La inversión para huir del riesgo argentino y cubrirse de un salto del dólar a la que apuesta la City
El miércoles pasado, la Reserva Federal aplicó el primer recorte del año de 25 puntos básicos y llevó la tasa de referencia al rango de 4% a 4,25%. El movimiento ya era anticipado por los mercados, que descontaban con más del 90% de probabilidad un sendero de bajas.
El dot plot reveló que 10 de los 19 miembros del FOMC prevén dos reducciones adicionales en lo que resta del año, lo que implicaría nuevos ajustes en octubre y diciembre. La mediana de las proyecciones ubica la tasa en 3,6% hacia fines de 2025, con un camino descendente que convergería en torno al 3% en 2028.
Pese a esto, el dilema que enfrenta Jerome Powell es desafiante. El mercado laboral muestra deterioro, con una tasa de desempleo que subió al 4,5%. Al mismo tiempo, la inflación sorprendió con un alza de 0,4% mensual y un acumulado interanual de 2,9%, por encima de la meta de 2%. A pesar de este panorama, la Fed decidió retomar el ciclo de bajas iniciado en 2024, priorizando la necesidad de evitar un enfriamiento excesivo de la economía.
Rotación y tres carteras modelo
La idea de apostar por CEDEARs surge a partir del frente local, el cual, muestra una situación cada vez más frágil.
¿Qué es un CEDEAR? Se trata de un Certificado de Depósito Argentino, un instrumento financiero que posibilita invertir en acciones de empresas extranjeras, como Tesla, Apple o Amazon -solo por nombrar algunos ejemplos- desde el mercado local argentino y con pesos argentinos.
Las ventajas son que no se necesita abrir una cuenta en el exterior y que la cotización de un CEDEAR, además de estar influenciada por el precio de la acción subyacente en el mercado extranjero, responde al tipo de cambio del dólar en Argentina.
En este contexto de bajas de tasa, desde la consultora especializada en inversiones Allaria ponen a sectores como Consumo Discrecional y Tecnología al tope de las preferencias, con Energía, Salud y Consumo Básico como apoyos. El último rebalanceo incorporó nombres como Adobe, Medtronic, Trip.com, MercadoLibre y Target, mientras que salió de Globant, Tesla, Vale y Chevron.
Las tres carteras modelo reflejan distintos perfiles de riesgo.
La cartera Momentum está orientada a maximizar retornos con papeles de alto beta como Jumia, NIO, Riot, Roku y Hut 8. Implica un riesgo del 31%. En 2023 trepó más de 45% en dólares, aunque corrigió más de 20% en tres meses en 2024 con la suba de tasas.
La cartera de Mínima Volatilidad se construye para perfiles defensivos con títulos como Verizon, Colgate, P&G, Meta y TotalEnergies. Su riesgo se reduce al 9% con dividendos del 2%. En 2024 retrocedió apenas 4% en plena corrección y cerró con ganancias de 8%. Entre 2022 y 2023 acumuló rendimientos estables de entre 10% y 12% anualizados.
La cartera de Máximo Dividendo busca ingresos en dólares con Mondelez, Pfizer, Vale y Altria. El dividend yield alcanza 6%. En los últimos tres años entregó retornos de entre 15% y 20% anualizados, sostenidos por flujos de dividendos regulares.
Los CEDEAR elegidos para el último trimestre del año
IOL invertironline también resalta la importancia de los CEDEARs bajo este contexto de incertidumbre. La apuesta más fuerte se concentra en MercadoLibre, que mantiene liderazgo regional en e-commerce y fintech. Google aparece como otra opción relevante, con valuaciones más razonables y un crecimiento del negocio de Cloud cercano al 28%. Adobe completa el podio tras integrar IA generativa en su suite creativa, con un rebote de márgenes que vuelve atractiva la acción.
Para diversificar el set se suman los ETFs IEUR, enfocado en Europa, y EEM de mercados emergentes, con fuerte peso tecnológico asiático y un impulso creciente desde India. En la parte defensiva, IOL propone el ETF XLV de Salud, sector que muestra utilidades en expansión a doble dígito.
Un portafolio recomendado tras la baja de tasas
El informe de Criteria, elaborado por Flavio Castro, anticipaba el movimiento de la Fed y su impacto en el apetito por riesgo. El S&P 500 ya había subido más de 30% desde los mínimos del año y las 7 Magnificas reportaron crecimientos de ganancias superiores al 25%, con la totalidad de las compañías sorprendiendo en EPS.
Criteria advierte que el valor no se agota en ese grupo. Resalta a Booking Holdings, que incrementó ingresos 16% interanual y reservas aéreas 44%, y a Cisco Systems, que superó expectativas con ventas de u$s 14.700 millones y pedidos de infraestructura de IA por más de u$s 2.000 millones.
El portafolio de CEDEAR propuesto por Criteria equilibra crecimiento, defensivos y cobertura. La distribución es la siguiente.
- Google 17%
- Visa 16%
- Microsoft 10%
- XLV Health Care 10%
- Cisco 7%
- Booking 7%
- Nvidia 7%
- Amazon 7%
- XLE Energía 7%
- XLK Tecnología 7%
- Berkshire Hathaway 5%
La tendencia por la preferencia por activos de mayor riesgo queda clara tras el recorte de la Fed. Big Tech y pagos funcionan como de crecimiento. Salud y energía actúan como defensivos. Berkshire aporta calidad y estabilidad en un escenario internacional aún volátil.
Para el inversor argentino
A partir de las recomendaciones de las principales ALyCs de la City surgen 5 alternativas para los distintos perfiles inversores -que, además, podrían mezclarse entre sí para que cada uno tenga su portafolio hecho "a medida"-
- Asegurar cobertura con CEDEAR de SPY y GLD para blindarse ante shocks.
- Apostar al ciclo de inteligencia artificial (IA) y semiconductores con Google, Adobe, Nvidia y Palantir.
- Tercero, sumar LatAm a través de MercadoLibre y Vista Oil más el ETF EWZ de Brasil.
- Incorporar defensivos que paguen dividendos con Pfizer, Mondelez, Altria y XLV.
- Diversificar geográficamente mediante IEUR y EEM para reducir la dependencia al riesgo Estados Unidos.
¿Cómo queda el mapa inversor ahora?
El recorte de la Fed y la presión creciente sobre el BCRA definen un doble desafío para el inversor argentino. En Estados Unidos, la expectativa de tasas más bajas habilita múltiplos más altos para acciones internacionales.
En Argentina, el esquema de bandas empieza a resquebrajarse. A poco más de 20 ruedas de las elecciones de medio término, el BCRA volvió a desprenderse de dólares y el atractivo del carry trade comienza a esfumarse.
Ante esto, Allaria ofrece un menú de carteras diferenciadas para cada perfil. IOL suma picks selectivos y foco en diversificación. Criteria completa el mapa con un portafolio que mezcla Big Tech, pagos y defensivos. Cinq Capital advierte que la intervención del Central puede derivar en un ciclo de retroalimentación negativa que aumente la incertidumbre y alimente las corridas.
Y es que, en un mercado donde el BCRA se ve obligado a vender dólares para sostener un techo cada vez más cuestionado, la City toma partido. De esta forma, los CEDEARs se consolidan como el vehículo preferido para dolarizarse, diversificar y hacer frente a un 2025 que promete ser tan volátil como decisivo.
El dólar en alza suma presión al esquema de bandas del Gobierno
El 17 de septiembre, BCRA informó que las reservas brutas cerraron en u$s 39.777 millones después de vender u$s53 millones para defender el techo de la banda en $1.474,5.
El dólar minorista promedió $1.489,99, prácticamente en el límite superior de la zona de flotación.
Las tasas de referencia reflejan la tensión. La TAMAR se ubicaron en 43,69% TNA y la BADLAR en 43,38%. Con este nivel de tasas, el carry trade promete retornos cercanos al 4% mensual mientras la devaluación implícita en la banda es de apenas 1%.
Pero esa diferencia comienza a erosionar la credibilidad del esquema y empuja a los inversores hacia los activos dolarizados.
El análisis de Cinq Capital fue contundente. Señaló que el BCRA vendió dólares por primera vez desde la salida del cepo y la implementación de las bandas. Se colocaron u$s53 millones al tocar el techo en $1.474,5. El Central cuenta con unos u$s 16.000 millones para defender la divisa, aunque el número de hoy ya resulta relevante. A un ritmo lineal se perderían u$s1.400 millones en las 26 ruedas que faltan hasta las elecciones, aunque es probable que la intervención se incremente en la semana previa.
Cinq advierte sobre el riesgo de un ciclo de retroalimentación negativa donde el Gobierno defiende las bandas cueste lo que cueste, pero el drenaje de reservas incrementa la incertidumbre sobre la sostenibilidad del esquema y la capacidad de repago. Pan para hoy y hambre para mañana, con la posibilidad de espiralizar el riesgo país y desatar una corrida contra el peso.