El gobierno de la Provincia de Buenos Aires ya evalúa aplicar un toque de queda u otras medidas que colaboren en aminorar la expansión de la segunda ola de contagios de COVID-19.

Precisamente el jefe de asesores del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, Enio José García, admitió el lunes por La Once Diez que "el toque de queda sanitario puede ser una opción".

"Son medidas antipáticas, pero no queda otra", añadió el representante de la Administración de Axel Kicillof, que también ha destacado que "va a ser una semana clave para tomar definiciones".

El funcionario bonaerense se pronunció acerca de las aglomeraciones de personas que en el último fin de semana largo pudieron verse en los destinos turísticos de las provincias, como Mar del Plata o Pinamar. Villa Gesell ya cerró las playas por la noche y algunos balnearios de otras ciudades tomaron medidas similares, al ver que la curva de casos sigue creciendo. 

Volviendo sobre las medidas que podrían tomarse, como el toque de queda, García dijo que ésta "podría ser una carta dentro de la baraja, pero no tendría que ser la única".

"Habría que ver cómo hacer también con el tema de la costa. Uno no quiere que la temporada se cancele, pero hay que tomar algunas medidas para disminuir los contagios, que vienen fuerte no solo en Mar del Plata, también el Partido de la Costa está registrando muchos casos. Va a ser una semana clave para tomar definiciones", detalló.

COVID-19: "El toque de queda puede ser una opción"

Agregó que el "toque de queda sanitario" sería "una medida que la Organización Mundial de la Salud está recomendando porque hay un análisis general de que los contagios están muy vinculados a los sectores jóvenes, que vuelven a su circuito familiar y terminan enfermando también a las personas mayores".

"Podríamos llamarlo un rebrote", reconoció, y explicó que esperaban que los casos disminuyeran en verano por la actividad al aire libre, pero que en las últimas semanas crecieron de una manera muy rápida ante la falta de cuidados.

García confirmó que esta será una semana de definiciones donde deberán tomar medidas restrictivas. "Sin ninguna restricción, la cosa se desmadró'', declaró.

Preocupación oficial

Las autoridades nacionales, de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires se reunieron en Casa Rosada

La semana pasada, antes de fin de año, el propio presidente Alberto Fernández se expresó sobre la necesidad de tomar medidas por el aumento de casos de contagio de COVID-19. 

Fernández advirtió que evalúa que las fuerzas de seguridad salgan a la calle "para disipar a la gente" y anticipó que harán un "seguimiento semanal" de la situación.

"Tomamos la decisión de volver a juntarnos la semana que viene, hacer un seguimiento semanal, dejar pasar el 31. Y si vemos que la situación no afloja y el relajamiento sigue, ver cómo las fuerzas de seguridad empiezan a actuar en las calles para disipar a la gente y para impedir que esas aglomeraciones ocurran", aseguró sobre la última reunión que mantuvo con las autoridades de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires.

El viernes próximo, el presidente Alberto Fernández recibirá al gobernador Axel Kicillof y al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para analizar estas medidas y la evolución de casos.