La transferencia bancaria, se ha convertido en una herramienta financiera esencial en la sociedad moderna, simplificando el traspaso de fondos entre distintas cuentas bancarias. Esta práctica desempeña un papel fundamental en la ejecución de operaciones comerciales, el pago de facturas y la transferencia de dinero a seres queridos, entre otras cosas.

Estas transferencias pueden llevarse a cabo tanto dentro de la misma entidad bancaria como entre diferentes instituciones financieras, y pueden abarcar el ámbito nacional como el internacional, brindando una solución eficiente y segura para llevar a cabo transacciones financieras.

Quién paga impuestos en una transferencia bancaria

Respecto al pago de impuestos relacionados con las transferencias bancarias, generalmente recae en el destinatario de los fondos. El remitente no está directamente obligado a pagar impuestos en relación con la transferencia en sí.

Sin embargo, es importante destacar que el propósito o la naturaleza de la transferencia pueden influir en las implicaciones fiscales para el destinatario. Por ejemplo, en algunas jurisdicciones, las transferencias de dinero que se consideran ingresos pueden estar sujetas a impuestos sobre la renta.

Cuáles son las operaciones que pagan impuestos y qué impuestos se pagan

Por supuesto que no todas las operaciones mediante las que se transfiere plata pagan impuestos. Cuando recibas una transferencia, es importante tener en cuenta que vas a pagar los impuestos correspondientes según el origen de la transacción y tu condición fiscal.

No todas las operaciones mediante las que se transfiere plata pagan impuestos

Por ejemplo, si se trata de Impuesto sobre los Ingresos Brutos, es común que el banco retenga un porcentaje de la transferencia, generalmente alrededor del 2,5%. Sin embargo, la diferencia pendiente la abonás través de un Volante Electrónico de Pago (VEP), a menos que estés adherido al monotributo unificado.

Además, si la operación recibida corresponde a una venta comercial, vas a tener que emitir la factura correspondiente según las regulaciones impositivas aplicables.

Mientras que, por ejemplo, no se pagan impuestos para las transferencias que realicen usuarios finales de servicios financieros, tampoco si la misma persona humana o jurídica es la que que envía y recibe la transferencia o si se realiza la operación desde o hacia cuentas a la vista de uso judicial.

Límites de transferencia

En la actualidad, en Argentina, el importe máximo permitido para realizar transferencias se encuentra regulado en $125.000 a través de cajeros automáticos y $250.000 mediante plataformas de homebanking, según lo establecido por el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Si surge la necesidad de efectuar una transferencia por una suma que excede estos límites, existen dos enfoques posibles: uno implica una transferencia convencional que puede demorar un día hábil en procesarse, y el otro involucra un proceso previo de notificación al banco.

En esta última opción, se requiere comunicar al banco la fecha en que se llevará a cabo la transferencia, así como una estimación del monto a transferir. En algunos casos, es posible que te soliciten el CBU o número de cuenta del destinatario. Esta práctica es común en transacciones como la adquisición de vehículos automotores.

El importe máximo para realizar transferencias es regulado por el BCRA

En lo que concierne a la suma de dinero que se puede transferir sin requerir declaración en Argentina, no hay limitaciones legales establecidas. No obstante, es importante considerar las restricciones que cada entidad financiera o banco pueda establecer en cuanto a los montos de transferencia. En esta dinámica, las restricciones suelen aplicarse más a la cantidad de dinero que se recibe en lugar de quien efectúa la transferencia. Es decir, las limitaciones se centran en el receptor de los fondos.

Beneficios de las transferencias bancarias

Las transferencias bancarias ofrecen numerosos beneficios para los individuos y las empresas:

• Rapidez y eficiencia: son rápidas y se completan en cuestión de horas o incluso minutos, lo que las convierte en una opción ideal para transacciones urgentes.
• Seguridad: son altamente seguras, ya que implican autenticación y verificación rigurosas para prevenir el fraude.
• Amplia cobertura: pueden realizarse a nivel nacional e internacional, facilitando pagos a proveedores y familiares en todo el mundo.
• Registro financiero: proporcionan un registro detallado de las transacciones, lo que es útil para fines contables y de seguimiento financiero.
• Flexibilidad: los usuarios pueden programar transferencias recurrentes para pagar facturas o contribuciones ahorro de manera automática.