Brasil es el país de la región más afectado por el coronavirus. Sin dudas, se trata de la nación con mayor cantidad de casos y de fallecidos de toda Latinoamérica. Paradójicamente, es uno de los países que ha tomado menos medidas para disminuir el impacto en la situación sanitaria, supuestamente en favor de la economía.

La situación en el país es complicada y muchos de sus vecinos lo miran con preocupación, precisamente por la distancia que hay entre uno y otro y por los potenciales riesgos de expansión del virus cuando abran las fronteras.

Brasil es el tercer país con más casos

Al comienzo de la pandemia los países más afectados estaban en Europa y en Asia. Italia, España, China e Irán fueron, en algún momento, las naciones más golpeadas por esta nueva cepa de coronavirus.

Sin embargo, en poco tiempo el virus comenzó a expandirse por el mundo y empezaron a notarse las diferencias entre los países que tomaban medidas de cuidado y aislamiento y aquellos que no. Rápidamente la cantidad de casos comenzó a crecer en el último grupo y fue así como Estados Unidos y Brasil se posicionaron en el top 3 de este fatídico ranking.

Actualmente, el país carioca que limita con Argentina tiene más de 300 mil pacientes infectados -363.211- y detenta 22.666 fallecidos.

Por encima de Brasil solo se ubican Estados Unidos -con 1.647.741 casos- y Rusia -con 353.427-. De acuerdo al presidente Trump el país del norte tiene una alta cantidad de casos por el total de testeos que se realizan, pero a pesar del aumento no ha determinado un aislamiento obligatorio como sí se ha dado en otras naciones.

Bolsonaro autorizó la cloroquina como tratamiento

El pasado miércoles por la noche el Ministerio de Salud de Brasil emitió pautas para el tratamiento con cloroquina e hidroxicloroquina, para pacientes con casos leves bajo supervisión médica y con autorización del paciente y su familia.

Es importante tener en cuenta que la Organización Panamericana de la Salud dijo que "no hay ninguna prueba que indique recomendable la hidroxicloroquina para uso contra el COVID-19". La entidad dependiente de la Organización de Naciones Unidas (ONU) explicó que "el uso de esta en cada país es cuestión de una decisión de cada país".

Renunciaron dos ministros de salud

En casi un mes y con los contagios de covid-19 acelerándose, Brasil ha visto renunciar a dos ministros de Salud. Ambos se habían mostrado en desacuerdo con las políticas del presidente Jair Bolsonaro de combate a la pandemia.

Nelson Teich anunció el pasado viernes su dimisión a la cartera de Salud, cargo que había asumido el 16 de abril. En aquel momento, el primer mandatario había anunciado la remoción del anterior ministro Luiz Henrique Mandetta.

Bolsonaro y su último ministro de Salud

Teich, el segundo ministro que renunció, no explicó su renuncia a la prensa local. Sin embargo, había criticado un decreto de Bolsonaro que permitía la reapertura de gimnasios y salones de belleza.

Cabe mencionar que su predecesor también había criticado el manejo de Bolsonaro de la pandemia, quien se ha opuesto a las recomendaciones sanitarias que afectan la economía.

No hay acuerdos entre el gobierno nacional y los locales

Desde un primer momento el presidente Bolsonaro eligió ignorar las recomendaciones de los organismos internacionales, de los especialistas locales -incluidos sus propios ministros- y la conducta de otros países de la región. Fue así que nunca se decretó un aislamiento obligatorio para toda la población, ni tampoco se trabajó en conjunto con todos los gobiernos locales a lo largo y ancho del país.

Más allá de la actitud del Presidente, muchos gobernadores tomaron medidas de aislamiento social para tratar de "aplanar la curva" de infección en sus distritos y en todo el país.

La falta de sintonía y de acuerdo entre los gobiernos provinciales y el nacional ha generado -según han explicado algunos medios locales- confusión en la población y una sensación de incertidumbre desde todo punto de vista. La cantidad de fallecidos crece y el impacto en la economía también ha sido muy fuerte, independientemente de las medidas que el presidente Bolsonaro tomó.

Los aeropuertos están abiertos

A diferencia de lo que sucede en Argentina, la movilidad dentro del país está abierta, no hay restricciones tan fuertes. Según han informado diversos medios locales, los aeropuertos que operan con vuelos internos están funcionando, aunque la circulación ha disminuido.

Los aeropuertos están abiertos en Brasil

No están restringidos los traslados de un estado a otro y las salidas del país están bloqueadas pero simplemente porque la mayoría de los países tienen sus fronteras cerradas, no por determinación de Bolsonaro.