ANÁLISIS

Balance de la economía porteña 2025: muchos perdedores y ¿hubo ganadores?

La Ciudad de Buenos Aires está atada a la suerte de la política macroeconómica nacional, y es un fiel reflejo que está funcionando mal
Por Raúl Sánchez (*)
ECONOMÍA - 22 de Diciembre, 2025

Pasados dos años de gestión del gobierno de Jorge Macri en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y en lo que respecta al desarrollo de la actividad económica podemos tener algunas certezas que retrasaron una vez más el crecimiento de nuestra ciudad:

  • No hay plan de desarrollo económico, no se trabajó en el Plan de Desarrollo Económico 2020-2025 y no hay indicios de estar elaborando uno para el mediano plazo.
  • Desde el punto de vista institucional, el Gobierno de Jorge Macri demoró meses en sustituir al renunciado ex ministro de Desarrollo Económico, Robero García Moritán, llegando al ridículo de tratar el presupuesto del área para el 2025 con el cargo de ministro vacante.
  • Para el 2026 el presupuesto del área de Desarrollo Económico comprende el 0,3% del gasto público total de la Ciudad, siendo la jurisdicción con menos presupuesto; incluso, hay una caída del 40% del gasto real interanual, y para el 2026 se eliminan 9 programas y se crean solo dos.

No es de sorprender que los resultados de la actividad económica de la Ciudad sigan dependiendo de los resultados de la macroeconomía nacional como consecuencia de la falta de estrategia local, que debería adecuarse a la dinámica económica nacional (idea y concepto diferente al de "depender").

Los datos del 2025 muestran una mayor retracción de la actividad económica a medida que avanza el año, que trae como consecuencia una caída de la recaudación tributaria en términos reales del 31% en septiembre 2025 respecto al 2023, siendo el Impuesto a los Ingresos Brutos, tributo que es fiel reflejo de dos aspectos de la economía, nivel de actividad y facturación, donde más se evidenció la baja.

La menor actividad incide en el empleo: 310.000 porteños son el total de desocupados y subocupados (18%) en el segundo trimestre del 2025, todas cifras superiores al 2024 y 2023. Desde la asunción de Javier Milei como presidente, CABA fue una de las jurisdicciones que tuvo un descenso en el empleo registrado de 20.400 puestos de trabajo, a los que hay que sumar los del sector público y amas de casa.

La Cámara Argentina de Comercio (CAC) alertó en su tradicional relevamiento sobre las principales avenidas comerciales que entre mayo y junio aumentaron 40% la cantidad de locales comerciales desocupados/vacíos respecto al 2024. La pregunta es: ¿Quién va a invertir en montar un negocio si los ingresos reales de las familias disminuyen y, por ende, disminuye el consumo masivo?

Problemas económicos de arrastre

En materia de turismo, la Ciudad lleva casi dos años de caída en la ocupación hotelera, con un leve repunte en septiembre de 2025 respecto al 2024 pero de caída si se compara con el 2023. Este dato es consecuencia de dos factores: la caída del salario real en el caso del turismo interno y la pérdida de competitividad cambiaria para el turismo receptivo internacional. Hay que agregar el impacto que tiene esta actividad en la gastronomía, actividades culturales, esparcimiento e industria textil nacional.

La falta de una estrategia y un plan de desarrollo productivo en la Ciudad lleva a improvisaciones permanentes y negativas. CABA pierde terreno con otras ciudades latinoamericanas en el sector informático; en el último año hubo una retracción del 15% en el consumo de las cafeterías de especialidad (fenómeno que iba a suceder como pasó con la cerveza artesanal en su momento) y podríamos seguir enumerando.

En el libro "La Ciudad Posible. Innovación y Políticas" (Editorial Punto de Encuentro) afirmamos que este diagnóstico se arrastra desde el 2017, cuando pasó a segundo plano el desarrollo de una política productiva y emprendedora por parte del Gobierno de la Ciudad.

Por si falta un dato, el índice de GINI, que mide la desigualdad económica, nos muestra en el segundo trimestre del 2025 que los hogares del norte de la Ciudad duplican su ingreso per cápita respecto a los del sur; el coeficiente de toda la Ciudad alcanzó 0,424, aumentando levemente respecto al trimestre anterior.

Se amplió la brecha de desigualdad de los que tienen más recursos respecto a los de menores recursos, como así también la desigualdad de género. Solo para tener una idea: la desocupación en toda la Ciudad es del 7,7%, pero en la zona sur de CABA alcanza el 10,5% y en las mujeres del 8,8% (ambas por encima del promedio).

La Ciudad produce un producto bruto per cápita 189% superior a la media del país, lo que debería ser punto de partida para alcanzar mayores niveles de igualdad y tasas de pleno empleo.

La Ciudad de Buenos Aires está atada a la suerte de la política macroeconómica nacional, y es un fiel reflejo que en los tres planos de análisis económico (macroeconomía, microeconomía y meso economía) está funcionando mal, perjudicando el desarrollo integral de las familias porteñas. Sobran recursos, pero faltan planes e ideas.

(*) Director del Centro de Estudios de Desarrollo Económico (Cedeam) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.

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