta de lanza de las transformaciones. No es casual que Argentina haya logrado una asociación directa con este varietal, después de haberlo rescatado del olvido, marcando un paradigma en el panorama global del vino. Otras variedades están teniendo gran impulso como el Cabernet Sauvignon o Cabernet Franc, pero el Malbec es lo que nos distingue y tenemos que seguir explotando ese factor diferencial.

Por eso, la calidad de los vinos argentinos, y especialmente el Malbec, no está en discusión. De hecho, esta cepa viene experimentando un crecimiento exponencial desde hace más de diez años y aún no ha llegado a su máxima expresión en material comercial. En este sentido, la Argentina deberá seguir expandiendo el Malbec pero poniendo el acento en la regionalización, para diversificar así la oferta y hacer extensivo este proceso a otras variedades tintas como el Cabernet Franc o el Cabernet Sauvignon y, por supuesto, seguir potenciando las blancas, ya que el país cuenta con enormes posibilidades para salir a competir con ellas en el escenario mundial.

-En cuanto al estilo de los vinos, los críticos del exterior cada vez hablan más de los blends blancos de Argentina. ¿Qué posibilidades hay de crecer en esos segmetnos?

-El vino blanco argentino está atravesando un excelente momento, en los últimos años se advirtió una aceptación muy positiva sobre todo en mercados como Estados Unidos e Inglaterra. Las cepas que mejor penetración tuvieron fueron el Chardonnay de altura, el Semillón de viñas viejas, el Torrontés y los blends. Gracias a la gran apuesta a la educación que estamos realizando con diversos líderes de opinión, como es el caso de los Masters of Wine, los vinos rosados y espumantes también están abriéndose camino entre los consumidores extranjeros que se vuelcan cada vez más a los diferentes estilos que Argentina tiene para ofrecer.

-¿Qué acciones están implementando desde Wines of Argentina en lo que resta del año y qué actividades destacables marcarías de cara al 2019?

Este año, desde Wines of Argentina empezamos a implementar la campaña “Argentina Breaking New Ground” con el objetivo de potenciar la percepción de Argentina como un país moderno en términos vitivinícolas y de demostrar la gran diversidad de terroirs y excelente calidad de los vinos que elaboramos. Esta estrategia se basa en cinco pilares: la regionalización, para organizar y determinar nuevas indicaciones geográficas donde cultivar vino; el Malbec, para fomentar la identificación directa con el país haciendo hincapié en la diversidad de regiones donde se cultiva el varietal y promoviendo la latitud, la altitud y la montaña como diferenciales de nuestra vitivinicultura; la nueva generación de productores y enólogos que buscan darle una identidad propia al vino argentino; el carácter apasionado de la personalidad argentina y, por último, la vitivinicultura sustentable.

La apuesta a la educación permanente y el trabajo sistemático con entidades internacionales y formadores de opinión constituyen dos componentes clave para su ejecución. Tal es el caso de las acciones realizadas de manera conjunta con el Institute of Masters of Wine. Además, durante los próximos tres años, WofA será uno de los socios clave de la Asociación Internacional de Sommeliers (ASI), institución que agrupa a las organizaciones de sommeliers de cada país. Parte de la estrategia también la ocupa la participación en ferias como Vinexpo HK, Chengdu o ProWein, la feria más importante de vinos y espirituosas, que se realizó en Düsseldorf, Alemania, entre muchas otras cosas que estamos haciendo. Por eso, el objetivo es continuar con estas líneas de acción porque son excelentes instancias para conocer y profundizar las relaciones comerciales con los importadores y distribuidores de vinos más importantes del mundo.