Referente de Wall Street, optimista: prevé éxito económico para Argentina

Nouriel Roubini señaló que, en vísperas de las elecciones legislativas en Argentina, los comentarios sobre las perspectivas económicas y financieras del país eran excesivamente pesimistas. Con un gran volumen de deuda externa que vence en 2026, señaló que gran parte del mercado creía que el programa de estabilización basado en el tipo de cambio —que buscaba permitir que la moneda se deprecie a un ritmo menor que la inflación— había generado una fuerte sobrevaloración del peso y un déficit externo que inevitablemente desembocaría en una nueva crisis.

La diferencia del caso de Javier Milei con Carlos Saúl Menem y Mauricio Macri

Pese a lo descripto anteriormente, el especialista sostuvo que ese consenso estaba lejos de la realidad. Tras haber estudiado las crisis monetarias en mercados emergentes y seguido de cerca las políticas argentinas, señaló que el caso actual se diferenciaba notablemente de los episodios fallidos del pasado, como los de Carlos Menem (1989-1999) y Mauricio Macri (2015-2019).

De acuerdo con su análisis, el presidente Javier Milei aprovechó su victoria electoral de 2023 para aplicar "las políticas de austeridad fiscal y reforma estructural más estrictas de la historia del país". Durante 2024, el ajuste fiscal primario (sin contar los pagos de intereses) alcanzó el 5% del PBI, lo que —según el economista— "sentó las bases para una recuperación sólida tras una leve contracción inicial".

Según su publicación en project syndicate, recordó que, si bien el peso argentino podía encontrarse levemente sobrevaluado debido a la falta de un régimen monetario totalmente flexible, el déficit de cuenta corriente seguía siendo reducido. A su entender, si Argentina lograba recuperar el acceso a los mercados financieros internacionales, podría refinanciar su deuda externa y, una vez despejada la incertidumbre política, atraer grandes flujos de inversión extranjera directa de hasta 70.000 millones de dólares, que incluirían la financiación de un centro de datos de OpenAI valuado en 25.000 millones.

También remarcó que la inflación había caído drásticamente, pasando de niveles superiores al 100% antes de la elección de Milei de alrededor del 30%. En ese contexto, consideró que el problema de Argentina era de liquidez, no de solvencia.

Durante los meses previos a las elecciones legislativas, la incertidumbre política y los buenos resultados del peronismo en Buenos Aires habían generado nerviosismo entre los inversores. A dicho escenario se le sumó un par de escándalos de corrupción y errores tácticos por parte de Milei, el peso se había debilitado, tuvo como consecuente la caída del peso, suba de tasas de interés y ampliación del riesgo país, a pesar de las intervenciones del Gobierno para mantener el tipo de cambio dentro de una banda establecida. Según explicó, si la oposición lograba un poder de veto en el Congreso, el programa de reformas de Milei podía desmoronarse.

Ante esa situación, Milei gestionó y obtuvo una línea swap de 20.000 millones de dólares del Tesoro de Estados Unidos, una medida que el economista calificó de "controvertida pero efectiva". Ese apoyo, aclaró, estaba condicionado a que el mandatario lograra mantener su mayoría legislativa. "Al centrarse tanto en la incertidumbre electoral, los vínculos políticos de Milei con el presidente estadounidense, Donald Trump, y un tipo de cambio sobrevalorado, los comentaristas financiero habían ignorado la promesa de sus radicales reformas fiscales y de otro tipo", aseguró.

"Ahora, por primera vez en mucho tiempo, Argentina puede escapar de las políticas que la han llevado repetidamente al impago de la deuda y a una inflación elevada. Después de que la última administración peronista llevara al país al borde de una espiral inflacionaria y de otro impago, Milei empezó a limpiar el desastre con una eficiencia implacable. Aunque muchos han criticado su enfoque draconiano, los resultados de las elecciones de octubre demuestran que el pueblo argentino prefiere el dolor económico a corto plazo al retorno de las políticas peronistas", agregó.

Con la victoria de los partidos aliados en ambas cámaras, el especialista aseguró que la percepción del mercado cambió radicalmente. Milei ahora se pondría en contacto con otras fuerzas "moderadas" para continuar con su programa por la vía legislativa, en lugar de recurrir a decretos, empezando por la reforma laboral y fiscal. "Una mayor liberalización económica atraerá entonces una oleada de inversiones nacionales y extranjeras, lo que garantizará un fuerte crecimiento económico en el futuro", aseguró

Según Nouriel Roubini, Milei sabe que la dolarización es "inviable"

En su análisis, el economista reconoció que el régimen cambiario deberá flexibilizarse gradualmente, pero rechazó tanto la idea de una flotación total inmediata como la de una dolarización completa, a la que calificó de "inviable". Propuso, en cambio, un régimen de tipo de cambio administrado dentro de una banda amplia, combinado con metas sobre agregados monetarios que permitan mantener la competitividad y evitar desequilibrios externos.

"La dolarización podría provocar una volatilidad excesiva del tipo de cambio, especialmente una vez que se eliminen por completo los controles de capital, mientras que la segunda -respaldada por importantes medios de comunicación como el Wall Street Journal- ni siquiera es viable, ya que Argentina no cuenta con suficientes reservas de divisas. Milei, un libertario declarado, puede haber coqueteado con la dolarización total en el pasado, pero ahora reconoce que, en verdad, no es una opción", advierte.

Por último, mencionó que la reacción del mercado a las elecciones de octubre confirma que los inversores están de acuerdo con la estrategia de Milei."El pánico previo al día de las elecciones no tenía que ver con él, sino con la perspectiva de un regreso del peronismo. Una vez superada la reciente incertidumbre electoral, Argentina tiene ahora un camino claro hacia la estabilidad política", enfatizó

"Probablemente veremos ingresos importantes de IED, lo que permitirá acelerar el crecimiento con el tiempo. Argentina podría incluso convertirse en un modelo para el tipo de reformas económicas orientadas al mercado y medidas de austeridad fiscal que se necesitan en otras economías latinoamericanas, como Chile, Brasil y Colombia, donde se celebrarán elecciones en los próximos años", concluyó.