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Bonos no detienen su derrumbe: ya acumulan pérdidas de casi 50% desde su lanzamiento

La falta de acuerdo con el FMI a escasas semanas de un importante vencimiento ponen en estado de alerta a los mercados y ello se traslada a los precios
18/01/2022 - 16:55hs
Bonos no detienen su derrumbe: ya acumulan pérdidas de casi 50% desde su lanzamiento

Dicen los que saben, que los mercados se adelantan. En caso de que esta afirmación se cumpla, las perspectivas para la economía argentina no son para nada alentadoras, al menos si se toma en cuenta lo que ha sucedido desde el inicio del año con la cotización de los principales títulos públicos.

En efecto, desde el primer día hábil de 2022 no hubo una sola rueda positiva para los títulos argentinos. Es más, el precio promedio ponderado de los globales rompió nuevamente con los 32 dólares e incluso ya se ubica por debajo del piso de marzo del año pasado.

Según informa Portfolio Personal Inversiones (PPI), el indicador se desplomó hasta apenas por encima de los 31 dólares y se ubica a un paso de los mínimos post restructuración.

"De esta manera, hoy estamos a solo 1,3% del piso del 30 de noviembre pasado, cuando el promedio era de 30,73 dólares", afirman los analistas de PPI.

 

Para tener idea de la magnitud del deterioro de las cotizaciones, el Global 2035 acumula en lo que va del año una caída superior al 15%, en tanto que el GD30 retrocede casi un 12 por ciento.

Por el lado de las diferentes series de Bonos con legislación nacional, el AL30 muestra un deterioro que alcanza al 11%, en tanto que el AL35 pierde el 9,5 por ciento.

Como resultado de estas severas correcciones, las tasas internas de retorno tienen un piso del 20% para el AL35 y el GD35, porcentaje que se eleva a cerca del 26% para el GD30 y hasta casi el 29% para el AL30, según informa Rava Bursátil.

Esta desmesurada rentabilidad es la que está impulsando la vertiginosa suba del riesgo país que ya se ubica por encima de los 1.900 puntos básicos, cuando a principios del año se ubicaba unos 200 puntos por debajo.

Pero tal vez el punto de comparación que mejor pinta la actual situación lo da el hecho que cuando estos bonos comenzaron a cotizar, es decir al momento de concretarse la reestructuración de la deuda en septiembre de 2020, este indicador se ubicaba en torno a los 1.100 puntos básicos. Es decir que en poco más de 15 meses, está en la antesala de duplicar aquella marca, que para muchos analistas era el punto de partida de una nueva era.

Haciendo un poco de memoria, por aquel entonces el AL3O salió al mercado a 51,08 dólares y el GD30 lo hizo a 50, por lo tanto en este período el primero perdió el 45% y el segundo el 49 por ciento.

¿Por qué se llega a esta situación?

Los analistas de PPI afirman que el mercado intuye que "Llegar a un acuerdo rápido con el FMI se vuelve cada vez menos probable y la deuda en dólares toma nota".

En tal sentido, más allá de considerar que se perdieron dos valiosos años para encauzar las negociaciones, el ex representante argentino ante el organismo internacional, Héctor Torres, afirmó que estas "se ven muy trabadas porque me doy cuenta que hay temas técnicos en los cuales no hay acuerdo"

Sobre este punto, Fernando Staropoli, de Rava afirmó que "Las interminables negociaciones tanto en el frente interno con la oposición, como en el externo con las autoridades del FMI dan cuenta de que el Gobierno sigue en un camino sinuoso para evitar el default".

Al haberse dilapidado tanto tiempo, ahora las negociaciones se dan a contrarreloj pues en pocas semanas se debe hacer frente a un pago de u$s2.879 millones al FMI, lo cual, ante un stock de reservas en estado crítico, hace que aumentan las probabilidades de un atraso en el cumplimiento.

Como si con esto no alcanzara, el deterioro en la deuda emergente no ayuda y las previsiones de la cosecha 2022 tampoco.

"En este contexto de gran volatilidad y dada la menor probabilidad de un acuerdo rápido con el FMI, los bonos globales borraron prácticamente toda la recuperación del mes de diciembre", acotan desde PPI.

Con estas rentabilidades es evidente que la curva de rendimientos, que se grafica teniendo en cuenta la tasa de retorno y el plazo de cada bono fue profundizando su pendiente negativa superando incluso los niveles registrados en el peor momento para la deuda en noviembre. 

La pregunta que se hacen analistas e inversores es hasta cuando prevalecerá este clima de incertidumbre y de constante deterioro de las cotizaciones. Sobre este punto, existe coincidencia que en las próximas horas serán vitales las señales que surjan del propio Gobierno en cuanto a lo que pueda suceder con la visita del Canciller Cafiero a distintos funcionarios de la Administración Biden.

Sobre este último aspecto, Staropoli consideró que "en un contexto en el que el tiempo es limitado ya que se aproximan vencimientos, la búsqueda de consensos en Washington es una carta fundamental que podría extender plazos y arribar a un acuerdo razonable con el organismo de crédito en cuestión".