Con la mira en la inflación en alza, el dólar oficial estable y la liquidación de la cosecha a precios históricos, iProfesional entrevistó a Jorge Colina, economista del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA).

A su entender, desde septiembre pueden empezar fuertes presiones cambiarias y los precios de la economía alcanzar los tres dígitos en el 2023.

Este analista con formación de Master of Art in Economics en la Universidad de Georgetown y Master in Finance de la Universidad de Amsterdam (Holanda), pronostica meses complicados para las finanzas públicas.

-El FMI le dio luz verde al Gobierno en su última revisión, ¿cómo considera que se encuentra la situación económica?

-Está muy complicada la situación por la aceleración de la inflación. El Gobierno parece haber "comprado" la idea de que una aceleración de los precios de entre 4% a 5% mensual no sería algo tan malo. El tema es que si este fuera el nivel mensual, el 2022 termina en diciembre con una alza de entre 70% y 80%.

De aquí a tener una inflación de tres dígitos en el 2023, hay un paso. Máxime cuando el Gobierno no toma medidas anti-inflacionarias.

La falta de dólares comenzará a hacer notar a partir de septiembre, afirma Colina de IDESA.

-En este escenario inflacionario, ¿qué puede ocurrir con el precio del dólar?

-El dólar oficial se va a mantener acompañando a la inflación en la senda que le da el Banco Central. Esto es posible gracias a los excelentes precios internacionales de la soja y el trigo, por lo que están entrando muchos dólares. Por eso, las presiones fuertes en el precio se van a dar después de septiembre, cuando bajen los dólares de la cosecha.

-¿Por qué esta presión cambiaria ocurriría después de septiembre?

-A partir de septiembre va a estar complicado, porque aquí es cuando tradicionalmente se siente la sequía de dólares oficiales. Además, la muy precaria situación fiscal del Tesoro nacional va a hacer que tenga que pedir emisión al Banco Central, algo que hasta ahora vienen muy medidos. Todo eso va a poner presión en el mercado paralelo.

-¿A qué precio ve al dólar libre para diciembre?

-Sobre fin de año, el dólar paralelo va a estar en el orden de $300 sólo por efecto inflación.

Jorge Colina, economista de IDESA. Según el experto, la brecha cambiaria, por el momento, puede mantenerse estable

-¿Qué opina que puede pasar con la brecha cambiaria entre el oficial y los ahora "quietos" dólares libres?

-El dólar paralelo va a estar más o menos calmo, subiendo poco hasta agosto. Después se verá. Esto es porque se filtran los muchos dólares que vienen de la cosecha del mercado oficial al paralelo, por subfacturación de exportaciones y sobrefacturación de importaciones.

-En este marco ajustado desde lo cambiario y la baja acumulación de dólares desde el Banco Central, ¿qué puede pasar con las reservas?

-En estos momentos, el precio de la soja y el trigo vuelan en el mercado internacional y las reservas del Banco Central caen. Esto es lo que mantiene tranquilo al dólar paralelo. Con lo cual, Argentina, con una inflación creciente, no tiene capacidad de acumular reservas de dólares.

El FMI va a perdonar, algo que se vio en la señales de los últimos días. No está en su espíritu ponerse exigente con este gobierno. Parecería que están expectantes a ver qué pasa a partir del 2024.

-La inflación volvió a mostrar datos alarmantes en los últimos meses, ¿qué puede suceder con la marcha de los precios?

-La inflación se va a seguir agravando. Hay una publicidad oficial que dice que ahora los salarios saldrán a ganarle a los precios. Si esto refleja que el espíritu es que los salarios nominales sigan la inflación, la inflación se va a espiralizar.

Es que para subir el salario real, no hay que apostar a que los sueldos ganen la carrera contra los precios, sino que hay que bajar la inflación.

El economista sostiene que los precios seguirán en alza y que en 2023 pueden llegar a escalar hasta tres dígitos.

-Antes alertaba que la inflación puede seguir en alza, ¿hay riesgo de hiperinflación?

-No, porque todavía hay dólares, aunque no son todos los que la gente quisiera al precio oficial, pero hay. También hay demanda de pesos por parte de la gente y recursos fiscales por el orden del 30% del PBI.

A fines de los ’80 no había dólares en la economía, había muy pocos recursos fiscales y la gente le escapaba literalmente a los pesos, corriendo a las casas de cambio a comprar dólares apenas cobraba el sueldo. No se está en esta situación. 

-¿Qué salidas le quedan al Gobierno para poder controlar esta situación tan compleja hasta el final de su mandato?

-Este gobierno no tiene espacio para hacer cosas porque tiene una interna política encarnizada. La situación actual de la Argentina, en materia de precios internacionales, es como la bonanza del 2012, pero no se la está pudiendo aprovechar por la falta o las malas políticas.

Por ejemplo, no tener gasoil en medio de la cosecha, o tener una superposición de derechos de exportación más "cepo" que hace que un productor de soja reciba 37 centavos por cada dólar que exporta, mientras el Gobierno propone como "buena" política aplicar más impuestos, muestra una gestión deficiente.

El dólar paralelo puede darle "dolores de cabeza" al Gobierno desde septiembre, según Colina.

El sector privado tolera todo eso por los altos precios internacionales. Por eso, aquél que llegue al poder en 2024 tiene que saber que tendrá la mala gestión estatal instalada, y la bonanza acabada.

-¿En qué situación proyecta a la economía argentina en unos meses?

-Sigue la inflación a nivel de 5% a 6% mensual, terminamos el 2022 con inflación por encima del 80% y el dólar paralelo va a empezar a dar dolores de cabeza a partir de septiembre.