Mientras los funcionarios analizan medidas para frenar la escalada del dólar, el mercado ya da por hecho que habrá un endurecimiento del cepo cambiario, aunque hay diferencias sobre si será sólo con cupos a los pagos con tarjetas en el exterior, el turismo y menos dólar ahorro, o también apretarán más las importaciones, con consecuencias en la actividad y en la suba de la inflación.

Sobre la posibilidad de que las medidas que tome el Gobierno puedan frenar el dólar blue y los financieros, Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, opinó que puede ser que lo que queda de esta semana, pero no más allá.

"En algún momento, podrían haber conseguido una semana de calma, pero ahora no, en el corto plazo salta más la brecha y todo el segundo semestre va a ser muy movido en el mercado cambiario", pronosticó.

"Los dólares se les están yendo por lo transaccional, la energía y los subsidios, y el campo y los transables venden lento la producción porque el esquema y las expectativas favorecen que se así. Y si endureces el cepo, va a haber más brecha y van a subir los dólares paralelos", explicó.

"Los activos que ajustan por inflación ya no van a atraer pesos, y éstos van a presionar sobre el dólar. Además, viene mucha emisión que no estuvo en el primer semestre, y el segundo semestre va a ser más movido respecto de la cotización", indicó.

El Gobierno está en una encerrona y tendrá que endurecer el cepo

El cepo a la tarjeta, el turismo y el dólar ahorro

Con respecto a las restricciones cambiarias, Rodolfo Santángelo, director de la consultora Macroview, reconoció que el Gobierno está frente a un gran problema y está buscando soluciones de urgencia.

Miguel Kiguel, de la consultora Econviews, comentó las expectativas en el mercado de que el Gobierno establezca límites a los pagos en dólares con tarjeta o al turismo, y que permita menos dólar ahorro. "Esto no aportaría mucho, pero algo chiquito ya es algo en la situación actual", aseguró.

También para Caamaño, "con los problemas que tienen y su forma de pensar, la salida va a ser limitar consumos en el exterior con la tarjeta, es probable. Es una encerrona. No tienen otra cosa para hacer. Lo único que les queda es aguantar y endurecer el cepo".

"Es de esperar que las medidas incluyan endurecer el cepo, se metan con la tarjetería y los consumos en el exterior, y después con importaciones de bienes e insumos", añadió.

Kiguel reconoció que la situación del dólar es delicada, porque las reservas netas con la ayuda del FMI eran u$s4.300 millones y hoy son u$s3.700 millones, contando que hoy el Banco Central perdió otros $140 millones.

"Es un número chico, y el segundo trimestre es el mejor, donde se acumulan más reservas. Este año las exportaciones del complejo sojero aceitero fueron de las más altas que los últimos años y no alcanzó por la importación de gas", comentó.

Los importadores, el nivel de actividad y la inflación

El mes pasado, las importaciones marcaron un récord de $6.880 millones, pero el 75% de eso son máquinas, partes para maquinarias e insumos para la producción, puntualizó Caamaño, y alertó que afectar más las compras al exterior va a frenar la actividad y alimentar la inflación.

Karina Castellanos, del estudio Lisicki, Litvin & Asoc, sostuvo que con el sistema de las declaraciones anticipadas de importación SIMIS, todos los vencimientos se postergaron 180 días y se pasaron al segundo semestre.

Si no hay inyección de divisas por exportaciones demoradas, por ejemplo, nadie niega que pueda haber más cepo a las importaciones, consideró, y anticipó "prórrogas, demoras, bancos que no contestan, que piden documentación. Más de lo mismo".

Con el dólar barato para las importaciones y que para los exportadores no cubren los costos, los operadores están tentados a comprar y no quieren vender, explicó.

Sin embargo, para Kiguel, la situación con las importaciones es la más complicada, y ahí van a pelear los actores, las cámaras van a hacer lobby en contra de que haya más cepo. "No hay financiamiento en pesos, tienen demasiados frentes", enfatizó.

"Con esta brecha cambiaria, por más cepo que establezcan, es un colador. La gente que le encuentra la vuelta, y si se endurece más, hay faltante de producto, la producción sufre", remató.

Endurecer el cepo afecta la actividad económica y alimenta la inflación

La actividad y la inflación, en la picota

Santángelo sostuvo que, si se suman más restricciones cambiarias que afecten las importaciones, la actividad se frenaría a 1% del PBI en todo el año.

Kiguel aseguró en que "la actividad se está frenando, y más cepo es freno a la actividad y más inflación, porque cuando no hay productos, se ajusta por precios. Y el Gobierno quiere menos inflación y más actividad".

"Trabar más de lo que están las importaciones va a resignar actividad porque va a impedir compra de insumos. Depende de cuan fuertes sean esas restricciones, peor va a caer la actividad y vas a alimentar los precios, porque ante la falta, sube, que es lo que pasó con los autos, que aumentaron los nuevos y los usados", coincidió Caamaño.

"Que el BCRA pueda comprar algo, lo pagará así con menos actividad y más inflación. Además, se viene mucha emisión en el segundo semestre por el déficit y porque ya no estarán los dólares del agro", consideró.

La falta de plan económica, el eje del problema

"Hay un problema y el Gobierno busca una solución de urgencia, pero el verdadero problema está en la economía en general, y eso es lo que hay que solucionar, porque este semestre hubo récord de exportaciones y de restricciones cambiarias, y no queda nada", dijo Santángelo.

Para Kiguel, pensar en sostener las reservas con cepo un año y medio que le queda al Gobierno es "quijotesco. Van a ir por ese camino, pero difícilmente resulte bien, salvo que tengan mucha suerte".

"Argentina viene teniendo los mejores términos de intercambio, mejores que los que tuvo mejores Néstor Kirchner, y eso les permitió sobrevivir. Pero es una apuesta enorme creer que todo va a seguir así, es sumamente riesgoso", subrayó.

"Estás decidiendo de qué van a morir, porque vienen meses complicados hasta marzo del año no viene ningún anclaje desde la política, cuando recién se podrá saber quiénes son los candidatos para las elecciones, qué proponen", advirtió Caamaño.

"El Gobierno está desgastado, sin credibilidad, con una crisis hacia dentro, y a la oposición le falta ordenarse, muchas cabecitas con discursos dispersas e intención de voto dispersa", analizó.