EL "COLOR" DEL G20

Arquitectura, gastronomía y cultura local: las perlitas con las que Buenos Aires recibió a los líderes del G20

Esta noche habrá un show y cena oficial en el Teatro Colón. En tanto, Trump se hospedó en el Palacio Duhau y Macron salió a recorrer la Ciudad
Por iProfesional
ACTUALIDAD - 30 de Noviembre, 2018

Aún en medio de una crisis económica, Argentina se rebusca para exponer sus atributos a los flashes del mundo, sacando a relucir su patrimonio y lo mejor de su gastronomía en las actividades que son parte y que acompañan al G20.Este viernes, al caer la tarde, los líderes y sus acompañantes asistirán a un espectáculo cultural en el teatro Colón, inaugurado en 1908 en plena Belle Epoque porteña y restaurado en 2010. Por sus condiciones acústicas y arquitectónicas excepcionales, es comparable a la Scala de Milán o la Ópera de París.La sala principal -una de las más grandes del mundo- combina el neorrenacentismo italiano y el barroco francés. Allí, los invitados verán un espectáculo que sintetiza la identidad local en un recorrido de música y danzas tradicionales.Seguirá una cena en el Salón Dorado del teatro, que imita el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles. También el menú hará gala de lo local: un roll de centolla de Tierra del Fuego de entrada, lomo -el corte argentino más cotizado- como plato principal, todo regado con buenos vinos nacionales, según pudo saber AFP.Este primer día de la cumbre también comienza el programa de la primera dama anfitriona, Juliana Awada, que recibirá a los acompañantes de los presidentes en un almuerzo en Villa Ocampo, una imponente casona donada por la escritora Victoria Ocampo a la Unesco. Otro de los lugares protagónicos del G20 es el CCK (Centro Cultural Kirchner). Allí, el presidente Mauricio Macri se reunirá el sábado con su par japonés, Shinzo Abe. Se trata del antiguo edificio del Correo Central, a metros de la Casa Rosada, que cobró nueva vida como centro cultural en 2015 y albergó numerosas reuniones este año.En tanto que el norteamericano Donald Trump, ya pasó por la Casa Rosada, y decidió hospedarse en el famoso palacio Duhau, reflejo del Chateau du Marais, un castillo francés de la era de Luis XVI cerca de París.

En el interior, un piso de mármol replica el diseño del Petit Trianon de Versalles. Las lámparas con gotas de cristal se repiten en las habitaciones. Esta residencia de la década de 1930 devenida el hotel Park Hyatt, es el lugar elegido por Donald Trump para su estadía en Buenos Aires.Esta residencia perteneció a Luis Duhau, ministro de Agricultura y Ganadería entre 1933 y 1935, que replicó el estilo neoclásico academicista francés sin escatimar detalles. Las paredes de su escritorio, por ejemplo, estaban cubiertas con paneles de roble traídos de Normandía que se estiman de los años 1500-1600.

El "turista" galo

Emmanuel Macron, por su parte, aprovechó el hecho de haber sido uno de los primeros líderes en llegar a Buenos Aires, y no desperdició ni un segundo de su estadía. 

Tras arribar junto a su esposa Brigitte Macron, cenaron junto con su comitiva de 50 personas en el restaurante Cabaña Las Lilas de Puerto Madero. "El mandatario europeo no rechazó ningún pedido para sacarse fotos durante las tres horas en las que estuvo en el local gastronómico, Macron intentó mostrarse como un dirigente de bajo perfil", destaca un reporte de AFP.

El jefe del Estado galo pasó la noche en el Hotel Intercontinental, en el barrio de Montserrat, y temprano el jueves visitó el Ateneo Grand Splendid, el antiguo teatro devenido en librería y café sobre Avenida Santa fe, para reunirse con un grupo de escritores.Inaugurada en 2000, es la librería más grande de América Latina, con 90.000 títulos y más de 200.000 libros, distribuidos en sus tres pisos y subsuelo.El Grand Splendid, construido para ser un teatro en 1903, es desde su creación una casa de innovación. Allí se hicieron las primeras audiciones de radio en la década de 1920, y poco después sumó un sello discográfico que inmortalizaba a artistas que brillaban sobre el escenario.El famoso cantante de tango Carlos Gardel, así como artistas y escritores de la talla de Ernesto Sábato, Paul Auster y Mario Vargas Llosa, dejaron su huella en el lugar.

En su paso por ese local comercial, el presidente francés aprovechó para conocer un poco de la nueva escena literaria argentina, para sumar nuevos autores a sus ya leídos Jorge Luis Borges y Julio Cortázar: "Se llevó varios libros de escritores argentinos", contó a TN la gerenta de la librería, Andrea Stefanoni.

Al salir de la librería, el mandatario europeo repitió la misma escena que la noche anterior, pero a plena luz del día y en medio de la calle: saludó y se sacó selfies con todo aquel que se acercara, pese a la presencia de la custodia francesa y de efectivos de la Policía de la Ciudad.

Más tarde, se dirigió hacia la Fundación Borges, donde mantuvo un encuentro con la albacea del escritor argentino, María Kodama, y también visitó el Parque de la Memoria para rendir homenaje a los desaparecidos durante la dictadura militar.

Antes de ingresar a la Casa Rosada, el presidente de la República Francesa recorrió la Plaza de Mayo y se interesó por las Madres de Plaza de Mayo y su tradicional ronda de los jueves: luego, acompañado por el secretario de Cultura, Pablo Avelluto, Macron y su esposa ingresaron a la Catedral Metropolitana, con especial interés por el mausoleo donde descansan los restos del general José de San Martín.

Luego de toda su descontracturada agenda "porteña", Macron y Brigitte ingresaron a las 12:15 por la explanada de la Casa de Gobierno, en donde fueron recibidos por el presidente Mauricio Macri y la primera dama, Juliana Awada.

Para concluir el encuentro, ambos matrimonios presidenciales compartieron un almuerzo privado en "El Descanso", un predio en una isla del Delta ubicada sobre el río Sarmiento.

Más allá de Buenos Aires, 60 reuniones del G20 durante la presidencia argentina del foro tuvieron distintas sedes en el interior, luciendo una amplia variedad de destinos que en 2017 atrajeron a 6,7 millones de turistas. Camino a la cumbre, más de 4.000 delegados e invitados participaron en encuentros en la región vitivinícola de Mendoza; la patagónica Bariloche; Ushuaia, la más austral del mundo; Iguazú, conocida por sus cataratas, y otros destinos del centro y norte argentino.

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