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Alerta dólar: ¿hay un nuevo rebrote en la salida de divisas por el turismo?

La recaudación del impuesto PAIS en enero sugiere que la caída en la salida de divisas que se venía registrando en el final de 2022 podría estar terminando
07/02/2023 - 16:02hs
Alerta dólar: ¿hay un nuevo rebrote en la salida de divisas por el turismo?

Hay malas noticias en las entrelíneas de los números de la recaudación tributaria de enero: además de la caída del ingreso fiscal en términos reales -lo cual parece confirmar una ralentización en la actividad económica- hay otro dato inquietante para el ministro Sergio Massa: la recaudación del impuesto PAIS insinúa un nuevo repunte en la compra de dólares por parte del público.

Esto implicaría un quiebre de tendencia, dado que desde la adopción del "dólar Qatar" se había registrado una moderación en la demanda de divisas para turismo y pagos de servicios del exterior con tarjeta de crédito.

De hecho, desde septiembre en adelante, la salida de dólares por la cuenta "viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta" que informa en su balance cambiario el Banco Central, ha venido marcando una disminución continua, con caídas promedio de 15% cada mes. Y, en consonancia, las recaudaciones del impuesto PAIS también habían venido cayendo.

Pero en diciembre se registró una recuperación, y en el último informe de recaudación de enero esa suba se confirmó. La cifra de $34.689 millones que los argentinos pagaron por el cargo de 30% a la compra de dólares no sólo supera en términos reales al mes anterior, sino que también es más alta que la que se registraba en enero del año pasado, cuando todavía no se habían intensificado los desincentivos para viajar.

La cifra recaudada implica que en enero los argentinos gastaron $115.629 millones para comprar dólares, ya sea con fines de ahorro como para la adquisición de pasajes y paquetes turísticos o para pagar servicios online. Al tipo de cambio, esto implica aproximadamente u$s590 millones.

Como el rubro de compra de billetes para atesoramiento se viene manteniendo estable en torno de u$s120 millones por mes, esto podría implicar que en enero se haya registrado una demanda de unos u$s470 millones para turismo y pagos con tarjeta en el exterior.

Tras cuatro meses consecutivos de caída en la salida de divisas por turismo, se podría estar ante un cambio de tendencia

Restricciones y nuevo impulso turístico

De esta manera, el egreso de divisas retoma su impulso, al punto que se ubica otra vez en términos similares a los que se observaban hace un año. En aquel momento, la "fuga" por los turistas que volvían a viajar tras el receso forzoso de la pandemia ya se había constituido en uno de los principales motivos de preocupación para el Gobierno.

A finales de 2021, el Banco Central había decidido que no se podría financiar con crédito las compras de pasajes aéreos al exterior. Sin embargo, la medida no tuvo el impacto esperado y la salida de divisas por viajes continuó a todo ritmo. Fue por este motivo que llegaron nuevas medidas restrictivas.

Durante la breve gestión de Silvina Batakis, se aumentó diez puntos -del 35% al 45%- la percepción por Ganancias en las compras de servicios turísticos y en los pagos online. Pero tampoco fue suficiente: la fuga continuó subiendo, en medio de la turbulencia con el dólar paralelo. Y la perspectiva del mundial de Qatar con un estimado de 40.000 hinchas demandando divisas se transformó en tema de primer orden de la agenda económica.

Fue entonces cuando Sergio Massa anunció el "dólar Qatar", que incluyó una nueva percepción de 25% a Bienes Personales para todos los consumos con tarjeta de crédito realizados en el exterior que superen los u$s300.

El resultado de corto plazo, estuvo acorde a lo esperado, con una serie de caídas sucesivas en la demanda de divisas por parte del público minorista. Sin embargo, los analistas han puesto en duda que ese efecto pueda atribuirse íntegramente al disuasivo de la nueva percepción impositiva, sino también a otro efecto: como el "dólar Qatar" tuvo muchas semanas de discusión, los turistas habían adelantado decisiones de compra para eludir la nueva medida, y eso determinó que a partir de octubre se produjera una natural merma en la demanda de dólares para viajes.

Lo cierto es que, aun con el bajón registrado en el último trimestre, el rubro de turismo fue una piedra en el zapato de la gestión económica durante el año pasado. De hecho, los u$6.641 millones netos que se fueron por turismo -u$s7.232 de argentinos que viajaron, menos u$s544 millones que dejaron los extranjeros de viaje en el país- prácticamente neutralizan el superávit que dejó la balanza comercial.

El déficit turístico del año pasado ya equipara en cifras a lo que se observaba en la etapa previa a la pandemia, con el agregado de un dato fundamental: ahora, a diferencia de aquel momento, rige un firme "cepo" cambiario.

Y hay varios indicios de que, pese a las restricciones, la salida de divisas para el turismo continuará firme en 2023: los empresarios del sector manifestaron su sorpresa por el alto nivel de demanda de viajes a destino como Brasil, ya visible desde diciembre y con potencial de sostenerse hasta marzo.

Para Sergio Massa, este es el momento de mayor presión en el frente cambiario, con menores ingresos del agro y un exigente calendario financiero
Para Sergio Massa, este es el momento de mayor presión en el frente cambiario

El peor momento para los dólares

Desde el punto de vista de Massa, una reversión en la tendencia decreciente que venía mostrando la salida de dólares por turismo sería una noticia pésima. No sólo porque agravaría la crónica escasez de divisas y pondría en riesgo las metas comprometidas con el Fondo Monetario Internacional, sino además porque ocurre justo en el peor momento imaginable.

La sequía del campo obliga a recalcular a la baja el aporte de la exportación agropecuaria, en cifras que podrían llegar hasta u$s14.000 millones, según el informe difundido por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.

Para tener una dimensión de la crisis del campo, basta comparar el ingreso de u$s929 millones que dejó enero, contra los u$s2.400 que se registraban hace un año, en el contexto de exportaciones récord tanto por rendimientos como por precio.

Este verano, ya se contabiliza una caída de más u$s3.000 millones en las reservas brutas del Banco Central, que tras la breve tregua del "dólar soja" dejó de comprar divisas y otra vez tuvo que vender, por un saldo de u$s190 millones en el arranque del año.

Y, para empeorar la situación, el calendario de pagos al FMI hace que este año no habrá ingresos netos -como ocurrió en 2022, cuando los préstamos superaron a los pagos en u$s6.000 millones- sino que habrá que pagar casi u$s2.000 millones.

Esto hace que la obsesión de Massa para el corto plazo sea la consecución de divisas con las cuales cumplir las metas de acumulación de reservas por unos u$s4.800 millones. Es en ese marco que recobraron fuerza las versiones sobre un préstamo "repo" con bancos del exterior, para lo cual se podrían ofrecer como garantía los bonos de deuda soberana que se están recomprando en el mercado.

Y es también esa situación la que ha alimentado los rumores sobre una tercera versión del "dólar soja" a pesar de que, con solamente 5 millones de toneladas en las silobolsas, la ayuda de los productores sojeros ya está ingresando en una fase de rendimiento decreciente.

Por efecto de la sequía, en enero el campo aportó menos de u$s1.000 millones, una caída de 60% respecto del nivel de hace un año
Por efecto de la sequía, en enero el campo aportó menos de u$s1.000 millones, una caída de 60% de hace un año

Alivios que no alcanzan

Es claro que, en semejante marco, un rebrote de la demanda de dólares por turismo agravaría una situación de por sí inestable. El problema es que, después de haber adoptado una serie de medidas restrictivas por la vía impositiva y la del crédito, ya no quedan a mano muchos recursos para frenar esa salida de divisas.

El único consuelo en este rubro es el incremento en la entrada de dólares aportados por los turistas extranjeros que llegaron al país. Los u$s108 millones que dejaron los visitantes en diciembre han sido un alivio importante para las arcas del Banco Central.

No es que la afluencia de turistas haya explotado de golpe, sino que lo que recién ahora se está haciendo sentir es el cambio de regulación, que les reconoce a los extranjeros el tipo de cambio del mercado paralelo. De esta manera, los turistas dejaron de cambiar dólares en el mercado blue y empezaron a usar masivamente la tarjeta de crédito, lo que supone la captación de un ingreso por parte del BCRA.

El otro alivio en el balance cambiario es el ingreso por la venta de servicios profesionales. En diciembre alcanzó u$s53 millones, un volumen que el Gobierno quiere potenciar con medidas de estímulo para un mayor grado de "blanqueamiento" en las exportaciones de la economía del conocimiento.

Pero lo cierto es que, de momento, ni el ingreso de los dólares que aportan los visitantes extranjeros ni las ventas de servicios profesionales están en condiciones de empatar un boom turístico al exterior. Si se tienen en cuenta los antecedentes históricos, en años en los que se acumuló un retraso cambiario, la salida de dólares por viajes llegó al entorno de u$s10.000 millones.

Y la historia reciente también muestra que, más efectiva que los sobrecargos por percepciones impositivas, fue la devaluación la que provocó un bajón súbito en la salida de dólares por turismo.