La aparición del submarino ARA San Juan trajo nuevamente a escena a los familiares y amigos de los tripulantes, quienes pelean por conseguir respuestas certeras que expliquen qué pasó con sus seres queridos aquel fatídico 15 de noviembre de 2017.

Pero entre el dolor y la incertidumbre también hay lugar para el oportunismo.

Y todas las miradas apuntan contra Mercedes Rincón, una mujer que se presenta como "excuñada" del cabo principal Enrique Damián Castillo", quien trabajaba en la división de Inteligencia naval y estaba realizando tareas en el submarino para identificar y localizar buques que violaran normativas internacionales en aguas nacionales. 

Sin embargo, nadie la conoce.

"No sabemos quién es. A veces la gente por cinco segundos de fama va a un programa e inventa toda una historia. Repudiamos absolutamente que quiera subirse así a esta tragedia”, dijo en comunicación con Perfil Valeria Carrera, abogada apoderada de Anabella Aguirre, la esposa de Castillo, quien en el ARA San Juan realizaba tareas de inteligencia para localizar e identificar buques que violaran normas internacionales en aguas argentinas.

La mujer, que también fue desmentida por el resto de los  familiares de los 44 tripulantes, había participado de programas de televisión como el de Luis Novaresio en el canal América ("Debo decir") expresando su "dolor", y una vez conocida la noticia de la aparición del submarino continuó con su paseo mediático criticando al presidente Mauricio Macri.

"¿Cómo van a decir que no tienen dinero para reflotar el submarino? ¿Cuánto gastan ahora en recibir al G20?”, dijo en una entrevista con el portal de Tierra del Fuego Ámbito Austral.

Según la abogada de la esposa de Castillo, Rincón tuvo una relación fugaz con el hermano del tripulante, pero actualmente no mantenía ningún tipo de vínculo con la familia.

"Este tipo de malentendidos remueven el dolor y lo agrandan. Es necesario que se chequee quién habla en representación de las familias”, pidió la abogada, quien también alertó sobre la posibilidad de que existan otros "falsos familiares" aprovechándose de la situación.

El último contacto con el submarino ocurrió el 15 de noviembre de 2017, cuando navegaba en el Golfo de San Jorge a 450 km de la costa. Había zarpado de Ushuaia, en el extremo austral de Argentina, de regreso a Mar del Plata.

Antes de perder contacto, el capitán de la nave había reportado la superación de una falla en el sistema de baterías, por el ingreso de agua por el snorkel.

La búsqueda de la nave comenzó 48 horas después de aquel último contacto. Colaboraron 13 países pero la mayoría se retiró antes del fin de 2017.

El buque de la estadounidense Ocean Infinity había zarpado el 7 de septiembre con cuatro familiares a bordo y estaba a punto de cesar la búsqueda cuando se produjo el hallazgo.