Cambio climático: estas especies ya están en peligro de extinción, ¡y son un millón!
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Se debatió mucho en los últimos años sobre si el cambio climático es una realidad científicamente comprobada o no.
Hay quienes todavía debaten su existencia pese a ver consecuencias como el incremento de fenómenos meteorológicos severos como las erupciones volcánicas prolongadas, los incendios forestales recurrentes, la aparición de olas de calor o de frío con temperaturas récord en distintas partes del planeta, entre otros.
Existe otra consecuencia más que no siempre se tiene en cuenta, la desaparición de especies por la alteración por obra humana de los ecosistemas naturales.
En el siguiente artículo te contamos cómo opera el cambio climático y cómo está afectando la supervivencia de ciertas especies animales.
¿Qué es el cambio climático?
Antes de entender cómo afecta a las distintas especies del planeta, es necesario explicar qué es en concreto el cambio climático.
El término cambio climático se refiere a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Estos cambios pueden ser naturales, por ejemplo, a través de las variaciones del ciclo solar.
Sin embargo, según destaca la Organización para las Naciones Unidas, ONU, desde el siglo XIX, las actividades humanas han sido el principal motor del cambio climático, debido principalmente a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas.
Naturalmente, la superficie terrestre absorbe el 70% de la radiación solar, mientras que el resto se refleja de vuelta al espacio por reverberación. La radiación solar absorbida se transforma en radiación infrarroja y regresa a la atmósfera. Parte de esta radiación infrarroja es entonces reflejada de vuelta al espacio, mientras que la otra parte es retenida por los gases de efecto invernadero en la atmósfera, incrementando la temperatura global del planeta.
Así es como las modificaciones en la atmósfera derivadas de la producción industrial y el estilo de vida de los humanos son las que están modificando los climas, y generando un cambio climático.
Las causas que responden a qué es el efecto invernadero más comunes son:
- El consumo eléctrico, la calefacción, y el aire acondicionado
- El transporte y la combustión fósil
- El consumo diario de materiales desechables
- La destrucción de los ecosistemas
- Las consecuencias del efecto invernadero
Cambio climático: qué tienen que ver los combustibles fósiles
Según reconoce la ONU, la quema de combustibles fósiles genera emisiones de gases de efecto invernadero que actúan como una manta que envuelve a la Tierra, atrapando el calor del sol y elevando las temperaturas.
Esto es lo que está cambiando la temperatura de la Tierra, tornando inhabitables algunas de sus zonas y generando que algunos animales y vegetales no hayan sabido adaptarse en su propio hábitat natural. Este es otro efecto del cambio climático.
Algunos ejemplos de emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático son el dióxido de carbono y el metano. Estos proceden del uso de la nafta para conducir un auto o del carbón para calentar un edificio, por ejemplo.
Por otra parte, el desmonte de tierras y bosques también puede liberar dióxido de carbono y contribuir al cambio climático. Los vertederos de basura son una fuente importante de emisiones de metano. La energía, la industria, el transporte, los edificios, la agricultura y el uso del suelo se encuentran entre los principales emisores de gases de efecto invernadero.
En consecuencia, el cambio climático avanzó tan rápidamente que muchas de sus consecuencias son casi inevitables. Las concentraciones de gases de efecto invernadero se encuentran en su nivel más elevado en 2 millones de años, indica la ONU.
Y las emisiones siguen aumentando. Como resultado, la temperatura de la Tierra es ahora 1,1 °C más elevada que a finales del siglo XIX. La última década (2011-2020) fue la más cálida registrada.
Consecuencias del cambio climático
Mucha gente piensa que el cambio climático significa principalmente que viviremos temperaturas más cálidas. No es tan simple.
El aumento de la temperatura como consecuencia de la actividad humana es sólo el principio de la historia del cambio climático. Como la Tierra es un sistema, en el que todo está conectado, los cambios de una zona pueden influir en los cambios de todas las demás.
Las consecuencias del cambio climático incluyen ahora, entre otras:
- sequías intensas,
- escasez de agua,
- incendios graves,
- aumento del nivel del mar,
- inundaciones,
- deshielo de los polos,
- tormentas catastróficas
- y disminución de la biodiversidad.
El cambio climático puede afectar a nuestra salud, a la capacidad de cultivar alimentos, a la vivienda, a la seguridad y al trabajo.
Algunos de nosotros ya somos más vulnerables a los impactos climáticos, como las personas que viven en pequeñas naciones insulares y otros países en desarrollo. Serán los que primero sufran los impactos del cambio climático y tendrán menos herramientas para hacerle frente.
Condiciones como el aumento del nivel del mar y la intrusión de agua salada han avanzado hasta el punto de que comunidades enteras han tenido que reubicarse, y las prolongadas sequías están creando un riesgo de hambruna. Se prevé que en el futuro aumente el número de refugiados climáticos.
Las soluciones para estos problemas están a la vista y si bien las naciones comenzaron hace tiempo a hacerse eco de la necesidad de atacar en conjunto el cambio climático, puede ser que sea demasiado poco y demasiado tarde.
En principio, la responsabilidad por el cambio climático es despareja. Se estima que el 10% de los países producen el 68% de las emisiones de gases invernadero que están provocando el cambio climático. En ese orden, es necesaria la acción de todos los países pero también que aquellos que se hayan aprovechado más de esta situación hagan el mayor esfuerzo para aminorar su contribución al cambio climático.
La acción climática para resolver el cambio climático en conjunto requiere importantes inversiones financieras por parte de gobiernos y empresas. Pero la inacción climática es mucho más cara.
Un paso fundamental es que los países industrializados cumplan su compromiso de aportar 100.000 millones de dólares anuales a los países en desarrollo para que puedan adaptarse y avanzar hacia economías más ecológicas.
Especies en riesgo y peligro de extinción
Solemos pensar a las especies en riesgo de extinción como una consecuencia de la caza furtiva de animales, pero no es solo esa la principal causa. Fenómenos relacionados con el cambio climático son un peligro central.
La contaminación de ríos y mares, por ejemplo, es una manera en la que el hombre motorizó la extinción de especies animales. La deforestación y los métodos de agricultura y pastura agresivos contribuyeron no solo al cambio climático sino a la eliminación de los ecosistemas naturales que los animales consideraban su hogar.
Alrededor de 1 millón de especies animales y vegetales están en peligro de extinción en este momento en el cual la humanidad entera está tomando conciencia de la necesidad de tomar acción urgente para deshacer el daño provocado al planeta Tierra.
Y por la amplia biodiversidad que caracteriza a la Argentina, es también muy grande la cantidad de especies en riesgo que residen en el territorio nacional y que hay que proteger.
Según la Fundación de Vida Silvestre Argentina (FVSA) hoy suman más de 500 las especies amenazadas en nuestro país.
Te contamos cuáles son 10 de los animales autóctonos de la Argentina que están en serio riesgo de extinción.
1. Huemul
Se calcula que no hay más de 700 ejemplares dispersos entre áreas aisladas y fragmentadas de los bosques de lenga de la Patagonia andina y la estepa patagónica.
2. Yaguareté
Felino imponente, la caza y depredación hizo que desapareciera de los Esteros del Iberá, donde se lo está tratando de volver a llevar y proteger.
Actualmente se lo encuentra solo en la selva misionera, cuando en su origen vivía también en Jujuy, Chaco y Formosa.
3. Aguará Guazú
El Aguará Guazú es el zorro más grande de Sudamérica y vivía naturalmente en la zona del norte argentino, el Chaco Paraguayo, Bolivia y Perú. Conocido también como lobo de crin (el nombre de la especie es Chrysocyon brachyurus), el avance del hombre sobre sus tierras y la caza indiscriminada lo pusieron en notable peligro.
4. Ballena franca austral
Es el mamífero más grande de la Argentina, donde se la puede ver en la costa de Puerto Madryn todos los años, de septiembre a diciembre, cuando llegan a esa zona para aparearse. La caza indiscriminada la asoló desde el siglo XIX. Su población original se redujo hasta en un 90 por ciento.
Los científicos de la fauna marina creen que hoy solo quedan en el mundo 3.000 ejemplares en todo el mundo, de los cuales el 20 por ciento está en el mar argentino. Animal imponente que mide 15 metros y pesa 47 mil kilos (47 toneladas), y se puede avistar silenciosamente en botes que se le acercan en el sur argentino.
5. Cóndor andino
Habita las cumbres de los Andes Sudamericanos e incluso la costa atlántica de Patagonia, donde estuvo extinto por más de un siglo. Como carroñero, limpia el ambiente de focos de infección. El envenenamiento, por uso ilegal de cebos tóxicos en ganadería, ocasiona muertes masivas de esta emblemática especie.
6. Tatú Carreta
Uno de los animales más antiguos de Sudamérica, el tatú carreta o armadillo sobrevive en Argentina en la zona de bosques del Chaco y la selva misionera. Son solitarios y miden 1,30 cm pero con 50 de la larga cola.
Pese a ser uno de los animales típicos de nuestro país, su supervivencia está severamente amenazada por la pérdida de su hábitat natural y la caza indiscriminada. Se los busca por su carne exótica y exquisita, para vender a coleccionistas y para usar su caparazón como caja de resonancia. Actualmente está en situación de "peligro crítico".
7. Pingüino de Magallanes
A lo largo de la costa de la Patagonia argentina hay varias colonias donde se los puede ver en su hábitat natural. En Punta Tombo, Chubut, está la mayor reserva continental.
Pero es una especie amenazada por la contaminación de los mares por la extracción del petróleo y por la pesca indiscriminada. Las hembras están subiendo peligrosamente más al norte de la Patagonia para parir, alejándose de los machos, lo que aumenta su riesgo de supervivencia.
8. Pecarí del Chaco
Es el más grande los chanchos salvajes o jabalíes y llega a medir 1,10 metros. Vive en la región comprendida por las provincias de Chaco, Santiago del Estero, Salta y Tucumán.
Si bien es un animal de gran adaptación al lugar que le permiten sobrevivir en tierras polvorientas y muy secas, ha sido continuamente depredado. Su cuerpo es elegido como trofeo por los cazadores y su carne tiene una gran calidad para el consumo.
9. Mono Capuchino
El Sapajus Cay, popularmente denominado caí o capuchino, es el mono más popular de Sudamérica. En Argentina se los encuentra especialmente en Misiones, y se los puede ver en el Parque Nacional Iguazú. Aunque también sobreviven en Tucumán, Jujuy y Salta.
Tienen 45 centímetros y una cola prensil que enrollan en las ramas de los árboles para impulsarse y desplazarse. Están amenazados por el tráfico y el comercio ilegal.
10. Ciervo de los pantanos
El Blastocerus dichotomus o ciervo de los pantanos, es el tipo de ciervo más grande de Sudamérica: llega a 2 metros de largo y 1,20 de alto. Habita en los Esteros del Iberá, Corrientes, en las cuencas de los ríos Paraná y Paraguay, en la zona amazónica de Perú y en regiones de Bolivia.
La caza indiscriminada, así como los cambios ambientales impulsados por la cría de ganado, redujeron notablemente su población.