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Estudiá programación sin pagar y ganá sueldos de 1.000 dólares o más

Si bien a muchos le interesa estudiar programación por los altos salarios que se obtienen, a veces la carrera puede ser cara. Acá, la solución
06/05/2022 - 20:56hs
Estudiá programación sin pagar y ganá sueldos de 1.000 dólares o más

Los trabajos que se relacionan con la programación y el desarrollo de softwares y aplicaciones tienen cada vez más seguidores por diversos motivos: uno de ellos son los altos sueldos que se están pagando en este sector, y también los beneficios laborales que se pueden obtener

Pero hay un problema de fondo: la Cámara de Empresas de Software y Servicios Informáticos (Cessi) señaló el año pasado que el sector no llegó a cubrir los 15 mil puestos vacantes existentes. Hay trabajo pero faltan profesionales para realizarlos.

Un tema clave es que la formación de calidad en este rubro suele ser cara y muchas personas no pueden acceder a ella. Para dar una respuesta a esta situación, se crearon varias startups y academias con distinatas propuestas, como por ejemplo estudiar programación y desarrollo sin pagar durante la formación y recién cuando el egresado consigue trabajo empezar a abonar por las clases. Así y todo, al recibir los sueldos de 1.000 dólares en promedio, sus ingresos continúan siendo más elevados que la media.

A continuación, te mostramos tres startups que dan una posibilidad de formarse sin pagar.

Henry, a costo inicial cero

La startup argentina Henry cerró su Serie A de inversiones por u$s10 millones de dólares. Se trata de una academia que ofrece carreras de programación a costo cero inicial y los estudiantes empiezan a pagar por su formación recién cuando consiguen trabajo. "Esta ronda acelera el crecimiento de la empresa y nos permite abarcar más mercados dentro de Latinoamérica", indicó a Forbes Argentina Martin Borchardt, fundador de Henry.

Hay trabajo pero faltan profesionales para realizarlos

El modelo de Henry destaca porque recién cuando los estudiantes consiguen trabajo dentro del sector comienzan a pagar por su formación. "El salario tiene que superar los 500 dólares por mes, que por lo general lo superan. Una vez que lo consiguen, nosotros le hacemos una factura mensual del 15% de su ingreso. Esto es por dos años o hasta llegar a cuatro mil dólares. Cuando se llega a esa suma, el contrato se cancela", indica Borchardt.

En esa línea, el fundador de Henry comenta que el promedio salarial inicial de los egresados es de 1.200 dólares. "Pero varía bastante. Si lo contratan de Estados Unidos o Canadá está en 1.700 dólares. Y si es en Argentina es de u$s1.100", afirma. Y concluye en este tema: "Lo interesante es que aumenta muy rápido. Por los datos que vemos, al año ya puede superar los dos mil dólares".

Henry ofrece dos carreras cortas, intensas y de rápida inserción laboral: Desarrollo Full Stack y Data Science. Con una modalidad 100% digital y en vivo, nuevos talentos logran convertirse en programadores y data scientists para darle un giro de 180° a sus vidas. La formación es intensiva ya que dura 4 meses. Las currículas incluyen más de 800 horas de código y están diseñadas en conjunto con líderes y expertos del ecosistema tech.

Flevo, una startup con modalidad de préstamos

Hasta el momento es la única (y primera) compañía argentina financiada por 17Sigma, el fondo de inversión de Pierpaolo Barbieri que busca impulsar startups tecnológicas en América Latina que se encuentren en su fase inicial de crecimiento. "Es un honor increíble ser los únicos de Argentina elegidos por 17Sigma. Esperamos que sean muchísimos más", asegura Matías Cohen, fundador de Flevo a Forbes Argentina.

La empresa emplea a once personas y opera en toda Hispanoamérica. Ya financió a 200 estudiantes y proyecta superar los 5.000 créditos para fin de año. Sus fundadores, Matías, Antonio Fridman, Agustina Michelena y Alex Schwartz, tienen entre 28 y 35 años y quieren cambiar el paradigma de la educación no tradicional en la región.

En cuanto a la modalidad de los préstamos estudiantiles, Flevo ofrece múltiples opciones adaptadas a las necesidades de cada estudiante. Para determinar el plan de pagos, la compañía recolecta información sobre el estudiante, enfocándose en qué habilidades adquirirá y cuál será su potencial futuro.

Se crearon varias startups y academias con distinatas propuestas para que los jóvenes accedan a la carrera

La financiación tiene diversas modalidades: plan de pagos diferidos, cuotas y acuerdos de participación en los ingresos futuros del estudiante. Para generar el mayor impacto posible, Flevo apunta a capacitar a la fuerza de trabajo de la industria tecnológica. "En ese sector, el sueldo inicial está entre u$s 800 y u$s1.000 dólares. Y con una proyección muy importante a futuro", explican desde Flevo a Forbes.

Microverse no cobra hasta que consiguen empleo

Microverse es una escuela internacional de programación fundada por el mendocino Ariel Camus. Quienes ingresan deben dedicarse exclusivamente a las clases ya que las mismas son de lunes a viernes y en promedio duran ocho horas.

"En total son 10 meses y a quienes ingresan les pedimos que puedan dedicarse de forma exclusiva. Es una apuesta porque durante ese tiempo hay que encontrar la forma de sostenerse económicamente pero luego se ven los resultados porque los estudiantes obtienen empleos con remuneraciones altas", explicó Nicolás Kneler, manager regional para América Latina de Microverse.

Una de las características del programa es que durante todo ese tiempo no se paga por la educación recibida. No importa de dónde sea la persona, el costo de ingreso es cero y se mantiene así durante todo el proceso. Eso no quiere decir que sea gratuito ya que tiene un valor total de 15 mil dólares pero el mismo se abona una vez conseguido empleo. "Se paga 15% de un sueldo superior a los mil dólares y en promedio los alumnos tardan entre 3 y 4 años en hacerlo", comentó Kneler.

La startup comenzó en 2017 con 10 estudiantes y un equipo remoto de 12 personas de Asia, África, Europa y América. Hoy tiene más de 1.000 estudiantes en más de 130 países y persigue el objetivo de entrenar y conectar con trabajos remotos a más de 1 millón de programadores para el 2030.