ANÁLISIS

Verano caliente tras la mega emisión de pesos: qué plazo tiene el Gobierno para evitar un fuerte impacto en inflación y dólar

Especialistas advierten sobre la necesidad urgente de contrarrestar el efecto de "la maquinita" en la economía. Qué medidas recomiendan
ECONOMÍA - 10 de Diciembre, 2020

Un informe reciente de la consultora IERAL de Fundación Mediterránea advirtió que la herencia monetaria de 2020, junto al paulatino desconfinamiento de la economía, acentuarán las presiones inflacionarias el año que viene. Esto, a pesar de que ya se prevé una reducción del déficit fiscal en el Presupuesto nacional 2021.

Sin embargo, esto podría empezar a ser un problema recién a partir de mediados de febrero próximo. Así lo anticipa Gabriel Caamaño, economista de la consultora Ledesma, quien afirma a iProfesional que "como en este bimestre la demanda monetaria suele registrar un pico estacional, el impacto de la emisión realizada en este último tramo del año se verá recién desde la segunda mitad de febrero".

Pero asegura que la posibilidad de que suceda está muy atada a lo que se haga de acá en delante. "Si se implementa una política más contractiva, los resultados pueden ser mejores", señala.

Un equilibrio delicado en diciembre

Caamaño explica que una parte de la emisión ya impactó en la inflación de diciembre (que se estima rondará el 3,9%) y el Gobierno ha implementado una serie de medidas restrictivas que le alcanzaron para llegar a este momento del año con un escenario con un equilibrio relativo.

Emisión de pesos: economistas piden una "política contractiva" para evitar una mayor inflación.

"Ahora se van a enfocar en lo social para pasar la segunda quincena de diciembre lo mejor posible, porque este es un mes que suele tener alta conflictividad en ese campo. Sin embargo, no estamos en un equilibrio estable porque este recorrido nos ha costado muchas reservas, se achicó mucho el superávit comercial y hay una parte de la cuenta corriente que no está funcionando bien, pero que se pueda mantener el camino está muy atado a lo que se haga de ahora en más", señala Caamaño.

Advierte que el problema que tiene el Banco Central es que este año ya emitió mucho, pero anticipa que es difícil que en enero aparezcan problemas producto de esto porque se incrementa desde diciembre la demanda de pesos, lo que genera un efecto estacional a favor.

No obstante, anticipa que, para evitar un efecto rebote futuro de la emisión, en enero ya debería reducirse y sería positivo empezar a ver contracción y absorción de pesos.

Menos pesos y más dólares (blue)

En igual sentido, el economista Fabián Medina señala que el Central está trabajando para sacar pesos de la calle a través de la emisión de letras y que está teniendo buenos resultados con esta estrategia. Prevé que va a continuar de esa manera y que esto permitirá contrarrestar el efecto inflacionario que podría traer la mayor emisión.

"Otro factor positivo va a ser que este mes se producirá una fuerte liquidación de dólares en el mercado negro para el pago de aguinaldo por parte de empresas que tienen divisas, lo que ayudará a bajar el precio del dólar blue", apunta Medina.

El mercado del dólar blue tendrá oferta renovada durante diciembre, por lo que anticipan un precio contenido.

En disidencia con lo que anticipan los economistas que participan del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que según él "vienen errando en sus pronósticos inflacionarios desde 2014" y proyectaron una inflación de entre el 3,3 y 4% mensual en el primer trimestre del año que viene, estima que ese índice será del 6% para los primeros tres meses de 2021 en total y que rondará el 30% para todo el año.

Medina considera que el nivel de emisión que se generó este año fue el suficiente para mantener el consumo a pesar de la pandemia y prevé que la emisión que se genere en los primeros cinco meses de 2021 servirá a pagar las deudas generadas durante este año. Luego de ese período, espera que ese caudal se vuelque al consumo.

Lo que es esperable es que, tal como lo pronostica IERAL en su informe, la demanda de dinero vaya descendiendo en forma gradual y que el Tesoro Nacional realice un mayor ajuste en sus cuentas fiscales o avance hacia mayores posibilidades de financiamiento.

Otro elemento clave será lo que suceda después del verano con el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que podría exigir límites a la emisión y determinar un nuevo sendero fiscal.

Por el momento, el Gobierno tiene a favor el sendero estacional de acá a febrero, lo que relaja la presión monetaria en la inflación.

Ahora queda por verse si en enero llegan acciones que ayuden a confirmar la contracción monetaria que evitaría un nuevo salto de los precios.

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