Si bien la flexibilización de la cuarentena a nivel nacional está permitiendo que las empresas lentamente comiencen a retomar sus actividades -aunque se analiza en forma constante la posibilidad de dar marcha atrás-, el escenario productivo se encuentra casi paralizado y muchas pymes corren el riesgo de cerrar en mayo. Es en este contexto que solo 7 de cada 100 empresas en el país están operando con normalidad.

Esta cifra es de una reciente encuesta de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC), en donde quedó plasmada la profundidad de la parálisis causada por el coronavirus.

Según el informe, en relación a las operaciones que el comercio está realizando, el 56,1% de las empresas encuestadas dijo que se encuentra parcialmente operativa, el 36,9% no está realizando operaciones y el 7,0% continúa operando normalmente.

Otro dato muestra que para el 90,4% de los consultados, disminuyeron las ventas en pesos durante el mes de abril de 2020 respecto al mismo período de 2019, mientras que para el 4,3% no se registraron cambios y el restante 5,3% manifestó haber alcanzado un incremento en las ventas.

La consulta se focalizó en la actividad comercial durante el mes de abril

La CAC realizó durante las últimas semanas varias gestiones vinculadas con el acceso de proveedores a los depósitos y lugares de despacho de ventas. La encuesta contempló esta variable y concluyó en que para el 49,2% de los encuestados el abastecimiento por parte de los proveedores registró faltantes moderados, el 32,1% faltantes severos y el restante 18,7% indicó que fue adecuado.

Cómo será el escenario post pandemia

La percepción de cómo ven el futuro de sus comercios también fue reflejada en la medición. La mayoría de los consultados (38,6%) señaló que estima recuperar el nivel normal de actividad en un plazo dentro de los próximos 6 meses, seguido por aquellos que creen que eso ocurrirá dentro de un año o más (26,2%). Tres meses para su recuperación fue el plazo que siguió, con un 17,6%, mientras que el 9,6% piensa que no podrá recuperar el nivel previo al aislamiento.

Los cambios de operaciones y la adaptación a las nuevas tecnologías se vieron expresadas en las preguntas relacionadas con el canal de venta online. El 41,7% declaró no tener uno ni antes ni durante la cuarentena mientras que el 21,4% ya contaba con uno de forma incipiente pero con el aislamiento lo desarrolló aún más. El 20,9% ya operaba mediante un canal de venta online desarrollado y el 16% decidió abrirlo durante el mencionado período.

Para el 90,4% de los consultados, disminuyeron las ventas en pesos en abril

Sobre las expectativas a futuro, la Cámara dividió las respuestas en tres conjuntos: el primero consideró que la recesión económica impactará severamente en muchas empresas (en particular las pequeñas y medianas), quienes se verán forzados a cerrar sus puertas o enfrentarán grandes pérdidas (37,4%), otro grupo se limitó a expresar una gran incertidumbre sobre cómo será la realidad de las empresas tras el impacto del aislamiento (10,7%) mientras que una tercera parte afirmó que el futuro del sector privado estará signado por cambios en su forma de funcionar (51,9%).

Entre las modificaciones que se prevén, se detacan la profundización de los procesos de reconversión digital, el uso extendido del ecommerce, los nuevos canales de atención y medios de pago (47,5%); la reconversión de los procesos y protocolos al interior de la empresa y a lo largo de su cadena de valor (31,3%) y los cambios en el manejo y relación con el personal, mayores despidos, implementación del teletrabajo (21,2%).

La consulta puso el foco sobre la actividad comercial durante el mes de abril, y abarcó a organizaciones de todo el país y de diversos tamaños. Puntualmente las variables que se consultaron fueron la evolución de las ventas, posibilidad de pagos de alquileres, acceso a la asistencia estatal en materia laboral, abastecimiento por parte de proveedores y ventas online, entre otras.