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Alberto F. volvió de España y empieza a definir su equipo económico: estos son los nombres que baraja

El candidato del Frente de Todos se maneja con tres grupos de asesores, conformado por economistas de diferentes perfiles. El nombre que pica en punta
09/09/2019 - 06:23hs
Alberto F. volvió de España y empieza a definir su equipo económico: estos son los nombres que baraja

Ninguno de los interlocutores de Alberto Fernández durante su paso por España se lo iba a plantear en público. Pero la cuestión merodeó en cada reunión que mantuvo con empresarios, y con la titular del Banco Santander, Ana Botín.

Los ejecutivos se mostraron ansiosos por los planes del principal candidato a presidir la Argentina a partir de diciembre. Sobre todo, respecto de la deuda y de su opinión sobre cómo piensa ordenar la economía, que ya lleva casi un año y medio a los tumbos, sin encontrar un ancla para la estabilidad.

Las mujeres y hombres de empresas ibéricos aguardaron una señal de a quién designaría Alberto F. al frente del Ministerio de Economía. El candidato dejó en sus exposiciones que en su gobierno mandará la racionalidad y no los sobresaltos. Y que la prioridad será que la economía vuelva al crecimiento lo antes posible.

Alberto F. ya dijo públicamente que no dirá el nombre de su ministro hasta después de las elecciones. Pero su debilidad se llama Roberto Lavagna. Es la persona a la que el candidato le confiaría el manejo de la economía si -como la gran mayoría supone- el 10 de diciembre llega a Balcarce 50.

Cuando en su reciente viaje a Madrid le volvieron a preguntar, el candidato respondió con la frase que ya convirtió en latiguillo cada vez que le consultan por un nombre propio: "No tengo idea de lo que tiene ganas de hacer Roberto", repitió, ahora, respecto de Lavagna. En tanto, el candidato de Consenso Federal salió a aclarar que no hubo contactos desde el Frente de Todos y que su objetivo sigue siendo llegar a la presidencia. 

Hoy en día, Fernández se maneja con tres grupos de asesores. Uno, más íntimo, con el que ha venido trabajando desde la época del grupo Callao, con Matías Kulfas y Cecilia Todesca. A ese grupo más cercano también pertenece Guillermo Nielsen.

Pero en la cabeza de Alberto F. funciona el modelo de Néstor Kirchner, que tenía un manejo radial del poder y de la toma de decisiones.

Por eso mismo, el candidato suele comunicarse, individualmente, con otro grupo de asesores de máxima confianza, a quienes toma en cuenta en sus discursos, pero con quienes no sigue el día a día.

Ahí figuran economistas con distinta trayectoria dentro del espacio kirchnerista: están Emmanuel Álvarez Agis, Arnaldo Bocco, Miguel Angel Pesce, Miguel Peirano y el ex presidente del Banco Central, Martín Redrado. Todos ellos dialogan al menos entre una y dos veces por semana con Fernández. Suele convocarlos por temas puntuales pero relacionados con la crujiente coyuntura.

El tercer grupo está formado por reconocidos economistas, incluso de distintas tendencias ideológicas y políticas. El arco es amplio: va desde los ex banqueros centrales kirchneristas Mercedes Marcó del Pont y Alejandro Vanoli hasta Carlos Melconian, con quien AF ya se juntó a desayunar al menos un par de oportunidades en las últimas dos semanas.

Nombres en pugna

Cerca del candidato cuentan que es cierto que a Alberto F. le cierra la idea de ser su propio ministro de Economía. El "estilo Néstor". Así fue durante la campaña, cuando pidió que no se tome como referencia lo que podrían opinar sus asesores. Y, más aún, cuando él mismo salió a explicar que habría que utilizar el dinero que se destina a sostener la bola de las Leliqs para financiar un aumento a las jubilaciones.

Esa idea recibió críticas por la aparente inconsistencia técnica del planteo. Pero a Fernández le permitió lo que buscaba: introducir a la crisis económica como eje de la campaña.

El asunto es si esta misma lógica podría llevarla a cabo en el día a día de un eventual gobierno suyo, en el marco de una crisis cada vez más severa.

Dentro del círculo más cercano al candidato coexisten dos posiciones. Una que menciona que el futuro ministro de Economía "va a ser alguien joven y disruptivo", al modo que fue para el kirchnerismo el lanzamiento de funcionarios como Peirano, Martín Lousteau o el mismísimo Axel Kicillof.Si ése fuera el esquema, Álvarez Agis tiene todas las fichas. Joven figura, el ex viceministro de Axel en la última época del gobierno de Cristina Kirchner, reforzó sus líneas políticas con el peronismo en los últimos años. Y, algo relevante para esta época, armó una red de contactos en Wall Street.

Álvarez Agis asegura que, después de pasar por la administración pública, no quiere volver a pasar por ese desafío. "Pero la política es la política, y si Alberto lo convoca será difícil negarse", afirma un "albertista" de la primera hora.

De hecho, fue lo que Fernández hizo con Nielsen. Cuando lo necesitó a su lado para sentarse con los enviados del Fondo Monetario, fue directo: "Guillermo, ¿vos querés dedicarte a la consultoría, a la docencia o a la política?". Nielsen le respondió por la última opción y, desde ese momento, acudió adonde lo convocó el candidato a Presidente.Respecto de Nielsen, la última versión sobre su futuro en el próximo equipo se relaciona con la chance de que se dedique al área energética.. O como ministro del área, o incluso como titular de YPF. El deseo de Nielsen es que lo dejen administrar Vaca Muerta.

El otro esquema que imaginan los más cercanos a Alberto F. tiene que ver con un ministro de Economía a la vieja usanza: un economista que centralice las decisiones. Un dibujo táctico despreciado tanto por el kirchnerismo como por Mauricio Macri. Nada de un ministro fuerte, poderoso.

El último de ese estilo fue Domingo Cavallo en los años ‘90. En pleno auge de la convertibilidad, el ministro llegó a disputarle espacios de poder al Presidente, lo que -más allá de las valoraciones sobre esa realidad- se hizo inaceptable tanto para Néstor y Cristina Kirchner como para Macri.

La cuestión a dilucidar ahora es si el próximo Presidente estará obligado a volver a ese esquema para enfrentar a la crisis.

Algunos lo plantean desde un costado eminentemente político. Como Omar Plaini, el número uno del gremio de los canillitas, uno de los primeros que se encolumnó con la idea de CFK de unir al peronismo. "Alberto tiene que recurrir a un ministro fuerte con un perfil industrialista. Al estilo de José Ber Gelbard durante los años ‘70".

Esa figura potente como requisito para un ministro de Economía es reivindicada por un sector relevante de dirigentes cercanos a Fernández y también por el empresariado. El establishment se quejó durante todo el gobierno de Macri de la ausencia de un interlocutor válido para que le solucione los problemas.

Al fin y al cabo, ésa es una de las funciones claves de un ministro con poder. Alguien que resuelva temas en el día a día de la gestión, que -de no hacerlo- traba la administración.

Es más: un dirigente empresario que lo conoce bien al candidato del PJ sugiere que el funcionario que designe Alberto F. debería ser alguien que conozca a fondo la manera de pensar y de moverse de los empresarios y que también conozca cómo funciona la economía real.

"Esta vez no puede ser alguien que provenga del mundo financiero", repiten cerca del candidato.

Uno de los dirigentes que estuvo con AF en las últimas horas antes del viaje a Madrid apunta que imagina a un economista con roce con el sector productivo. "Resulta clave darle una dosis de confianza a la producción, que viene golpeada desde hace varios años. Los empresarios necesitan un gesto fuerte", confía la fuente.

Un ministro con muchos desafíos

El ministro que asuma tendrá desafíos por todos lados: Fernández ya anunció que intentará un gran acuerdo de precios y salarios. También se viene una administración del comercio exterior. Y toda una batería de medidas en el rubro financiero.

Domingo Cavallo, guste o no, conocía al detalle el funcionamiento de la economía. Tenía decisión sobre los temas impositivos más pequeños hasta en la relación con los gremios o las privatizadas. O directamente con las finanzas. Y una cercanía con la dirigencia política. Con cada una de esos sectores podía tender puentes o pelearse. Pero tomaba decisiones todo el tiempo.

La pregunta que se formulan en el "círculo rojo" es si existe hoy en día una figura de ese calibre. Algunos empresarios pensaron en Miguel Bein, que tiene vasta trayectoria empresaria y conoce a la perfección los resortes de la City. Pero Bein, hasta donde se sabe, se mantiene al margen de la vida pública.

Para algunos hombres de empresas, Redrado también podría cubrir una vacante de ese calibre. Tiene contactos con banqueros centrales y con los organismos internacionales. También tejió una red con los empresarios; y mantiene una amplia relación con la política. La dificultad está en su vínculo con Cristina. La ex Presidenta fue quien lo mandó a echar del Banco Central en 2010.

Fernández repitió en reiteradas oportunidades que recién dará a conocer a su gabinete una vez que ratifique su triunfo en primera vuelta, el 27 de octubre. Suena lógico. Pero también lo es que, desde antes, dé señales más concretas del camino económico que piensa recorrer.