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Batalla por la deuda: ¿cuál es el nivel de aceptación del canje que necesita Guzmán para presionar a BlackRock?

El Gobierno hace números en su idea de ir hacia un arreglo parcial que vaya sumando a los acreedores más amistosos para dejar en soledad a los renuentes
25/06/2020 - 06:03hs
Batalla por la deuda: ¿cuál es el nivel de aceptación del canje que necesita Guzmán para presionar a BlackRock?

El Gobierno puso en el freezer la negociación por la deuda y estiró hasta finales de julio alguna definición. Ese plazo le permite seguir conversando con los acreedores, pero sin apuros. En esa idea, que tienen en la cabeza Martín Guzmán y Sergio Chodos -el representante argentino ante el Fondo Monetario Internacional y amigo íntimo del ministro de Economía- avanza la probabilidad de que finalmente el Gobierno vaya hacia un canje parcial y no total de la deuda.

Esto quiere decir que Economía se inclinaría por cerrar con un grupo menor de acreedores y dejar abierto el canje para que luego puedan seguir sumándose, en base a las negociaciones que se mantengan en el tiempo. Claro que esa idea, arriesgada porque no limpiaría el estatus de default que tiene la Argentina, podría darse si las charlas con los principales acreedores agrupados en el comité que lidera BlackRock finalmente terminan empantanadas.

¿Alcanza con cerrar un acuerdo parcial? ¿Qué nivel de adhesión podría ser un éxito relativo? Los estrategas de Delphos Investment dicen que teniendo en cuenta el 15-18% de adhesión en la etapa inicial, sumado al 19% que representan los Par y sumado al 7% que tiene el Bondholder Group -los acreedores más amistosos- podría darse un acuerdo parcial de alrededor del 40-45%. Pero, sería mejorable aún sin incluir al archienemigo oficial, BlackRock.

"Se reanudaron las conversaciones entre gobierno y bonistas y, tal y como venimos mencionando, las partes están cerca, sin embargo, es necesario realizar una distinción de la situación entre el gobierno y cada grupo de bonistas en particular", acota Delphos.

El gigante fondo neoyorquino es el que tiene la posición más dura con el país.
El gigante fondo neoyorquino es el que tiene la posición más dura con el país.

Haciendo números para la deuda

De esta forma, se puede identificar tres frentes, en el primero se encuentra el grupo Bondholder Group (que tiene la menor parte del stock, entre el 5 y 10% del total), cuya propuesta parece ir bastante en línea con la del gobierno, lo cual no generaría ningún inconveniente a la hora de alcanzar un acuerdo.

Por otro lado, el grupo Exchange, tenedores de los Par y Discount, las puntas están muy cerca en los primeros y no tan así en los segundos. Y, por último, el grupo Ad Hoc, al cual pertenece BlackRock, que negocia conjuntamente con el Exchange, que son los grandes tenedores de los Macri Bonds. De esta manera, la atención deberá estar puesta en estos dos últimos grupos.

En primer lugar, explica Delphos, se debe dividir al grupo Exchange en Par y Discount. En relación a los primeros, que representan un 19% del stock de deuda a reestructurar, las puntas se encuentran cerca (a menos de 2 dólares de distancia).

"Aquí, el problema radica en los Discount, donde las puntas se encuentran a más de 8 dólares de distancia y el peso de estos bonos es del 18% del total. Aquí es donde el gobierno podría poner particular atención debido a la dureza de las características de su Indenture -aspectos legales de la emisión- a la cual el gobierno no debe ceder, y su importancia debido a la cláusula del pari passu", dice la consultora liderada por Leonardo Chialva y Santiago López Alfaro.

Una potencial mejora en el cupón promedio pasando de 4,2% a 4,7%, mejoraría la propuesta en 4 dólares, achicando a la mitad la diferencia original. Ahora bien, el caso del grupo Ad Hoc luce más complejo. Los Macri Bonds representan un 63% del stock total a reestructurar y las diferencias entre las puntas si bien son salvables, se ubican en torno a 8 dólares. Aquí es donde el gobierno debe dar un plus, teniendo en cuenta que no es la idea ceder en el terreno legal.

El presidente seguirá analizando los pasos a seguir para acercar posiciones con los acreedores.
El presidente seguirá analizando los pasos a seguir para acercar posiciones con los acreedores.

Términos inaceptables, según el ministro

Por ejemplo, aconseja Delphos, reduciendo la quita del 3% al 1% (simbólica), y además incrementando el cupón promedio de 3,8% a 4,3%, las mejoras serían de alrededor de 5 y 6 dólares. De ahí que vuelve a sonar la pregunta de si alcanza con un arreglo parcial o no. Como se dijo más arriba, Guzmán tendría casi asegurado un nivel de adhesión del 40 o 45 por ciento.

Pero suponiendo un esfuerzo por parte del gobierno y alcanzar un acuerdo por los Discount, el porcentaje de acuerdo parcial pasaría a 58-63%. Así, el gobierno tendría más espalda para llevar adelante una negociación más dura con el grupo Ad Hoc donde lidera BlackRock.

Claro el tema legal, que están en la génesis del no acuerdo, jugará un rol importante. Guzmán blanqueó el martes en una charla con el Council of the Americas, que los bonistas quieren las condiciones contractuales del 2005 y no las nuevas impuestas en 2016 que favorecen al país.

"Con el Grupo Ad Hoc fue más difícil negociar. Nosotros nos sentábamos en la mesa habiendo hecho nuestra parte, pero la otra parte no lo hacía. Nos mantenemos abiertos a discusiones y creemos que vamos a conseguir un mejor entendimiento, que es lo mejor para todos. Con relación a los términos legales, nos piden algo a lo que la Argentina no puede comprometerse. Si aplicáramos las CAC de 2005, estaríamos deshaciendo un progreso que fue hecho durante los últimos años y no sería a lo que la Argentina adhirió como miembro del G20 y del FMI", explicó el ministro de Economía.

Guzmán quiere utilizar un artilugio legal -se desconoce si avalado por la Justicia o no- para guardarse la potestad de reasignar los bonos para así cerrar canjes parciales y aplicar CACs en forma aleatoria. Esto, que fue descubierto por los bonistas, es lo que llevó a que pidieron los términos legales del 2005 y no aceptaran los del 2016. Los bonistas dicen que el ministro "se quiso pasar de vivo" y por eso ahora ellos buscan endurecer su posición ante el acto de mala fe de la Argentina. Final abierto para la saga de la deuda.