PANDEMIA

Esta es la estrategia que están usando los comerciantes en Punta del Este por falta de turistas

Se contrataron menos mozos para esta temporada y aún así los restaurantes se encuentran con mucho huecos de vacío sin clientes
ACTUALIDAD - 19 de Enero, 2021

Era sabido que las restricciones para que los turistas argentinos viajaran al Uruguay este verano, sumado a la pandemia de COVID-19 y a la fuerte devaluación que sufrió la moneda argentina el año pasado, tendría inevitablemente consecuencias para los comerciantes del vecino país. 

La falta de turistas ya se nota sobre todo en el rubro gastronómico: locales donde las personas solían esperar una hora en plena temporada para conseguir una mesa, hoy llegan a tener turnos vacíos. 

En el verano 2021 de fronteras cerradas se perdió la mezcla de hábitos de uruguayos, argentinos, brasileños y paraguayos que hacían que el restaurante recibiera clientes en distintos horarios. Cuando se juntaban las variadas costumbres, era todo ganancia.

"Entre todo ese combo es que salimos adelante. Es la única forma de llenar el restaurante: todos comen a distintas horas, todos comen distinto. Eso hace que vos tengas un período más grande de consumo y puedas sobrevivir. Así como estamos, un desastre", explicó Pablo Faccini, encargado del restaurante Blas Beach, a El Observador. 

El argentino va al local en la mañana a tomar un café y leer el diario, describe el encargado. El uruguayo llega los viernes y pide delivery, el sábado sale a comer y el domingo no suele ir al restaurante, reduce Faccini.

La temporada en Blas Beach es peor de lo que esperaban: pensaban que iban a vender un 30% menos, pero a esta altura del verano ese porcentaje es mayor. Pasaron de facturar unos 200.000 pesos por día en un enero sin pandemia a 40.000 pesos diarios algunos de los días de los fines de semana cuando abunda la clientela. 

Los restauranteros aseguran que la caída en las ganancias llega al 70% respecto de los veranos previos. Gastón Figún, presidente de la Corporación Gastronómica de Punta del Estepiensa que "es injusto" comparar una temporada que no tenía pandemia con una que sí la tiene.

"Todos los años hay un discurso de que ‘esta es la peor temporada’. Pero esta se siente realmente la peor temporada de la historia. Va a quedar para el campeonato", dijo al matutino Luciano Díaz, quien trabaja hace 19 temporadas en el rubro gastronómico de Punta del Este. Ahora lo hace en King Sao, la cafetería a una cuadra de la rambla. Antes había colas para tomar un café en el local y ahora hay mesas vacías y horas sin trabajo.

En Blas Beach trabajaban con 11 mozos durante el verano, pero para 2021 la firma contrató tres y llaman a uno más para los fines de semana. "Hay muchas horas de vacío, mucho hueco", justifica el encargado. 

En este rubro en la ciudad esteña, a cantidad de empleos comenzó a bajar después de las temporadas de 2016 y 2017, que fueron "las mejores del turismo". Las empresas empezaron a "tomar menos personal" y en el último año fueron 8 mil los empleados despedidos. Lo que reclaman desde el sindicato es una renta básica de un salario mínimo para estos trabajadores.

Noche cortada y precios del año pasado

En la noche de Punta del Este se nota la falta de movimiento de otras temporadas

Los sábados por la noche el movimiento que recibe la zona de boliches del puerto está también lejos de tener el volumen de otras temporadas.

Los boliches tienen el aforo permitido ocupado casi al máximo, y los jóvenes solo pueden estar allí hasta las dos de la mañana.

Los restaurantes, por el contrario, una hora y media antes de la hora límite, están vacíos. Enfrente, mientras tanto, algunos jóvenes se juntan en pequeños grupos con sus botellas de fernet y Coca-Cola.

Años anteriores, en la rambla había colas de gente esperando casi una hora para entrar a los restó y además muchos llegaban a la hora de cierre de los boliches, algo que este año no sucede.

Incluso en los restaurantes apuntados al público uruguayo, que se vieron beneficiados indirectamente por el cierre de fronteras decidido por el gobierno de Luis Lacalle Pou, las ventas estuvieron muy por debajo de la temporada anterior porque sus clientes están saliendo menos y porque el aforo es menor.

Todo esto pese a que los restaurantes mantuvieron en muchos casos los mismos precios que el año pasado. King Sao, que tiene como público principal a los argentinos, brasileños y paraguayos, los mantiene hace tres temporadas.

En Blas Beach bajaron los precios de los productos porque, dice Faccini, los otros restaurantes de la zona también bajaron. Y en verano hay promociones de invierno: está la oferta de una pizza mediana con cuatro cervezas o refresco a 660 pesos uruguayos, "que es barato".

Los restauranteros no pierden la esperanza de que lleguen a Punta del Este más turistas en febrero y que en carnaval haya un empujón. Piden evaluar la propuesta del intendente de Maldonado, Enrique Antía, de permitir el ingreso de extranjeros con propiedades en la ciudad esteña.

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