YPF ya negocia con otro gigante global para sumar al mega proyecto de GNL, tras la baja de Shell

El escenario energético atraviesa semanas intensas. Luego de que la anglo-holandesa Shell optó por una postura de cautela -el clásico wait and see- respecto a su continuidad inmediata en el proyecto Argentina LNG, YPF mantiene conversaciones avanzadas con un nuevo actor de peso internacional para cubrir ese espacio y maximizar el desarrollo de la infraestructura en Río Negro.

Esta nueva instancia busca despejar las dudas que surgieron tras la salida técnica de Shell y la previa deserción de Petronas hace justamente un año. Según explicó el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, la firma europea decidió no avanzar a la siguiente etapa de inversión (la fase post pre-FEED) por considerar que el ritmo del proyecto no se condecía con su estrategia global.

No obstante, el directivo aclaró que no se trata de una ruptura definitiva, sino de un paso al costado en esta instancia específica del megaproyecto. Pero mientras tanto, YPF quiere asegurar otra major dentro del esquema exportador de GNL, y sumarla al acuerdo que avanza con la italiana Eni y la emiratí Adnoc, con las cuales ya tiene compromisos por 12 millones de toneladas anuales (MTPA).

Este consorcio actualmente trabaja para terminar la firma del contrato obligado entre las tres compañías, lo que se podría alcanzar antes de fin de año, y a partir de ahí enconmendar a JPMorgan a iniciar el project finance y contactar a 200 bancos y fondos de inversión para sumarlos al financiamiento de los 12 MTPA anuales.

Un nuevo socio para el GNL

Más allá de que esta fase con Eni y Adnoc sigue adelante, la idea de Marin es asegurar un nuevo socio para sumar otros 6 MTPA al proyecto con la compañía que llegue para ocupar el lugar de Shell y que pueda avanzar con la rapidez que adquirió el proyecto.

El monto que se busca en el mercado internacional es de unos u$s17.000 millones, una cifra sideral pero no imposible teniendo en cuenta el respaldo financiero de las compañías socias, y más aún si se suma otra major, se explica desde la Torre de YPF en Puerto Madero.

El proyecto de YPF es generar una plataforma de exportación a partir de dos buques licuefactores de 6MTPA cada uno, eventualmente un tercero si avanzan las negociaciones, frente a las costas de Río Negro, hasta donde se deberá desplegar un nuevo gasoducto dedicado que podría ser el más grande construído en el pais para abastecer la demanda de gas desde Vaca Muerta.

Se estima que el proyecto generará ingresos por u$s200.000 millones en dos décadas, lo que representa un promedio de u$s10.000 millones anuales, y en caso de sumarse un tercer jugador, esas cifras se incrementarían en un 50% hasata los u$s300.000 millones en 20 años.

Eficiencia y tecnología en Vaca Muerta

El sustento de este megaproyecto de GNL es la creciente productividad en el shale. Marín destacó que la producción de petróleo de YPF en la cuenca neuquina saltó de 95.000 a 206.000 barriles diarios, es decir por encima de lo previsto a comienzos de 2025. Con esa tendencia la meta es llegar el próximo año a unos 250.000 barriles propios.

Este incremento responde a mejoras operativas sustanciales: la eficiencia en fractura hidráulica subió un 31%, mientras que en perforación el avance fue del 25%. Además, la compañía comenzó a implementar inteligencia artificial para fracturas autónomas y monitoreo mediante fibra óptica en tiempo real, herramientas que colocan a la Argentina en la frontera tecnológica del sector.

Frente a la posibilidad de que las negociaciones actuales con la nueva major no prosperen, Marín se mostró confiado en la resiliencia del plan: "Tenemos un plan B y un plan C. El proyecto Argentina LNG es muy robusto y los cambios estructurales en el país contribuyen a generar las condiciones necesarias para el financiamiento".