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Los últimos fueron años sumamente trascendentes para Bodegas Bianchi, la (casi) centenaria bodega familiar que nació, trascendió y se hizo de un lugar en el mapa vitivinícola a partir de sus vinos con identidad de San Rafael, Mendoza.

Si bien el nuevo management se encargó de dejar en claro que buscará seguir potenciando esa región y contribuirá a que San Rafael siga ocupando un lugar fundamental en la vitivinicultura argentina, también es verdad que vieron que era necesario ampliar los horizontes.

Y lo hicieron desembarcando recientemente en el Valle de Uco, más precisamente en Los Chacayes, donde en 2016 adquirieron una bodega y una finca de 170 hectáreas.

Por aquel entonces, Silvio Alberto, jefe de enología de Bodegas Bianchi, afirmaba que "muchos creen en que lo mejor es el terroir único, en que es o una cosa o la otra. Yo, en cambio, veo a San Rafael y Uco como la perfecta alianza entre dos terruños distintos que posibilitará mostrar dos conceptos totalmente diferentes, pero bajo una misma visión enológica".

"No nos da miedo de que Uco opaque a San Rafael, porque contamos con una experiencia de 90 años. La idea es sumar diversidad. Un vino como Enzo, por ejemplo, va a seguir siendo 100% San Rafael, pero por qué no sumar próximamente un Enzo Malbec de Uco", acotaba el enólogo a comienzos del año pasado.

Y ese anticipo, terminó siendo realidad: Bianchi acaba de presentar en sociedad Enzo Bianchi Gran Malbec, el primer vino en llevar este emblemático nombre que, además de ser un 100% varietal, proviene de una zona que no es San Rafael.

Ahora, con esta nueva etiqueta en el mercado, Vinos & Bodegas volvió a dialogar con Alberto. "Enzo Malbec de San Rafael acompañará desde ahora al Enzo Bianchi Gran Corte. Y haber sido partícipe de este vino, haber protagonizado su lanzamiento junto a la familia es una emoción muy grande. Enzo Bianchi no solo es una marca; es más que eso: significa trayectoria, experiencia, sabiduría… un nombre que representa a la vitivinicultura argentina desde hace muchos años", explica el enólogo.

"Con mi equipo tratamos de transferir todos los valores de la familia que se encuentran en el blend, en un nuevo vino, que además no es de San Rafael, la tierra que vio nacer a Bodegas Bianchi. Es un vino de un nuevo terroir, con características muy distintas", completa.

Vinos & Bodegas degustó Enzo Bianchi Gran Malbec cosecha 2017 ($3.900) y se encontró con un vino con todas las características clásicas de un terroir con indicación geográfica propia como lo es Los Chacayes: hay fruta roja bien brillante y profunda, con leves toques florales. Se percibe un dejo especiado y la madera suma notas más exóticas, como el clavo de olor y algo de cacao. En boca es un vino que tiene el mérito de los ejemplares de alta gama actuales: tiene estructura, pero no es excesivamente voluminoso. Es soberbiamente fluido, con una suave tensión y taninos pulidos, pero que dejan una textura apenas rugosa, que se percibirá durante un rato en el fondo de la lengua. La acidez está presente, sin desentonar. Es un vino que tiene la virtud de poder disfrutarse ahora mismo pero que, sin dudas, encontrará nuevos registros si se lo deja descansar algunos años. 

 

A modo de conclusión, es un vino que está alineado con el espíritu de los vinos de alta gama de la bodega: detrás del andamiaje, detrás de la estructura, hay elegancia y delicadeza, con el plus de la frescura natural que aporta esta zona del Valle de Uco.

Justamente, el enólogo explica que su idea y la de su equipo, desde el primer momento, fue la de mantener la fruta y la elegancia, "logrando un vino que tenga estructura, complejidad, acidez equilibrada, y que a su vez sea bebible y que lo puedas guardar por muchos años".

Cuando se le pregunta sobre el proceso de trabajo que llevaron a cabo para dar con un gran vino en Valle de Uco, Alberto detalla: "Conozco muy bien esta gran región. Lo que destaco fundamentalmente, en esta zona de Los Chacayes, es la diversidad de suelos, lo que nos ha permitido obtener este gran Malbec. En el mismo lote se pueden encontrar uvas con gustos distintos, una complejidad increíble y una tipicidad varietal inigualable".

Además, el enólogo plantea que los suelos pobres en materia orgánica y un manejo pensado del riego, "nos ha permitido tener un balance perfecto en la planta, con racimos pequeños, piel gruesa con gran concentración de color, taninos y aromas".

"Enzo Bianchi es más que una marca: significa trayectoria, sabiduría", plantea el enólogo. 

Por otro lado, la amplitud térmica durante la maduración es otro de los factores que Alberto considera determinantes "en la gran intensidad aromática que tiene este Malbec". "Este lote en especial tiene una particularidad única, un balance perfecto de la canopia (que es la parte verde de la planta), que nos posibilita tener una muy buena exposición y distribución del racimo en la planta, logrando preservar los aromas y obtener una maduración perfecta", recalca.

Ahora bien, ¿por qué mientas que el mítico Enzo Bianchi de San Rafael siempre fue un blend (la última añada conjuga Cabernet Sauvignon, Malbec, Merlot y Petit Verdot), para esta nueva etiqueta optaron por un 100% varietal?

Frente a esta pregunta, Alberto plantea que "ya tenemos un corte que todos conocen. Y lo que buscamos, justamente, era presentar un nuevo vino que acompañe al Enzo Bianchi tradicional, con un estilo similar, que marque la filosofía de la familia pero que no sea comparable".

"También queríamos exhibir el potencial de un Malbec de una nueva zona para la bodega, algo que refuerza nuestra idea de mostrar diversidad", recalca.

Y de cara al futuro, ¿se viene algún nuevo Enzo? Ante la consulta, Alberto responde: "Estamos trabajando en nuevos proyectos en Valle de Uco, no al nivel de Enzo, un escalón más abajo, ¡pero es todo lo que puedo adelantar!"