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Las exportaciones de vinos de Argentina crecieron un 11 por ciento en los primeros nueve meses del año, comparando el mismo período de 2018, según cifras del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).

De acuerdo con los datos del organismo, la Argentina exportó entre enero y septiembre unos 217,6 millones de litros de vino.

Esto implicó 20,9 millones de litros más con respecto al mismo periodo del año 2018, lo que equivale a un alza del 11%.

Un aspecto clave es que, de los casi 218 millones, unos 154 millones de litros (71%) fueron vinos varietales, que son los que más valor agregado tienen. 

Ahora bien, ¿qué papel ocupa la cepa estrella de la Argentina? En base a datos del Observatorio Vitivinícola Argentina, actualizados hasta el mes de julio, se puede observar que, en total, las bodegas locales despacharon 74,1 millones de litros de vinos elaborados a partir de esta cepa, considerando tanto vinos fraccionados como a granel. Esto representó un 6,5% más que el mismo período de 2018.

Considerando que en total se habían vendido al mundo 162,4 millones de litros, esto implicó que más del 45% del volumen estuvo explicado por esta variedad.

¿Y cómo son las cifras si solo se consideran los despachos al exterior de vinos embotellados? De acuerdo con los datos del Observatorio, recogidos por iProfesional, entre enero y julio se exportó un equivalente a 82,7 millones de botellas de Malbec. Esto representa nada menos que 394.000 botellas por día y unas 16.412 cada 60 minutos, en promedio, unas 723 más que el registro del año pasado. 

¿Cuáles son las perspectivas para la variedad emblema? La realidad es que las opiniones están divididas.

Recientemente, el reconocido periodista especializado Michael Schachner vino a la Argentina invitado por la empresa de tapones Vinventions, para dar una conferencia sobre el presente y futuro de los vinos argentinos.

"El Malbec sigue siendo la uva característica de Argentina, pero ese romance que existió hace ocho o diez años se ha enfriado. Los romances siempre comienzan con ímpetu y luego se enfrían con el tiempo. Ahí es donde entra la fuerza de una relación y no estoy seguro de que la relación entre el bebedor de vino estadounidense y el Malbec sea tan fuerte como podríamos esperar", alertó el experto en referencia al mercado más importante para las bodegas locales. 

Sin embargo, desde la Argentina, los promotores de esta variedad con sello nacional en los mercados internacionales apuestan a un crecimiento, si bien más moderado respecto de otros años, muy sustentable en el tiempo, especialmente en nuevos mercados estratégicos, como China. 

"En la última década, la mirada estuvo puesta en el terroir para comprender su influencia sobre los vinos y, en este ambicioso desafío, el Malbec fue el verdadero protagonista por servir al entendimiento de los terruños y a la interpretación de las diferencias e incidencias en cada cepa. Hoy la variedad insignia de nuestro país resurge e inspira estilos actuales, ya que la enología actual no habla de perfección sino de representar fiel y sutilmente a la zona de origen", señalaron desde Wines of Argentina.