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Dinero más barato para producir y superar la crisis: así sería el modelo de tasas diferenciadas

Analistas dicen que el crédito es caro en Argentina, resaltan la oferta durante la pandemia y ponen como ejemplo el caso del BNDES en Brasil para imitar.
23/03/2021 - 18:11hs
Dinero más barato para producir y superar la crisis: así sería el modelo de tasas diferenciadas

La pandemia convirtió en urgencia la necesidad de financiamiento a tasas subsidiadas para casi todos los sectores de la economía. A medida que se fueron liberando las restricciones a las distintas actividades, el Gobierno anunció el fin de la mayoría de estas líneas subsidiadas y mantuvo solo algunas, especialmente para los rubros más castigados por el parate económico que genero el COVID-19.

Tal como lo explican los especialistas, esto pone en jaque al sector productivo, que no cuenta con los recursos necesarios para invertir y se enfrenta a tasas de créditos caras, y marca la necesidad de implementar una política de tasas diferenciadas.     

"Ante la crisis desatada por el COVID-19 surgió una necesidad en el país de financiar, nos solo capital de trabajo, sino también pago de salarios y creció muchísimo el uso del mecanismo de descuento de cheques", explica a iProfesional Miguel Ponce, ex subsecretario de Industria y Comercio y actual director del Centro de Estudios para el Comercio Exterior Siglo XXI.  

Fue así como "el Gobierno sostuvo tasas de interés reales negativas y a su vez lanzó varias líneas de crédito subsidiadas", tal como lo cuenta el economista principal de la consultora Analytica, Claudio Caprarulo.  El analista señala que eso fue muy importante porque, junto con el programa de Asistenta al Trabajo y la Producción (ATP), permitió a muchas empresas mantenerse y pudieron evitar despedir empleados o, incluso, cerrar sus puertas.

Cabe destacar en este sentido las líneas de crédito para la reactivación productiva del FONDEP, LIP PYMES, los préstamos especiales del Banco Nación y los del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE) para exportar y otros con foco en economías regionales y en mujeres empresarias. También los bancos provinciales han tenido un rol muy importante para acercar asistencia financiera durante la pandemia.

La política de tasas diferenciadas ya se implementó en Argentina anteriormente, pero debe ser una política constante. 

Postpandemia: el día después está cerca

Sin embargo, Ponce advierte que, hoy, "hay que empezar a pensar en la postpandemia y el después plantea la necesidad de una necesidad de segmentación de tasas tributarias y crediticias por tamaño de empresa y por región de operación" y asegura que no pueden ser iguales aquellas que paguen las grandes organizaciones en zonas cercanas a puerto e industrializadas que la que deba afrontar una PYME de una economía regional.  Es que, según su opinión, "la tasa tiene que ser una herramienta para alentar la internacionalización de las más chicas, sobre todo para aquellas que logren agregar valor a la producción de las economías regionales".

Y esto no es imposible, ya que, tal como lo explica el ex funcionario, antes de la pandemia, nuestro país ofrecía magras oportunidades de financiamiento comparado con otros a nivel regional, sin embargo "siempre vimos con ‘envidia’ la oferta de financiamiento y el rol del BNDES (Banco Nacional de Desarrollo) en Brasil".

Comenta que el país vecino tiene trayectoria de ofrecer un amplio abanico de tasas diferenciadas para las grandes empresas y para las pequeñas y medianas. Asimismo, no son iguales las para las empresas de las distintas regiones, pensando, especialmente, en aquellas que se quieren desarrollar.  "De este modo, hay tasas promocionales para aquellos empresarios que deciden apostar a zonas más inhóspitos, con mayores distancias de los puertos y gastos logísticos más elevados", comenta Ponce.  

El economista Fabián Medina refuerza esta postura al afirmar que  "los préstamos en Argentina son muy caros hoy y por eso se debe volver  a las viejas tasas para las líneas productivas". Según su visión, se deberían ofrecer tasas cercanas al 20% para las PYMEs y de alrededor de un 25% o 26% para las más grandes.

El sistema financiero tiene pesos hoy que deberían volcarse a la producción

Hay liquidez suficiente

"Sabiendo que los bancos tienen los tesoros llenos de pesos, es necesario que se use ese dinero que tienen para incentivar la producción", asegura. Y agrega que también los valores de los préstamos personales se podrían ubicar un punto más arriba que los plazos fijos normales de modo que, si tenemos hoy los plazos fijos a 37%, un préstamo personal tendría una tasa fija a 39%.

En este sentido, Hernán Letcher, director del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), coincide en que una segmentación de tasas es una buena política, pero advierte que es necesario seguir de cerca su implementación para evitar que las empresas grandes terminen accediendo a un crédito que no es para ellas. "Muchas veces, las organizaciones de mayor envergadura se benefician con tasas diferenciales a través de sociedades alternativas y terminan accediendo a un crédito que no les corresponde", sostiene.

Caprarulo también sostiene que la contracara de los créditos subsidiados de la pandemia fue que aquellas empresas que se vieron afectadas en menor medida por la crisis encontraron incentivos para endeudarse en pesos y comprar dólares, dado que la tasa esperada de devaluación era superior al costo del endeudamiento.

En ese sentido, afirma que "es importante que este año se mantenga y se profundice el crédito subsidiado para las Pymes y los sectores exportadores, pero también que se afinen los mecanismos para que esté bien dirigido y llegue a los sectores estratégicos y en crisis". El objetivo, según su punto de vista, debe ser que esta oferta se vea reflejada en contraprestaciones concretas en términos de empleo, producción y exportaciones.

¿Sería un problema en la negociación con el FMI?

Uno de los cuestionamientos que puede surgir ante un plan como este en la Argentina de este momento es cómo incidiría en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero Letcher opina que ese proceso no tendría demasiada incidencia en la implementación de políticas de este tipo.

"Las políticas de inclusión financiera y de tasas de interés subsidiadas a proyectos productivos son compatibles con el plan que pide el FMI al gobierno. Permite reducir el déficit fiscal a la par de sostener parte de la asistencia al sector privado en una economía que continua en crisis", explica en igual sentido Caprarulo. Y recuerda que el Gobierno señalo que el retiro del ATP iba a ser compensando con líneas de financiamiento.

Y es que, en palabras de Medina "se trataría de un esquema tranquilo que no incidiría en un eventual acuerdo", además, apunta que sería un negocio asegurado porque los préstamos a  PYMEs y los personales en la Argentina no suelen tener demasiada mora, ronda apenas el 5%.

El actual escenario de incertidumbre abruma a las PYMEs. 

Se requiere mejor respuesta en las entidades

Sin embargo, uno de los grandes problemas que enfrentan las empresas y los particulares a la hora de solicitar un préstamo en el marco de este tipo de programas es la falta de celeridad en la respuesta de las entidades, muchas veces por desconocimiento y esto sucede tanto en bancos públicos como privados, por lo que es esencial que se trabaje en una implementación efectiva de estas líneas con mecanismos de control eficientes y procesos amigables para los solicitantes, sobre todo en un momento en el que, la Argentina ha perdido financiamiento internacional y eso hace que nuestras empresas exportadoras pierdan competitividad por este motivo.

"Debemos plantear determinadas herramientas promocionales que estén incluidas dentro de los presupuestos en el marco de un acuerdo con el FMI que estén destinadas al salvataje de las empresas y en particular de las pymes industriales, que deben ser apuntaladas con tasas diferenciadas. Para ello, hay que aprovechar el actual contexto del COVID, que presenta un escenario económico particular para el mundo y la región", sugiere Ponce al respecto.  Y asegura que el BCRA está alineado en ese sentido, pero que el entorno actual de indefinición está haciendo difícil avances al respecto.