Una usuaria de Twitter se indignó por los precios de una reconocida parrilla ubicada en el barrio porteño de Palermo. Enojada por la situación publicó el ticket de la compra en la red social. En el ticket se observa el detalle de lo que consumieron y el precio final que es: $24.212.

La cena fue para siete persona personas en Don Julio. El lugar fue elegido en diciembre pasado como uno de los mejores restaurantes de América Latina.

El ticket con los gastos en Don Julio.

Junto con la imagen, la mujer escribió: "¡Merecen fundirse!". En el detalle de la cuenta se puede advertir que los comensales pidieron dos vinos de $4.000, nueve aguas, cinco gaseosas, varias verduras a la parrilla, guarniciones, ensaladas, asado, distintos cortes de carne, postres y café. Incluso, obtuvieron un descuento del 20% de descuento. Es decir que se redujo más de $6.000 el monto final.

Sin embargo, la reacción de los internautas no fue en apoyo a la mujer. Varias personas le marcaron que se trataba de un lugar "muy barato" por el tipo de servicio, la calidad de la comida y la cantidad de comensales.

Algunos expresaron que por la cantidad que comieron, dividiendo el total por todos sigue siendo barato. Mientras que algunos manifestaron que más allá de una comida, hay costos laborales, de insumos, servicios e impuesto.

Aunque la polémica se generó cuando el abogado Carlos Maslatón respondió al tuit dejando en claro que esa foto había sido de una comida de él, le respondió: "Beatriz, es absurdo de barato. Para colmo me pedí dos champagnes de cuatro lucas cada uno. Masacramos con los platos. Uno de los mejores restaurantes del mundo, jamás fue tan barato en moneda real. No fueron ni tres milésimos de un bitcoin. ¿Cuánto querrías garpar?".

Crisis en la gastronomía

En los últimos meses fueron varios los lugares que tuvieron que cerrar sus puertas por la crisis que vivieron durante la pandemia, que los obligó a no trabajar, más la situación que enfrentan actualmente, donde se enfrentan a una importante suba de costos, que no les permite seguir de pie.

Parrillas, emprendimientos gourmet, propuestas étnicas: todas las alternativas se ven afectadas, también, por una recesión relacionada con el mismo contexto sanitario y cada semana se suman nombres a una nómina de clausuras que parece nunca alcanzar su techo.

Bares y restaurantes vacíos: muchos tuvieron que cerrar sus puertas.

Desde Sottovoce a La Porteña, en San Isidro y Pilar, todo el segmento gastronómico enfrenta una crisis sin precedentes que hoy provoca baja de persianas sucesivas tanto en Capital Federal como en el conurbano bonaerense.

Sólo en la geografía porteña, entidades como la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés (AHRCC) ya cuentan con detalles de a cuánto asciende el derrumbe: 40 por ciento de la oferta gastronómica de la Ciudad, según indicaron voceros a iProfesional.

Dicho de otra forma, cerca de 3.200 restaurantes no volverán a abrir sus puertas. En términos de empleo, esto implica que el sector perdió cerca de 20.000 puestos de trabajo desde la segunda parte de marzo a esta parte.