Reservas al límite: cómo es la obsesiva búsqueda de dólares que Massa despliega en dos continentes
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Sergio Massa en la India y Sergio Rubinstein en Washington persiguen la máxima obsesión que hoy tiene el ministro de Economía: reforzar cuanto antes las reservas del Banco Central, que se encuentran en un límite peligroso a pesar de que la autoridad monetaria fue compradora de divisas en las últimas dos ruedas, después del feriado por el Carnaval.
Para eso, el ministro de Economía mantuvo ayer, jueves, una seguidilla de reuniones de máximo nivel en la ciudad de Bengaluru, India, donde se desarrolla la cumbre del G20 de ministros de Finanzas y presidentes de los bancos centrales.
Massa se reunió allí con el subsecretario de Asuntos Internacionales del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, Jay Shambaugh. El funcionario estadounidense es un experto en finanzas internacionales, que sigue en especial el tema de las reservas de los bancos centrales. Justo el tema que obsesiona a Massa.
El ministro quiere tener el visto bueno de los Estados Unidos para que el Fondo Monetario le reconozca a la Argentina el sobrecosto que la guerra entre Rusia y Ucrania le generó al país.
Al revés de lo sucedido el año pasado, en este 2023 la Argentina debe pagarle a los organismos internacionales unos u$s5.000 millones en términos netos.
Massa pretende que el FMI le dé una mano y reconozca que la Argentina es uno de los países más damnificados por los mayores costos ocasionados por la guerra, que le significaron una sensible pérdida de sus reservas en un momento crítico de su economía.
Hasta ahora, los planteos que la administración de Alberto Fernández le hizo al Fondo Monetario quedaron en la nada: el alargamiento de los plazos de la deuda y la rebaja de las sobretasas que paga el país por su excesivo endeudamiento con el organismo.
Dólares: los planteos de Massa en la India
El ministro llevó varias carpetas en su viaje a Asia. En todas las reuniones con funcionarios clave de otros países muestra la recuperación que viene teniendo la economía tras el golpazo de la pandemia.
No sólo hace eje en la recuperación de la actividad sino también del nivel de empleo, que se encuentra en los mejores niveles desde el año 2017.
La "bolilla negra" sigue siendo la inflación. Massa había pensado mostrar una mejora en esa variable, pero la realidad lo confronta: la dinámica de los precios empeoró en las últimas semanas.
El titular del Palacio de Hacienda mantiene su teoría de que la principal defensa contra la aceleración inflacionaria pasa por mostrar una fortaleza en el Banco Central. Es el bastión que trata de defender.
Desde que empezó febrero, el Banco Central lleva vendidos u$s896 millones netos. En las últimas dos jornadas dejó de vender y, al contrario, embolsó u$s7 millones netos.
Las reservas netas se encuentran en niveles muy bajos, en torno a los u$s2.500 millones.
Además del encuentro con el subsecretario de Asuntos Internacionales estadounidense, Massa se reunió con el viceministro de Finanzas de China, Wang Dongwei.
Uno de los puntos clave fue el funcionamiento del swap de monedas que tienen vigente ambos países, pero de esa reunión no trascendió si el Gobierno podría ampliar la activación de esa operación.
También se habló del financiamiento a los proyectos energéticos que tiene en marcha la Argentina, y que necesitan de dólares para este mismo año.
El FMI y nuevas gestiones para fortalecer las reservas
Massa y Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, se juntarán oficialmente este sábado, cuando podría anunciarse oficialmente la aprobación de la revisión de las cuentas argentinas para el cuarto trimestre de 2022.
En Washington permanece el viceministro Rubinstein, quien mantiene al tanto de las negociaciones a Massa en el minuto a minuto.
Justamente, uno de los debates críticos con el organismo refiere a la caída de las reservas internacionales y al desvío fiscal que ta muestra la economía argentina.
El miércoles, después del feriado largo, Economía informó que el rojo fiscal de enero se disparó. Terminó con un aumento de diez veces respecto de enero del año pasado. La cuestión de las cuentas públicas aparece como uno de los grandes desvíos en la ruta de Massa. Pero no el único.
La dinámica inflacionaria vuelve a complicar al Gobierno
Lo mencionado más arriba: la inflación aparece como una de las principales preocupaciones porque, está claro, el ministro no podrá cumplir con su objetivo de desacelerar el proceso, al menos en el comienzo de este año.
Los últimos registros de las consultoras privadas dan cuenta de que la aceleración de los precios continúa vigente en lo que va de febrero, sobre todo en el rubro de los alimentos, el más sensible a nivel social y político.
La consultora LCG, por caso, midió que la inflación de los alimentos fue del 7,2% en las últimas cuatro semanas.
Se trata de un indicio de que la situación luce muy mal en materia de precios. Y nadie puede pensar que el escenario pueda mejorar en los próximos meses.
Sin dólares suficientes en las reservas del BCRA, con una caída de las importaciones y sin la certeza de que la ecuación vaya a modificarse en el corto plazo, la tendencia de los precios se va a seguir calentando.