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Un viaje al Malbec de Mendoza en cuatro vinos que hay que probar

La bodega está presentando las nuevas cosechas de su línea tope de gama: Parcel. "Buscamos hacer vinos únicos", afirma su enólogo, Marcos Fernández
26/04/2022 - 21:06hs
Un viaje al Malbec de Mendoza en cuatro vinos que hay que probar

Si hay dos términos que sintetizan las virtudes del Malbec, perfectamente pueden ser plasticidad y transparencia. Plasticidad, porque la variedad emblema argentina se adaptó como ninguna otra a los diferentes terroirs argentinos: actualmente hay plantados ejemplares a más de 3.300 metros de altura y también al sur de Chubut, cerca de la frontera con Santa Cruz, constituyendo el Malbec más austral del mundo. Como resumen, no es menor el dato de que hoy el Malbec se cultiva en 18 provincias argentinas.

Y, como complemento de esto, vale hacer foco en la transparencia; que es ni más ni menos la capacidad del Malbec de reflejar las particularidades del terroir. Podrá mostrar más frutas rojas o negras, más flores o especias, más trazos herbáceos o balsámicos según de dónde proceda.

Y también, cambian las texturas según la zona (y el trabajo en bodega, claro): encontraremos vinos de pulso dulzón, con taninos redondos y suaves, hasta ejemplares más "eléctricos", tensos y verticales, con taninos de grano más fino y hasta de esa textura que muchos llaman de tiza.

En base a estas dos características del Malbec, y en línea con una enología sensible, que busca preservar el carácter del lugar, Terrazas de los Andes acaba de presentar la segunda cosecha (2018) de su línea de vinos tope de gama: Parcel.

Hagamos una brevísima historia: entre 2012 y 2016 la línea Parcel estaba conformada por dos vinos, elaborados a partir de los viñedos de Las Compuertas y Altamira. Luego, en 2019 sumaron una etiqueta procedente de Finca Licán, en Los Chacayes, Valle de Uco y, al año siguiente, incorporaron una etiqueta producida a partir del viñedo El Espinillo, que la bodega posee en Gualtallary. Ese año fue cuando se presentaron en sociedad las cuatro etiquetas, todas de la cosecha 2017, hasta conformar la línea tal cual se la conoce hoy.

Marcos Fernández le pone su firma a los vinos de Terrazas de los Andes

Vinos fieles al lugar, antes que "perfectos"

"No buscamos hacer vinos perfectos; buscamos hacer los mejores vinos de un microterroir, vinos únicos y que reflejen la añada", sintetiza el enólogo Marcos Fernández, al frente de Terrazas de los Andes.

Para Marcos, Parcel es la expresión más acabada de las mejores parcelas de Malbec que tiene la bodega. Así, a partir de una misma variedad y en base a un método de elaboración con extracciones suaves, se busca que el terruño se exprese en la copa, sin artificios y sin caer en lugares comunes.

Así, no hay espacio para la madera en el sentido "vieja escuela", de esa que habla de vainilla, caramelo o aromas tostados. De hecho, en los últimos años, y en línea con la evolución que ha tenido la enología en general, se redujo la preponderancia de la madera, hasta llegar a la foto actual en la que solo 30% del vino pasa por barricas nuevas. Además, para la cosecha 2020, que verá la luz en un par de años, Marcos está trabajando con ánforas.

Tampoco hay espacio para descriptores tales como "potente" cuando nos refiramos a las sensaciones táctiles en boca. En esta línea hay una suma de detalles más bien sutiles que terminan construyendo una representación del carácter de cada lugar en la copa. Y esto está vinculado con un exhaustivo trabajo de suelos y su correlato en los puntos de cosecha, que fueron adelantándose paulatinamente para ganar en una saludable frescura.

¿Qué propone cada vino?

Terrazas de los Andes Parcel Los Cerezos Malbec 2018

Terrazas de los Andes Parcel Los Cerezos Malbec 2018

Para esta etiqueta, seleccionaron dos cuarteles de un viñedo plantado hace casi 100 años en la zona de Las Compuertas, Luján de Cuyo, que viene recuperando la visibilidad que siempre mereció, un poco opacada tal vez por los flashes que se redirigieron masivamente al Valle de Uco. El enólogo lo bautizó "sedoso" y eso responde al ADN de esa zona, donde abunda la fruta roja y negra, sanamente madura, junto a notas florales. En boca se luce con taninos amables, mientras se apoya en una acidez delicada. Un vino de pulso fresco pero delicado y definitivamente balanceado. Para paladares universales.

El viñedo en Las Compuertas es una de las joyas de la bodega

Terrazas de los Andes Parcel Los Castaños Malbec 2018

Terrazas de los Andes Parcel Los Castaños Malbec 2018

En cada nota en la que nos referimos a Altamira lo repetimos una y otra vez: somos fans de esta zona. Y este vino y esta cosecha en particular ratifica la razón de nuestro fanatismo. En nariz aparece toda la tipicidad del Malbec, con toques florales y buena fruta roja. En el paladar, en tanto, se aprecia una hermosa textura, que algunos definen como "polvorienta" pero sin perder nunca su carácter amable. Ese es, justamente, el secreto de Altamira: textura que refleja el terroir pero también un ligero graso, frescura, aromática pura y definida, elegancia y mucha fluidez. El enólogo lo definió como "complejo" pero, en un brainstorming imaginario, podríamos rebautizarlo como "sofisticado".

Altamira aporta vinos Malbec sofisticado y de gran textura

Terrazas de los Andes Parcel Licán Malbec 2018

Terrazas de los Andes Parcel Licán Malbec 2018

Mucho antes de que se hablara de Los Chacayes con la naturalidad de hoy, la bodega eligió ese terroir para plantar un viñedo. Acá las capas se suceden y van de la fruta roja y negra a las hierbas. Los taninos muestran buen agarre. Vino de paladar pleno pero sin perder la elegancia y con la tensión y la frescura y la intensidad como las keywords dominantes.

Tensión y frescura, las características dominantes de los vinos de Los Chacayes

Terrazas de los Andes Parcel El Espinillo Malbec 2018

Terrazas de los Andes Parcel El Espinillo Malbec 2018

El Espinillo, en (por ahora) la cúspide de Gualtallary, a más de 1.600 metros de altura, es la finca que le da origen a este vino, el más desafiante para el enólogo, por los suelos pobres y difíciles pero que aseguran concentración, con elegancia y un carácter diferente. En nariz comparten protagonismo la fruta roja, las hierbas y las especias. En el paladar corre con marcada fluidez, textura delicada y un final fresco. Deja un largo recuerdo dominado por las hierbas y eso lo saca un poco del clásico registro del Malbec, una muestra de las diferentes facetas que quedan por descubrir. El enólogo eligió el término "salvaje" para describir este vino. Lo es por la zona extrema pero el vino, sin dudas es elegante.

El viñedo de mayor altura de Terrazas de los Andes está en Gualtallary

Desde este mes, las cuatro etiquetas se encuentran disponibles en vinotecas a un precio sugerido de $12.000 cada una.

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