• 13/12/2025
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Bancos perdieron fortunas, pero lo peor ya pasó: en qué acciones recomienda invertir la City

Tras un trimestre crítico para los bancos, un nuevo informe anticipa que el piso ya quedó atrás y señala cuáles pueden recuperarse con fuerza en 2026
13/12/2025 - 17:00hs
Bancos perdieron fortunas, pero lo peor ya pasó: en qué acciones recomienda invertir la City

El tercer trimestre del 2025 sorprendió incluso a los analistas más cautelosos del sistema financiero. La expectativa previa era la de un período complejo, marcado por la incertidumbre electoral y la volatilidad típica de los meses preelectorales. Pero lo que finalmente ocurrió superó cualquier proyección, pérdidas generalizadas, caídas abruptas en los resultados integrales, un salto inesperado en los encajes, tasas que treparon a niveles no vistos en años y un deterioro acelerado de la calidad crediticia.

Para algunos bancos, el impacto fue tan profundo que retrotrajeron parte de las mejoras logradas en los últimos 2 años.

Sin embargo, detrás de esa cobertura en rojo comienza a insinuarse la otra cara del proceso. Para la sociedad de bolsa Allaria, autora del informe "Bancos – 3Q25: La transición fue más turbulenta de lo esperado", el piso del golpe ya quedó atrás. El cuarto trimestre viene mostrando señales de normalización en tasas, recuperación de precios en títulos públicos y estabilización en la dinámica de préstamos y depósitos.

En ese contexto, la firma sostiene una visión clara y decidida: las cuatro acciones bancarias bajo coberturaMacro, Galicia, BBVA y Supervielle— continúan con recomendación de compra, incluso después del descalabro contable que dejó el tercer trimestre.

El análisis, lejos de minimizar la dureza de lo ocurrido, intenta contextualizar la magnitud del shock. Desde la salida de las LEFI y la brusca suba de encajes hasta el salto en las tasas de interés y la migración acelerada de depósitos, casi todas las variables que explican la rentabilidad del sistema se movieron en la dirección equivocada en un lapso extremadamente corto. La combinación drenó liquidez, encareció el fondeo, comprimió márgenes y provocó pérdidas en los portafolios de títulos públicos, un componente clave para los bancos locales.

Y, lo que Allaria observa desde octubre, es un proceso de recomposición que podría permitir revertir parte de los daños ya reflejados en los balances.

Un trimestre marcado por un shock monetario histórico

Entre julio y septiembre, los bancos enfrentaron la tormenta perfecta. La tasa TAMAR para bancos privados llegó a rozar el 92%, mientras que los adelantos y documentos escalaron por encima del 90% anual en cuestión de semanas. La decisión del Banco Central de desarmar las LEFI —instrumentos que oficiaban de ancla de liquidez— terminó generando un vacío que se cubrió con un aumento extraordinario de encajes al 53,5%, el nivel más alto en más de 30 años.

El efecto inmediato fue una presión severa sobre el costo de fondeo. Las entidades tuvieron que ajustar rápidamente las tasas pagadas a depositantes para evitar fugas de liquidez, lo que deterioró sus márgenes en un abrir y cerrar de ojos.

A esto se sumó la caída del valor de los bonos en cartera, que impactó de lleno en los resultados por valuación y en los "Otros Resultados Integrales" (ORI), uno de los factores más corrosivos del trimestre.

Mientras tanto, la morosidad minorista siguió escalando. Con la recesión todavía presente y las tasas encareciendo todo tipo de financiamiento, las familias comenzaron a mostrar señales de estrés en tarjetas, personales y prendarios. Según detalla el informe, la mayoría de los bancos registró un aumento de entre 1 y 2 puntos porcentuales en su ratio de incobrabilidad, un comportamiento que no se observaba desde el ciclo 2017–2018.

En paralelo, la demanda de préstamos corporativos se enfrió por completo. Las empresas pisaron el freno ante la incertidumbre electoral y la volatilidad cambiaria, lo que afectó aún más la performance del sistema en un trimestre que ya venía cargado de desafíos.

Por qué Allaria considera que el peor momento ya pasó

A pesar del cuadro crítico del tercer trimestre, Allaria identifica elementos concretos que justifican un giro en la visión sobre los bancos. El primero es el comportamiento de las tasas en octubre y noviembre, en donde, la TAMAR cayó de 42% a 26,8%, los pases a un día bajaron del 32,7% al 18,5% y se observaron descensos significativos en las tasas de adelantos y préstamos personales. Ese alivio monetario permitió recomponer de inmediato parte del margen financiero, que había quedado severamente comprimido en septiembre.

El segundo punto es la recuperación del precio de los títulos públicos, que venían de experimentar uno de los trimestres más débiles del año. Como la mayoría de los bancos tiene entre 14% y 22% de su activo colocado en bonos soberanos —según el detalle del reporte—, la mejora de octubre y noviembre impacta de lleno en los resultados por valuación y en el ORI, dos rubros que habían generado pérdidas millonarias en los balances del tercer trimestre.

Un tercer elemento relevante es la dinámica de depósitos. Tras la turbulencia preelectoral, el sistema volvió a estabilizarse: los depósitos en pesos permanecieron prácticamente flat, mientras que los depósitos a la vista comenzaron a recuperarse. En dólares, el crecimiento fue del 6% entre septiembre y noviembre, un dato que aporta previsibilidad en medio de un contexto aún incierto.

El sector quedó "barato"

El derrumbe de los precios de las acciones bancarias en los últimos meses dejó al sector operando en múltiplos históricamente bajos. Según las estimaciones del informe, los bancos cotizan en torno a 1,15x P/BV 2026E, un nivel que se ubica por debajo de los promedios regionales.

Para Allaria, los precios actuales ya descuentan la turbulencia del tercer trimestre y no reflejan la mejora que estaría llegando en los próximos trimestres.

Por eso, sostiene que la relación riesgo–retorno sigue siendo favorable y mantiene su recomendación de compra para las cuatro entidades analizadas.

Banco por banco

Banco Macro (BMA)

Macro registró un trimestre negativo, con una pérdida de $33.065 millones y un ROE de -2,6%. El golpe vino por varios frentes como la caída de ingresos por títulos públicos, aumento del costo de fondeo, mayor cargo por incobrabilidad y gastos extraordinarios vinculados a retiros voluntarios.

Sin embargo, el banco sigue siendo el más capitalizado del sistema, con un ratio de capital que escala al 29,9%. Además, mantiene el menor ratio de morosidad entre los bancos bajo cobertura (3,19%), con una cobertura superior al 121%.

La proyección para 2026 es claramente más favorable, con un ROE en zona de doble dígito y un crecimiento real del crédito estimado en 35%. Con un precio objetivo de $24.300 por acción, Allaria considera que el castigo ya fue excesivo y recomienda comprar aprovechando la debilidad del precio actual.

Grupo Financiero Galicia (GGAL)

Fue el caso más emblemático del deterioro del trimestre, con pérdidas en Banco Galicia, en Naranja X y en la aseguradora. Los gastos extraordinarios por la integración de HSBC, sumados a los retiros voluntarios y a mayores cargos por IT, explican buena parte del rojo contable. El ROE consolidado fue de -4,7%.

Pese a eso, hay señales positivas. La cartera de préstamos en pesos creció 5% y la cartera en dólares subió 24% medida en moneda de origen. Además, la entidad espera que la morosidad alcance su pico recién en el primer trimestre del 2026 y comience a descender luego.

Allaria sostiene que Galicia quedó excesivamente castigado en precio y que, al depurar los efectos no recurrentes, el negocio central muestra resiliencia. El precio objetivo asciende a $15.000, casi el doble de la cotización actual.

BBVA Argentina (BBAR)

A diferencia del resto, BBVA logró cerrar el trimestre con ganancias por $38.071 millones, aun con un escenario adverso. La caída más fuerte vino desde el ORI, impactado por la baja en precios de bonos, pero el negocio bancario mostró un desempeño robusto.

Los préstamos crecieron 1,8% y los préstamos en dólares subieron más del 16%. La morosidad se mantiene contenida, con un NPL del 3,3% y cobertura del 100%. Además, los depósitos en pesos crecieron 7%, un dato distintivo frente al resto del sistema.

Con un ROE proyectado de entre 12% y 15% para 2026, Allaria reafirma su recomendación de compra, con un precio objetivo de $14.700.

Grupo Supervielle (SUPV)

Supervielle sufrió el peor impacto del trimestre, con una pérdida de $51.338 millones y un ROE de -21,5%. La entidad quedó atrapada entre el aumento del costo de fondeo, la migración de depósitos mayoristas hacia tasas más altas, menores ingresos por títulos públicos y un deterioro más marcado de la cartera minorista.

Sin embargo, el banco proyecta un giro significativo en 2026: espera crecer 30%–40% en préstamos y alcanzar un ROE de 12%, llegando al 15% en el cuarto trimestre del próximo año.

Para Allaria, SUPV es la apuesta más agresiva del sector, pero también la que ofrece mayor potencial de rebote. El precio objetivo se ubica en $6.400, casi un 80% por encima de los valores actuales.

Una oportunidad que emerge

El tercer trimestre dejó cicatrices profundas en los balances bancarios, pero también dejó precios deprimidos que no reflejan la recuperación que empezó a tomar forma desde octubre. Con tasas más bajas, encajes más flexibles, bonos en alza y un sistema financiero que vuelve a acomodar sus piezas, Allaria sostiene que Macro, Galicia, BBVA y Supervielle representan oportunidades de compra para quienes pueden tolerar la volatilidad de corto plazo.

En un año que estuvo atravesado por la incertidumbre política, la presión cambiaria y la corrección monetaria más agresiva en décadas, el sistema bancario argentino parece haber pasado lo peor.

Y para los inversores, ese punto de inflexión abre la puerta para mirar al sector con una óptica más constructiva, apoyada en valuaciones atractivas y en una mejora esperada en los resultados del 2026.

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