Grandes empresas esperan que el dólar se mantenga en una "mini banda", tras la última suba
En las últimas diez ruedas bursátiles, la cotización del dólar mayorista tuvo un salto del 8,6%. Nada menos. Pasó de $1.142 el 19 de junio a $1.240 el último viernes. Argentina fue el único país de la región que vio depreciar su moneda en términos reales en las últimas semanas.
La curva, por ahora, no debería provocar alarma. Cuando el Gobierno llegó a un acuerdo con el FMI y levantó el cepo para los minoristas, el dólar pasó a valer $1.200. Es decir, casi tres meses después, el precio del billete verde resulta apenas un 3,3% superior, menos que la inflación corrida en ese período.
¿Y entonces? Hay dos formas de analizar el mismo fenómeno. Por un lado, la saludable mejora del tipo de cambio real, que evita una apreciación que para la gran mayoría de los economistas -incluso los más cercanos ideológicamente al Gobierno- resultaba perniciosa.
Por el otro, el riesgo de que el equipo económico pierda credibilidad frente a los inversores. Está claro que el actual escenario cambiario es bien diferente al que Luis Caputo y su equipo promocionaban hasta hace pocas jornadas.
Tanto Caputo como Federico Furiase, director del BCRA, aseguraban que "estaba todo dado para que el precio del dólar baje hasta el piso de la banda cambiaria". En ese escenario, el Banco Central saldría a comprar dólares para las reservas. Algo promocionado por el propio Presidente.
Tras los movimientos -para muchos sorpresivos- del dólar en la primera semana del mes, en las compañías fabricantes líderes quedaron atentos a lo que pueda venir.
Empresarios del sector asumen que el tipo de cambio se mantendrá en una mini banda de entre $1.200 y $1.250, al menos hasta las próximas elecciones de medio término.
Las razones detrás de la suba del dólar
Entre los primeros cuatro días del mes, la cotización del dólar mayorista escaló 3,1%. Dicho de otro modo, en este inicio de julio, la suba diaria del tipo de cambio fue similar a la que antes registraba a lo largo de un mes.
La suba del dólar se dio en un contexto especial: en apenas cuatro jornadas, las liquidaciones del sector agroexportador alcanzaron los u$s1.500 millones. Ese volumen, que debería forzar una baja del tipo de cambio, no alcanzó ni siquiera para mantener equilibrado el valor del billete verde.
¿Cómo se explica este movimiento, que no estaba en los planes de nadie? Hubo al menos tres variables, que fueron sintetizadas por la consultora Facimex, en su último reporte a sus clientes, antes del fin de semana:
- La previsible caída estacional de las exportaciones del agro -que se verá reforzada este año- al haberse adelantado liquidación del segundo semestre el año, como producto de la baja transitoria de las retenciones.
- La evolución del crédito con tarjeta en dólares muestra que los gastos con tarjeta en el exterior se mantienen más elevados de lo habitual en esta época del año, posiblemente exacerbados por la Copa Mundial de Clubes de la FIFA.
- Los procesos electorales suelen motivar un aumento en la dolarización como cobertura ante la incertidumbre.
Según los analistas de Facimex, "si bien estos factores ganarán influencia en las próximas semanas, no esperamos que afecten el escenario de estabilidad al ser compensados por flujos de capital".
Dólar: cómo impactará en precios y la "mini banda" que miran las empresas
Las primeras listas de precios del mes que llegaron a las grandes cadenas de supermercados mostraron una estabilidad prácticamente total.
El rubro de los alimentos viene jugado a favor de la estrategia del Gobierno para mostrar un IPC más bajo. Fue clave, de hecho, en la medición de mayo, que dio apenas el 1,5%.
Para junio, las principales consultoras midieron una inflación de entre 1,8% y 2,0%, pero con los alimentos yendo unas décimas por detrás de ese promedio.
Como se señaló, empresarios del sector asumen que el tipo de cambio se mantendrá en una mini banda de entre $1.200 y $1.250. Tienen los costos armados con base en ese tipo de cambio; por eso mismo le están prestando especial atención a los movimientos en el mercado cambiario de los últimos dos días.
Nadie piensa que el dólar insinuará una corrección más notoria, pero lo cierto es que el foco está puesto ahí en relación con los precios de los alimentos.
La clave de que una suba moderada del dólar impacte poco y nada en las góndolas tiene una explicación: el panorama de ventas pinchadas y expectativa de inflación tranquila, con una leve tendencia a la baja, redunda en que las empresas líderes se muestran muy cautas a la hora de armar las listas de precios en el arranque del mes.