El Gobierno todavía no definió la magnitud del próximo incremento en el precio de las naftas de YPF, pero hay un dato clave que permite tener idea de cuánto sería.

De acuerdo a una estimación del economista Hernán Letcher -del CEPA (Centro de Economía Política Argentina)-, la suba tendría que ascender al 8,4 por ciento.

El cálculo de Letcher se basa en el valor que mostraba el litro de nafta súper en enero de 2018 y su progresión hasta hoy, tomando en cuenta la evolución en el precio del petróleo tipo Brent (de referencia para el mercado argentino) y el tipo de cambio.

Según ese cálculo, el litro de nafta súper -que hoy YPF vende a $53,50- debería pasar a $58.

La estimación de Letcher indica que el precio teórico del litro de súper ya recuperó todo lo perdido en plena pandemia. El punto más bajo fue en abril último, cuando el valor del barril del Brent llegó a ser negativo, y el precio teórico (tomando en cuenta el costo del barril y el tipo de cambio) fue de $21,70.

Según el economista Hernán Letcher el litro de nafta súper -que hoy YPF vende a $53,50- debería pasar a $58

A partir de ese momento hubo una recuperación en ese valor teórico para llegar ahora al mencionado $58 por litro.

¿Se descongelan los precios?

"Tenemos algún problema con el tema de las naftas. Por ahora están congeladas, pero ahí tenemos un problema que estamos hablando con YPF", deslizó días pasados el propio presidente Alberto Fernández.

La idea que le llevaron desde la jefatura de YPF habla de un retraso en los precios de los combustibles. La intención es aplicar un primer aumento el primer día de septiembre. Se evalúa que sea inferior al 10%.

El Gobierno prefiere que la recomposición de los precios sea gradual para evitar un salto importante de la inflación de un solo golpe, en plena pandemia.

De todos modos, en la evaluación también pesa el hecho de que un movimiento en el precio de la nafta luego se traslada al resto de los valores de la economía, algo que sucedería en medio de la pandemia, lo que podría retrasar el grado de recuperación de la actividad.

Guillermo Nielsen, presidente de la petrolera estatal, también hizo una defensa del ajuste en los surtidores. "Peor que la nafta cara es que no haya nafta", dijo.

En términos de dólares, el precio actual de la nafta súper luce retrasado respecto de los valores históricos. Cada litro se acerca a los 70 centavos por dólar, por debajo del precio de un dólar por litro aceptado, en general, por la industria.

En la discusión que viene es inevitable atender a la evolución al precio del barril de petróleo a nivel internacionales. De los u$s19 dólares que, en promedio, costó el barril de tipo Brent durante abril (el peor momento de la pandemia a nivel global), se pasó a los actuales u$s46.

De acuerdo al pacto sellado entre el Gobierno y las petroleras, cuando el precio del barril Brent supera los u$s45 por diez días consecutivos se debe discutir un incremento en los precios de venta minorista de los combustibles.

"El sector energético necesita valores para invertir y seguir produciendo, porque YPF, que es el gran productor de petróleo y gas de la Argentina, se financia con el precio del surtidor, de lo que produce. Hay que evitar lo que pasó en años anteriores: si no podemos invertir terminamos importando petróleo y gas. Es una frazada corta, muy difícil de optimizar", argumentó Nielsen.