¿Qué va a pasar con el RIGI?: el Gobierno define si continúa en 2026 o ya cumplió su ciclo
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El Gobierno se encuentra ante una inminente definición sobre el futuro de una de sus herramientas de política económica más celebradas en el sector privado: el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). A pesar de su "extraordinario éxito", la administración debe decidir si prolonga el esquema más allá de su vencimiento previsto en julio de 2026.
La discusión que se anticipa deberá zanjarse durante el verano, demostró ser una herramienta eficaz para contrarrestar la percepción de las empresas sobre el "riesgo argentino", a pesar de lo cual en la Casa Rosada la percepción es que el régimen, ya con 27 proyectos en marcha, puede haber cumplido su etapa inicial de shock de confianza.
El RIGI fue lanzado con el objetivo de reactivar la inversión en proyectos de gran escala, ofreciendo un marco de estabilidad fiscal y cambiaria, lo que sumado a la eliminación de retenciones en algunos sectores y a procedimientos administrativos más ágiles, está generando un mejor clima de negocios y de inversiones.
El Secretario coordinador de Energía y Minería, Daniel González, destacó en su reciente balance que el régimen está siendo "extraordinariamente exitoso", al expresar: "Hoy contamos con más de 27 proyectos presentados, mitad de energía y mitad de minería, y varios más en carpeta", precisó al subrayar la rápida respuesta del sector.
¿El RIGI cumplió su ciclo?
La herramienta logró atraer capitales en áreas estratégicas como Vaca Muerta y la minería, generando la confianza necesaria para que grandes actores, como la llegada de Continental al shale, se concreten.
El RIGI se diseñó con un horizonte temporal, y su vencimiento en julio de 2026 obliga al Ejecutivo a una definición clave sobre su continuidad. González confirmó que la discusión formal aún no comenzó, pero no tardará en llegar. "La decisión debería tomarse este verano", afirmó. Su posición personal, sin embargo, es en favor de prorrogar el RIGI.
"Si me preguntan a mí, mi recomendación va a ser que sí". La decisión final, aclaró, será tomada por el gabinete económico y el presidente Javier Milei.
El régimen "refleja el modelo económico al que aspiramos: sin retenciones, con impuestos más bajos y procedimientos ágiles." La prolongación del RIGI sería interpretada por el mercado como una señal de que el modelo económico de desregulación y baja presión impositiva no es una política transitoria, sino la nueva arquitectura productiva de la Argentina.
Normalización del sistema energético
La discusión sobre el RIGI se enmarca en un proceso de "normalización del sistema energético argentino", según González. El funcionario destacó la drástica reducción de subsidios a la energía, que pasaron del 1,5% al 0,5% del PBI en un año, una medida que no es solo fiscal sino que busca ordenar el sector e incentivar la inversión privada.
Otras claves del balance de gestión que refuerzan el entorno para las grandes inversiones incluyen la desregulación de la industria de los hidrocarburos, para lo cual se eliminaron retenciones al crudo convencional y se consolidó la venta por paridad de exportación, eliminando el "barril criollo" y brindando "señales claras y estables".
También se busca retirar gradualmente a las empresas estatales ENARSA y CAMMESA del centro del mercado de gas y electricidad, respectivamente, promoviendo que los productores contraten directamente con privados.
El Gobierno celebra el éxito inicial del RIGI como un catalizador de inversiones, la decisión de prolongarlo definirá si la batería de incentivos se convierte en una política de Estado permanente para el sector de grandes capitales, o si, tras cumplir su misión de atraer los primeros 27 proyectos, es momento de que las inversiones se muevan bajo las reglas generales del mercado "normalizado" que busca el Ejecutivo.