Río de Janeiro conmocionada: vecinos trasladan cuerpos a una plaza tras el operativo narco
Después del operativo policial más masivo en la historia de Río de Janeiro contra el Comando Vermelho, los vecinos de la favela Penha tuvieron que trasladar, en plena madrugada, cerca de 56 cadáveres a una plaza para reconocerlos.
Según O Globo, los cadáveres fueron extraídos de Vacaria, en la Serra da Misericórdia, escenario de los combates más violentos entre los narcos y la policía.
Traslado de los cuerpos y conmoción vecinal
A las 3 de la mañana, los residentes comenzaron a llevar los cadáveres a la plaza São Lucas, ubicada sobre la avenida José Rucas, en el corazón de la favela. Los cuerpos fueron transportados en camionetas y alineados sobre el suelo, generando una escena de profundo impacto. No está confirmado oficialmente si todos forman parte de los 116 presuntos criminales fallecidos reportados por el gobierno estatal.
Las imágenes muestran numerosos cuerpos cubiertos con plásticos o mantas manchadas de sangre, mientras los vecinos, usando guantes, recortaban prendas para poder identificarlos.
El silencio se apoderó del lugar mientras familiares levantaban los plásticos para reconocer a sus allegados. En otra de las fotos publicadas, se observa a los cuerpos alineados en ropa interior, rodeados por personas que los miraban y lloraban.
Un operativo de Bomberos se desplegó durante la mañana para retirar los cadáveres. Una mujer, acariciando el rostro de su hijo, se preguntaba: "¿Cómo pudo destruir tantas familias, tantas vidas, y salirse con la suya?". Otros vecinos confirmaron que aún quedan cuerpos en la cima de la colina, aumentando la angustia de la comunidad.
"¿Dónde está mi hijo?", clamaba otra vecina, mientras algunos habitantes denunciaban que varios hombres se habían rendido y aun así fueron ejecutados. "Nunca presencié algo así", comentó otro testigo. El secretario de la Policía Militar, Marcelo de Menezes Nogueira, confirmó a G1 que se investigará la situación de los cuerpos trasladados por los vecinos.
La operación policial
Cerca de 2.500 agentes de policía y militares participaron en la gigantesca operación, que terminó con 81 arrestos. Los tiroteos dejaron un saldo de al menos 116 presuntos delincuentes y cuatro efectivos fallecidos, aunque las cifras aún podrían variar. Helicópteros y vehículos blindados se desplegaron en las favelas Complexo de Penha y Alemão.
El Comando Vermelho, fundado en los años 70 por criminales y militantes de izquierda dentro de una prisión de Río, se ha consolidado como una amenaza nacional y trasnacional, con vínculos en Bolivia y contacto con grupos colombianos. Actualmente mantiene rivalidades con bandas como Terceiro Comando Puro y Primeiro Comando da Capital.
Edgard Alves de Andrade, alias Doca, lidera el CV en zonas como Complejo Penha, Gardênia Azul y Juramento, según la fiscalía. El gobernador Claudio Castro señaló en X que los presuntos criminales fueron "neutralizados" y que se incautaron 93 rifles y más de media tonelada de drogas.
La policía civil confirmó la muerte de cuatro agentes y afirmó: "Los ataques cobardes de los criminales contra nuestros agentes no quedarán impunes".
Un enfrentamiento sin precedentes
Durante la redada, los narcotraficantes utilizaron drones para lanzar granadas contra fuerzas especiales, activando detonadores desde la distancia. Publicaciones en redes sociales captaron columnas de humo y llamas surgiendo de las favelas, mientras integrantes del CV bloqueaban avenidas con micros, provocando importantes destrozos.
Grupos de defensa de los derechos humanos cuestionaron la brutalidad del operativo y la opacidad en los datos oficiales. "Exigiremos explicaciones sobre las circunstancias de esta acción, que convirtió nuevamente a las favelas de Río en escenario de guerra y barbarie", aseveró la diputada Dani Monteiro.
Aunque la Suprema Corte había impuesto restricciones a operativos en favelas en 2020, estas fueron levantadas este año, permitiendo acciones sin limitaciones cerca de escuelas o centros de salud. En 2024, las acciones policiales en Río de Janeiro dejaron aproximadamente 700 muertos, lo que equivale a casi dos víctimas diarias.
Respuesta del gobierno federal
El presidente Lula da Silva llamó a ministros para analizar la situación en Río tras la megaoperación. Se reunirá con el vicepresidente Geraldo Alckmin y funcionarios clave, mientras que Rui Costa coordinó con el gobernador Claudio Castro plazas en prisiones federales para trasladar presos de alto riesgo.
Por el momento, el ministro de Justicia descartó el envío de tropas federales, manteniendo la responsabilidad de la seguridad en manos del gobierno estatal.