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¿El nuevo plan de Caputo garantizará un dólar calmo?: esta es la expectativa de la City

El nuevo esquema cambiario despierta optimismo en la City, pero analistas prevén presión al alza en enero por menor demanda de pesos
16/12/2025 - 11:00hs
¿El nuevo plan de Caputo garantizará un dólar calmo?: esta es la expectativa de la City

Finalmente, el Gobierno se animó a ajustar el esquema cambiario. La alineación de las bandas de flotación con el índice de inflación es muy bien recibida en la City. Tanto el Gobierno como los operadores confían en que los flujos de ingresos de dólares al mercado bastarán para mantener cierta estabilidad en el tipo de cambio, a pesar de que la suba del techo se aplicará precisamente en enero, mes en el que cae la demanda estacional de pesos.

Esto no quita que en algún momento el tipo de cambio pueda experimentar "algo" de presión alcista. No solo por el límite superior de la banda, que desde enero correrá más rápido por la aceleración de la inflación, sino también por las compras de reservas y la mencionada caída estacional en la demanda de pesos, aunque el Gobierno podría ir calibrando sus movimientos para evitar mayor presión, de acuerdo con Pablo Repetto, líder de research de Aurum.

Martín Genero, de Clave Bursátil, también advierte que a corto plazo podría haber cierta demanda de dólares para cobertura, lo que impulsaría al alza las cotizaciones de la divisa. Pero, según su análisis, el próximo año se perfila positivo para el mercado cambiario porque no habrá elecciones, el Gobierno tendrá mayor poder en el Congreso y habrá menores retenciones a las exportaciones del sector agro.

"Hay chances de que haya una pequeña aceleración en el precio del dólar, pero también puede ser neutralizada si el cambio de esquema logra mejorar expectativas y esto deriva en mayores ingresos de divisas. Además, el Banco Central aseguró que va a mantener su sesgo contractivo en la oferta monetaria, por lo que no deberíamos tener mayores sobresaltos en el tipo de cambio", coincide Andrés Reschini, director de F2 Soluciones Financieras.

Variables macroeconómicas favorecen la estabilidad cambiaria

El analista financiero Salvador Di Stefano tiene una mirada más optimista sobre la evolución del tipo de cambio tras el ajuste en el esquema: a pesar de la caída estacional en la demanda de pesos que se dará a mediados del próximo mes, desestima presiones cambiarias, gracias al superávit fiscal, ausencia de emisión monetaria, reducción de la deuda, llegada de dólares desde el exterior, buena cosecha y más exportaciones del sector energético.

"El mercado cambiario debería seguir relativamente calmo, aun con un eventual deslizamiento gradual de la cotización a partir del ajuste en el ritmo de actualización de las bandas de flotación. Creo que esta iniciativa, junto a la mayor acumulación de reservas, debería contribuir a extender la tónica positiva en el mercado financiero", concuerda su colega Gustavo Ber.

Ber también relativiza la caída estacional en la demanda de pesos que se aproxima. El analista le da mayor importancia a los flujos de ingresos de dólares que prevé, impulsados principalmente por las fuertes emisiones de títulos de deuda corporativa y provincial en moneda extranjera (sólo en noviembre, superaron los u$s4.000 millones), lo que podría contrarrestar un eventual incremento en la demanda privada de divisas por cobertura.

La City celebra el nuevo esquema cambiario

Repetto celebra el anuncio realizado ayer por el Banco Central. Considera lógico el ajuste en las bandas de flotación, que desde enero tendrán un mecanismo más "normal" que el actual. Afirma que era necesario aplicar este cambio porque el ritmo que se venía aplicando desde abril, con un avance de apenas 1% mensual (por debajo del índice de inflación), había quedado "desfasado" respecto al ritmo de los precios de la economía e "iba a traer problemas".

Para el analista Gastón Lentini, no es casual que el nuevo esquema arranque el 1 de enero: cree que el Gobierno tiene cerrado algún tipo de acuerdo con empresas o empresarios para que empiecen a volcar dólares a la economía real. Así, la idea final es siempre la misma: que haya actores que desembolsen divisas en la economía y, al mismo tiempo, sin grandes cambios en la cantidad de pesos en circulación.

Esto llevaría, resalta, a que la relación entre pesos y dólares en la economía produzca un escenario de mayor probabilidad de baja del tipo de cambio, en un contexto en el que abunden divisas. Es decir, "el público en general no tiene demasiados pesos para demandar dólares, por lo que si ingresan divisas, el BCRA primero podría ir comprando y hasta quizás bajar un poquito el tipo de cambio y alejarse así del techo de la banda, que es lo que más nervioso pone al mercado".

"Me parece una medida acertada y sana, ya que un ajuste en el esquema de bandas de flotación era necesario. Digo sana porque también aparece como mucho mejor que la especulación que existía en el mercado sobre un salto discreto en el tipo de cambio para atender a esas voces que decían que hacía falta una devaluación", destaca Lentini.

El equipo de research de IOL resalta que a través del ajuste en el esquema cambiario el Gobierno encara una de las preocupaciones de los inversores por la apreciación del techo de la banda, ya que corría apenas al 1% mensual, mientras el índice de inflación desde septiembre se mantiene por encima del 2%. Incluso, el último dato, correspondiente a noviembre, escaló hasta 2,5% mensual.

La buena expectativa de los inversores sobre el ajuste en el ritmo de actualización de las bandas cambiarias y la proyección de acumulación de reservas, de entre u$s10.000 millones y u$s17.000 millones para el próximo año, se reflejó en el comportamiento de los activos bursátiles al interior de la jornada: los títulos de deuda soberana en dólares, que operaban casi sin variación respecto al cierre anterior, reaccionaron con subas de hasta 1,7% tras la comunicación del Banco Central.

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