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El riesgo de una crisis económica más profunda "está ahí, latente", alerta economista

El economista Matías Carugati, director de la consultora Seido, dialogó con iProfesional sobre qué puede pasar con dólar e inflación en los próximos meses
12/06/2021 - 08:05hs
El riesgo de una crisis económica más profunda "está ahí, latente", alerta economista

El Gobierno busca controlar que ninguna variable se salga de curso en la previa electoral, para no alterar la ya precaria situación económica en medio de la pandemia.

Ante este panorama, iProfesional dialogó con el economista Matías Carugati, director de la consultora Seido, que analizó los distintos pasos del que denomina "plan aguantar" que puede hacer el oficialismo, y qué puede suceder con el dólar e inflación en los próximos meses.

-¿Qué lectura realiza de la actual situación económica?

-La situación es mala y no sorprende. La recuperación económica es lenta, porque, hasta abril, la actividad estaba, incluso, por debajo de los niveles registrados a inicios de 2019. No sólo eso, sino que viene perdiendo impulso. Es más, hay señales de que se frenó antes de las nuevas restricciones impuestas por el Gobierno.

Por otra parte, la inflación, lejos de moderarse, está promediando el 4,1% mensual en lo que va del año, incluso con las anclas cambiarias y tarifarias, sin presiones salariales y con controles de precios. Para tener una referencia, antes de la pandemia la inflación estaba por debajo del 3% mensual.

Tampoco es una situación que sorprenda. No somos pocos los economistas que venimos advirtiendo de esta dinámica, con la actividad bastante endeble y la inflación recalentada.

El frente fiscal viene algo mejor de lo anticipado y el Banco Central logró recomponer reservas, algo que parecía difícil de ver hace 6 meses atrás. Sin embargo, esto no cambia la situación de fondo. El Gobierno entró al año electoral con una macro muy débil, que ahora se verá afectada por la segunda ola del coronavirus.

Ampliar la asistencia social, congelar las tarifas o hacer más obra pública implica gastar fondos que el Tesoro no tiene y que debe conseguir emitiendo deuda o imprimiendo pesos. Y, dada la "montaña" de pesos que se imprimieron el año pasado, esto último sería como tirar más nafta al fuego. El riesgo de una crisis está ahí, latente. Sobre todo porque no se ve un plan macroeconómico más allá de aguantar hasta las elecciones.

Según Carugati, el Gobierno controlará el dólar hasta las elecciones, pero los desfasajes encienden una alarma.
Según Carugati, el Gobierno controlará al dólar hasta las elecciones, pero los desfasajes encienden una alarma.

-El dólar parece "controlado" por el Gobierno, ¿seguirá así hasta las elecciones?

-Nosotros creemos que la dinámica hasta las elecciones va a ser una continuidad de lo que estamos viendo. Por un lado, el Gobierno usando el tipo de cambio oficial como ancla nominal para tratar de moderar la inflación. Y, por otro, el tipo de cambio libre creciendo más rápido.

La brecha cambiaria, entonces, va a abrirse un poco más, aunque el Gobierno puede evitar que no se descontrole interviniendo en los mercados MEP y contado con liquidación, tal como hicieron en ocasiones anteriores.

-¿Y luego de la elecciones?

-Después de las elecciones, la incertidumbre es tan alta que es difícil pensar en un sendero concreto. ¿Cómo llega la macro a las elecciones? ¿Quién ganará los comicios? ¿Cuál es la interpretación de los resultados que hará el mercado? ¿Qué hará el Gobierno después de las elecciones? ¿Habrá acuerdo con el FMI o no? Dependiendo de la respuesta a estas y otras preguntas, el sendero del tipo de cambio cambia radicalmente.

Al margen de lo anterior, creo que si la estrategia económica no atiende los desequilibrios macroeconómicos más relevantes, como el déficit fiscal financiado con emisión, será cuestión de tiempo hasta que ocurra una crisis. El "plan aguantar" no es sostenible.

-¿Cómo controlaría al precio del dólar en este momento?

-Desde la comodidad de mi oficina, habría que poner menos énfasis en controlar el dólar y más en evitar que los desequilibrios empujen la economía por el precipicio. Ahora bien, la realidad de quien tiene que tomar decisiones es más compleja, por lo que entiendo que ahora el foco esté puesto en otro plano, como podría ser minimizar el daño de la segunda ola y mejorar las chances electorales del oficialismo.

Si el plan es aguantar hasta las elecciones, el Gobierno puede hacer más de lo mismo. Aprovechar la estacionalidad del comercio exterior para recomponer reservas y usarlas cuando haga falta, tanto en el mercado cambiario oficial (intervención directa) como en el alternativo, por medio de una intervención indirecta, vía venta de bonos.

También puede usar la regulación a su favor, aún con el daño que eso termina generando a no tan largo plazo. Mencionaría que las tasas de interés también pueden usarse para contener presiones cambiarias, pero no veo que eso sea algo que el Gobierno vaya a usar, salvo alguna emergencia.

-¿Alcanzan las reservas hasta las elecciones?

-Es probable que alcancen. El Banco Central logró recomponer su stock de reservas netas, debido a que arrancó el año con u$s3.600 millones y hoy tiene cerca de u$s6.400 millones. También redujo su posición corta en futuros de dólar de u$s4.102 millones a u$s963 millones.

Por lo tanto, si la situación cambiaria se tensiona, el Central tiene suficiente "poder de fuego" para intervenir en el mercado oficial, en los dólares alternativos y hasta en los de futuros. Lógicamente, asumiendo que las presiones no sean elevadas y sostenidas.

Por el lado de la inflación Carugati estima que puede moderarse la suba de precios en los próximos meses.
Por el lado de la inflación Carugati estima que puede moderarse la suba de precios en los próximos meses, pero seguirá elevada.

-La inflación en los últimos meses fue elevada, ¿qué proyecciones tiene? 

-La inflación se moderaría en los próximos meses, pero no creemos que de forma significativa. El ancla cambiaria, el ancla tarifaria o los controles de precios son mecanismos que ayudan por un tiempo, pero que generan distorsiones que eventualmente habrá que corregir.

Un verdadero plan de estabilización macro es lo que haría falta para poner la inflación en un sendero descendente, y aun así los resultados podrían tardar mucho tiempo. Al menos, esa es la experiencia de la mayoría de las economías emergentes.

-¿Qué salidas le quedan al Gobierno para controlar esta situación tan compleja?

-El Gobierno parece atrapado entre lo que precisa la economía (plan de estabilización) y lo que "pide" la situación político-electoral, que agrava más los desequilibrios. Para colmo, con tensiones internas entre quienes "tienen los votos" y quienes "ejercen el cargo". Y, por si fuera poco, la segunda ola del Covid-19 pega fuerte sobre nuestro país.

Se trata de una situación bastante delicada, aunque lo más probable es que el hilo se corte por lo más delgado y el Gobierno trate de patear cualquier intento de ajuste para después de las elecciones. En ese sentido, veremos más de lo mismo en materia de gestión.

Sin embargo, creo que el foco está mal puesto: después de las elecciones los problemas seguirán existiendo y serán más graves con el "plan aguantar". ¿Cuál es el rumbo después de los comicios? Esa es la pregunta clave y, lamentablemente, no tenemos una respuesta.

-Más allá de lo que pueda hacer el Gobierno, ¿qué considera que ocurrirá realmente en la economía en los próximos meses?

-Para resumir, veremos más de lo mismo en cuanto a la política económica. El Gobierno gastará un poco más de lo pensado para amortiguar el efecto de la segunda ola del Covid-19 y para mejorar sus chances electorales, teniendo que buscar financiamiento en el mercado local o con el Banco Central.

La economía va a perder dinamismo y la inflación se moderará, pero los resultados serán pobres. El crecimiento del 2021 podría estar en 5% por todo arrastre estadístico, y la inflación orillando el 50% anual.

Mientras tanto, la brecha cambiaria se irá abriendo hasta las elecciones. Precisamente, la incertidumbre arranca el día después de los comicios. Qué pasará a partir de ahí, es muy difícil de saber, ya que depende de lo que se espere en materia de resultados, reacción oficial, entre otras cuestiones.

Lo que sí estamos seguros es que, pase lo que pase en las urnas, la estabilidad macro va a estar en riesgo, producto de los desequilibrios acumulados en 2020 y 2021. Hacer más de lo mismo nos va a llevar a una nueva crisis.-

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