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Es un año definitivamente complejo para la industria vitivinícola, que ahora suma los efectos del coronavirus. La vendimia 2020, entonces, será recordada por las dificultades logísticas generadas por la pandemia, pero también por los vinos que estará dejando.

El consenso de los enólogos de Mendoza es que se trató de un año seco, más caluroso de lo habitual y que derivó en una excelente sanidad. Y, en consecuencia, los vinos que se están logrando se destacan por su gran concentración de color y aromas, buena estructura y, pese a las temperaturas más elevadas, con buena acidez.

¿Y cómo resultó la vendimia 2020 en Salta? En diálogo con iProfesional, Franciso "Paco" Puga, enólogo de El Porvenir de Cafayate, explicó que fue un año "más más lluvioso de lo habitual", si bien hubo variaciones dependiendo de la ubicación de los viñedos.

Sin embargo, fue categórico al afirmar que la 2020 "es una añada de 10 puntos para tintos y blancos de cosecha temprana y de un 8,50 para los Torrontés en general".

A la hora de trazar una "radiografía" sobre el comportamiento del clima en cada una de las fincas que posee la bodega, Puga destacó que en tres de las fincas que poseen (Los Cuises, Alto Río Seco y Río Seco, donde plantan principalmente Malbec y Chardonnay) llovieron entre 180 y 250 milímetros pero sin registrar ningún tipo de enfermedades propias de la vid, como peronospora, botritis o oídio.

En la que más llovió fue en Finca El Retiro, con unos 400 milímetros. Según Puga, se vieron afectadas algunos parrales de madurez lenta, mientras que las variedades blancas de cosecha temprana dieron muy buena calidad.

Vinos | Finca de El Porvenir de Cafayate 

Los vinos que vienen 

Sobre cómo manejaron los trabajos agronómicos en los viñedos, Puga destacó que "los trabajos en general estuvieron un poco más intensificados en la lucha contra la peronospora y botritis. En el caso de Torrontés tuvimos que hacer mucho trabajo manual de selección y eliminación de granos afectados por la humedad, esto se hace para no usar agro químicos, que nos podían afectar la calidad organoléptica".

En cuanto a la calidad lograda en las variedades tintas y el estilo de vinos que se van a lograr en la cosecha 2020, sostuvo que "hemos trabajado con un poco más de racimos enteros, ya que teníamos un  muy buen equilibrio entre acidez, taninos y azúcares y esto nos dio mayor frescura, con fineza y potencia equilibrada, algo que no habíamos logrado otras añadas".

¿Qué vinos tintos cosecha 2020 podremos imaginar tanto para los jóvenes como los de guarda? Ante la consulta de iProfesional, Puga destacó que, en el caso de los jóvenes, "no he notado una variación respecto a los de años anteriores. Por eso tendrán su perfil frutado y de cuerpo medio tradicional".

"En el caso de lo de guarda sí creo que tenemos un gran salto de calidad comparado con años anteriores. Hay una linda concentración pero con perfil de frescura y elegancia que ya se nota a pesar de su corta madurez", se entusiasmó.

En cuanto a las cepas tintas que se destacaron, sostuvo que "este año en particular me gusta mucho el perfil que se ha logrado con el Cabernet Sauvignon, dado que es una variedad que le gusta poco el calor y este año fue favorecido por los días nublados y un poco más lluviosos que los años anteriores. Así logramos un vino sin pirazinas elevadas, buena madurez y excelente balance".

Respecto de las variedades blancas que mejor calidad lograron, Puga detalló que las uvas Chardonnay, Semillón, Roussanne y Marsanne que se cosecharon durante el mes de enero lograron un perfil de frescura muy interesante.

"Las elaboramos bajo diferentes técnicas y en diferentes vasijas y en todas dieron un resultado muy bueno. Al Torrontés le dimos mucha mayor atención que otros años, dado que le realizamos mayores trabajos manuales en la selección desde el viñedo y bodega. Los vinos que están terminando de fermentar vienen con lindos perfiles frutados y algo florales", concluyó.

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