CIFRAS

Cuál es el porcentaje de sueldo con el que te jubilarás

La atención de un sector que crece en forma geométrica, frente a recursos cada vez más limitados. Cuál es el porcentaje de sueldo en la jubilación
ECONOMÍA - 02 de Marzo, 2020

El porcentaje de sueldo destinado a la jubilación es uno de los temas permanentemente debatidos respecto de los llamados regímenes jubilatorios y sistemas de pensiones. En síntesis y en todos los lugares del mundo es un problema de financiamiento del gasto.

El gasto en seguridad social es económica y políticamente cada vez mayor, por las variables intervinientes; pero los recursos, como en todo escenario económico son cada vez más escasos.

Aquí está el centro del problema: la atención de un sector que crece en forma geométrica y que merece protección especial, frente a recursos cada vez más limitados

Si bien el debate en el campo específico de los sistemas previsionales mundiales (jubilaciones y pensiones) se va apagando respecto de la discusión dicotómica entre los regímenes de ahorro (capitalización individual) o reparto asistido de administración estatal, aún parece no haberse advertido que aunque se pretenda sustituir la cantidad de prestaciones financiadas de forma solidaria por una financiación basada en el ahorro individual, esto no incide en la reducción del gasto. Por supuesto el gasto sigue creciendo.

El porcentaje de sueldo destinado a la jubilación es un aspecto clave de los regímenes jubilatorios y sistemas de pensiones

Todos los países (este es un problema mundial) siguen analizando y van llegando a la conclusión de que cambiar el sistema financiero no cambiará el problema del gasto a menos que ello conlleve una reducción de los niveles de prestaciones; pero la reducción de las prestaciones puede implicar retracción o supresión de derechos, con lo cual se tornaría ilegítimo.

En el esquema tradicional, los ingresos de las personas inactivas se tienen que financiar de un modo u otro a partir del PIB presente y en el marco de la masividad de los sistemas llamados contributivos. Las personas empleadas deberán financiar los ingresos asistenciales de las personas inactivas y jubiladas; esto, mientras tanto se siga manteniendo muy férreamente al colectivo del trabajo como pauta primordial de los sistemas contributivos, sin atender a mecanismos de universalización.

Es evidente que un mayor número de personas de edad avanzada hará aumentar los gastos en pensiones y en asistencia sanitaria en los próximos decenios; especialmente teniendo en cuenta el avance incesante de la ciencia médica que está logrando la drástica reducción de las enfermedades y consecuentemente un alargamiento sustantivo de la vida humana.

Esto –obviamente- es un problema mundial y por supuesto de nuestro país, con las particularidades que ello tiene en nuestro ámbito.

Porcentaje de sueldo en la jubilación: la clave de la fórmula

Un mayor número de personas de edad avanzada hará aumentar los gastos en pensiones

Una fórmula sencilla puede ayudar a ilustrar cuál es el origen del problema. En un sistema de reparto estable, las prestaciones que reciben los jubilados deberían ser iguales a las contribuciones que realizan los que se hallan activos en el mercado de trabajo; este es el paradigma de los sistemas llamados contributivos o bismarkianos. Las variables de ingreso-gasto dependen de los dos lados de la ecuación: de un lado, el índice de dependencia, que es el cociente entre el número de jubilados y pensionados y el número de trabajadores, el segundo término es la tasa de sustitución o tasa de reemplazo, es decir, el cociente entre las prestaciones medias y los salarios medios.

Esta medida de tasa de sustitución es lo que evidencia la situación de las jubilaciones y pensiones en un país y en un momento dado. No es más que la relación entre la jubilación y el promedio o el último haber (en los mejores casos); o sea cuánto representa la jubilación respecto del haber en actividad. El gran problema de los sistemas y el gran problema de los jubilados y pensionados.

El índice de dependencia se construye con el cociente de la cantidad de jubilados y pensionados y el número de trabajadores cotizantes en el denominador; mientras que la tasa de sustitución está representada por las prestaciones medias en el numerador y los salarios medios en el denominador.

Si recabamos los datos respecto de los valores del último mes de 2019, tenemos que relacionando la cantidad de cotizantes al SIPA con la cantidad de prestaciones (hay varias formas de medición, nos está arrojando un índice de dependencia de 0,79; es decir aproximadamente 1,25 cotizantes por cada integrante del sector pasivo. Esto de por sí y en este contexto da la pauta de la escasa y peligrosa relación del índice de dependencia.En cuanto a la tasa de sustitución vinculando los datos necesarios que surgen del valor de las prestaciones medias y de los salarios medios y de acuerdo los distintos sectores de la economía, ya que, por supuesto los salarios medios varían por actividad económica, las tasas de sustitución se encuentran en un rango que oscila entre el 31% y el 41% (en cifras aproximadas, según la metodología de cálculo).

Esto, por supuesto, debe aclararse, respecto de los regímenes generales, por cuanto, como se sabe y hoy por hoy es debate público los regímenes especiales, llamados de privilegio, tienen tasas de sustitución más elevadas que rondan, según el régimen al que nos refiramos entre el 80% y el 85%, del último valor referencial de la actividad; situación que puede variar en el futuro por el tránsito legislativo.

Obviamente, esto tiene que ver con la forma de cálculo de las prestaciones. Como sabemos el método del cálculo de las prestaciones del régimen nacional surge de la ley 24.241 que, proyecta y establece tres prestaciones dentro del haber jubilatorio: la PBU (Prestación Básica Universal) que es una prestación de suma fija que –hasta la suspensión de la fórmula de movilidad por obra de la ley 27.541- se actualizaba por dicho parámetro y dos prestaciones variables: Prestación Compensatoria (PC) y Prestación Adicional por Permanencia (PAP) que tienen que ver con la cantidad de años trabajados y con los haberes de los últimos 120 meses actualizados.

ANSES, sueldos, porcentajes, fórmulas y más cifras

Sueldo y jubilación: método de cálculo

Este método de cálculo (con todos los problemas que ha acarreado) no genera la posibilidad de que la tasa de sustitución pueda superar el 45% del promedio de los haberes actualizados.

Por supuesto, la situación es pero respecto de los trabajadores autónomos, dado que el cálculo de su haber en pasividad depende del promedio de las categorías aportadas durante toda la vida laboral, basadas estas categorías en rentas presuntas que jamás respondieron a la verdadera capacidad contributiva de los trabajadores independientes. Y ni hablar de los monotributistas.

Debe quedar claro: el nivel de las prestaciones fue instrumentado por la ley 24.241 que tuvo efectiva aplicación a partir del mes de julio de 1994. El mismo sector que gobierna actualmente, con el conjunto de las fuerzas políticas que votaron esa reforma, estaban plenamente advertidos (por lo menos así los creemos) de lo que se estaba generando.

Las soluciones no son fáciles, como vemos, pero hay que tomar las decisiones correctas y encaminadas a diseñar sistemas eficientes y sustentables.

Debe, necesariamente, observarse un cambio transcendente a partir del abandono de los sistemas contributivos puros. La relación entre cotizantes y pasivos se deteriora a nivel mundial sin atenuantes.

La población pasiva crece. Los pronósticos son que para dentro de no muchos años la población mayor de 60 años será de 1/3 del total mundial.Hay que diseñar sistemas de financiamiento que atiendan la geometrización del gasto.

Daniel G. Pérez, titular del Estudio Pérez, Fiocco & Asociados

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