El Gobierno de Argentina finalmente decidió no seguir adelante con la reapertura de los cruces del puente hacia Uruguay, citando razones epidemiológicas de COVID-19.

A principios de la semana pasada, el embajador de Uruguay en Buenos Aires, Carlos Enciso, y la directora nacional de Migraciones de Argentina, Florencia Carignano, habían hecho el anuncio de iba a ocurrir finalmente lo contrario. En tanto, en Uruguay se implementarán medidas para permitir el arribo gradual de argentinos con propiedades en el vecino país. 

A fines de 2020, Argentina permitió la llegada de pasajeros de países vecinos (Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile y Bolivia) por vía aérea y marítima, para turismo solo en la ciudad de Buenos Aires y sus alrededores, a través del aeropuerto de Ezeiza y por vía fluvial al puerto de Buenos Aires. Pero debido al agravamiento de la situación de salud en la región (y especialmente la interna), el 25 de diciembre se suspendió nuevamente el ingreso de turistas.

El ingreso de nacionales, extranjeros residentes en Argentina y familiares directos, así como aquellos cuyo ingreso haya sido autorizado de acuerdo con la normativa vigente por las autoridades argentinas, se realiza exclusivamente a través de los corredores sanitarios seguros, que son por vía fluvial y aérea.

Temor de los comerciantes uruguayos

Los comerciantes uruguayos vieron subir sus ventas hasta 40% desde que las fronteras están cerradas

Con el peso argentino altamente devaluado, las autoridades locales temían una avalancha de uruguayos para aprovechar el tipo de cambio, según relata Merco Press. Andrés Lima, alcalde de la ciudad uruguaya de Salto, había previsto que tal problema ocurriría ya que las personas que viven en áreas limítrofes simplemente cruzarían el puente para hacer sus compras así como para llenar el tanque de sus autos.

"Este es un problema que tiene sus años y sus altibajos. A veces los precios son más baratos en Uruguay y en ese caso los argentinos cruzan. Otras veces, como esta vez, es al revés. Esto es algo tradicional en las regiones fronterizas. También pasa por el norte, con Brasil. Como no existe una política coordinada entre los países, surgen estas dificultades", dijo Lima a Infobae.

Las autoridades uruguayas habían ideado una serie de medidas para desalentar los tours de compras, como una serie de descuentos, incluida una reducción del 24% en el precio del combustible, que sin embargo no impediría que la gasolina del lado argentino siguiera siendo más barata.

Lima también trajo a colación los casos de los pueblos de Rivera y Artigas que están divididos por una calle con Santa Ana y Quarai en Brasil, donde los precios son mucho más bajos. Para neutralizar esas diferencias, se instalaron tiendas libres de impuestos en territorio uruguayo. "Aquí proponemos algo similar, con el mismo resultado", explicó Lima, quien recordó que los puentes también se habían cerrado durante la crisis de las plantas de celulosa.

Ricardo Paulino, presidente del Centro Comercial e Industrial de Salto, dijo que el 90% de las empresas de la entidad verán afectadas sus ventas cuando se restablezca la circulación. Con los puentes cerrados y la gente incapaz de cruzar, las ventas del lado uruguayo aumentaron entre un 30 y un 40 por ciento "incluso en medio de la pandemia", remarcó. Paulino consideró que las medidas bajo consideración no serían suficientes. "La proporción es de 6 a 1", dijo.

En tanto, el alcalde de Río Negro, el nacionalista Omar Lafluf, dijo que haría una propuesta al Ministerio de Economía y al Secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, sobre el mismo tema. "Estamos totalmente de acuerdo con la apertura de fronteras, pero queremos tener en cuenta lo que ha sucedido en estos tiempos, donde en nuestro caso el comercio aumentó un 28% hasta el punto que la gente no puede ir a comprar del otro lado. desde el puente", dijo Lafluf.

Para los uruguayos, Argentina es un 34% más barata incluso que antes del cierre de la frontera, según el Observatorio de Situación Económica de la Universidad Católica del Uruguay (OCE).