POLÉMICA

Un empleado le robaba, lo despidió y ahora enfrenta un juicio laboral

El propietario de un comercio descubrió que dos empleados le robaban bajo la modalidad "hormiga", los echó y ahora enfrenta un juicio laboral
Por iProfesional
ACTUALIDAD - 15 de Diciembre, 2025

El dueño de un comercio de la ciudad atraviesa una situación compleja luego de haber detectado una serie de robos internos que, según relató, fueron cometidos por dos empleados en quienes confiaba plenamente. El caso no solo dejó un perjuicio económico relevante, sino también un fuerte impacto personal para el comerciante, que decidió hacer público lo ocurrido como advertencia para otros colegas del rubro.

Marcelo Scheidegger, titular del local Todo Suelto, contó que los hechos salieron a la luz tras notar faltantes reiterados de mercadería y revisar las cámaras de seguridad. "Esto en sí es un robo y no es un robo, porque me robaron mis propios empleados, y eso es lo que más me duele", expresó, al remarcar que la traición fue más difícil de asimilar que la pérdida material.

Según explicó, uno de los involucrados cumplía tareas de delivery y traslado de mercadería entre el comercio, ubicado en Hipólito Irigoyen al 1362, y los depósitos. Esa función le permitía manejar stock de manera habitual. Aprovechando que su vivienda estaba a pocos metros de los galpones, habría sustraído durante un largo período productos de bazar y limpieza, que luego sacaba sin levantar sospechas.

La maniobra se descubrió cuando Scheidegger comenzó a controlar con mayor detalle el movimiento de mercadería. "Me desvalijó prácticamente medio galpón. Son cosas que no se notan enseguida, pero cuando empezás a controlar, te das cuenta", relató. Al confrontarlo con las imágenes registradas por las cámaras, el propio empleado terminó reconociendo el hecho.

El comerciante detalló que el trabajador llevaba entre tres y cuatro años en el negocio y que percibía un salario mensual de $1.100.000, con pagos semanales de alrededor de $260.000. Según contó, el empleado justificó sus acciones diciendo que el dinero no le alcanzaba para vivir. Tras la confesión, Scheidegger decidió despedirlo, aunque luego el exempleado inició un juicio laboral, conflicto que aún sigue en curso.

Robo hormiga y segundo implicado

El caso no terminó allí. Scheidegger reveló que también detectó irregularidades cometidas por un segundo empleado, con más de 12 años de antigüedad, que estaba a cargo del depósito. En este caso, se trataba de episodios reiterados de lo que definió como "robo hormiga", entregando mercadería a terceros sin facturar.

Uno de los hechos más claros ocurrió cuando el comerciante encontró productos ocultos en el bolso de un cliente, con un valor cercano a los $60.000. "Ahí me di cuenta de que no era un error. Había cámaras, pruebas y situaciones repetidas", explicó. Frente a esa evidencia, le propuso al trabajador firmar la renuncia a cambio de 10 sueldos, pero el empleado se negó y volvió a presentarse a trabajar, lo que derivó en su despido.

Impacto personal y advertencia

Tras desvincular a ambos empleados, Scheidegger describió el impacto emocional que le generó la situación. "Prefería que me rompan una vidriera y me roben, antes de pasar por esto. Cambiar llaves, reorganizar todo, empezar de cero… es una carga emocional enorme", afirmó.

Además de las pérdidas, el comerciante tuvo que cambiar todas las cerraduras, reorganizar depósitos y reforzar controles internos. "Es una mala onda terrible y, bueno, a empezar de cero otra vez", resumió.

Finalmente, explicó que decidió contar su experiencia para alertar a otros comerciantes sobre la importancia de los controles, incluso cuando existe una relación laboral de muchos años. "Uno trata de que el trabajo sea una familia, de pagar bien y dar oportunidades. Pero cuando te golpean así, duele mucho", concluyó.

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