Cepo importador: cómo la compra de acciones por la casa matriz puede salvar a la empresa
La brecha cambiaria hace que las deudas en dólares inflen el Impuesto a las Ganancias que tienen que pagar las empresas, y el cepo impide el pago de importaciones o regalías. Pero, un aporte de capital de la casa matriz siempre se considera pérdida y permite revertir ese efecto.
"El ajuste por inflación anual afecta a los activos y pasivos, por lo que las deudas comerciales al 31 de diciembre estarán expuestas al ajuste por inflación impositivo 2023 de punta a punta, sin importar si logran cancelarse en el transcurso del año", explicó Leonardo Fernández, socio gerente de FLJ Consultores.
"Esto implicará que, si la inflación supera en 2023 a la devaluación del tipo de cambio oficial, como sucedió en 2022, una empresa endeuda con el exterior por compra de bienes generará una ganancia fiscal por el mero hecho de estar endeudada", indicó.
Capitalización: una posible solución a la burbuja cambiaria
"Una oportunidad que puede analizarse desde la óptica fiscal es la capitalización de esta deuda en 2023, preferentemente lo más rápido posible", precisó Fernández.
La capitalización resuelve la ganancia ficticia de la diferencia cambiaria porque la Ley de Impuesto a las Ganancias establece que son un ajuste negativo (pérdida) los aportes de capital de cualquier origen y naturaleza, remarcó.
De este modo, si una empresa recibe capital (con fondos o capitalizando deuda), desde el aporte hasta el 31 de diciembre 2023 genera una deducción en el ajuste por inflación, afirmó.
Al generar un acta de capitalización en marzo, la empresa utilizará el IPC de ese mes y el de diciembre 2023 para determinar la pérdida deducible por la capitalización, sostuvo.
Pros y contras de la capitalización de empresas
Esta capitalización no tiene impacto fiscal en una empresa del exterior, pero la obliga a hundir capital en Argentina, que será de difícil repatriación, recordó Fernández.
Sin perjuicio de ello, muchas empresas evalúan que, en el contexto actual, es difícil el pago de las deudas a empresas vinculadas del exterior y es preferible este efecto cambiario – societario, antes que perderse una deducción fiscal en contextos de alta inflación, consideró.
En efecto, esos fondos actualmente están retenidos en Argentina y es complejo el panorama que se presenta para poder afirmar cuándo el Gobierno permitirá el giro de divisas, recordó.
Cómo usar la capitalización en caso de grupos empresarios locales
1. Deudas por acciones
Este escenario puede ser interesantes aún en grupos económicos locales, cuando el accionista es una empresa con grandes pérdidas, manifestó Fernández.
Quien capitaliza está obteniendo un ajuste positivo en el ajuste por inflación fiscal, porque recibe acciones, subrayó, y aclaró que esa empresa canjea un crédito expuesto al ajuste por inflación por un activo no expuesto (acciones), por lo que tiene el efecto contrario a la empresa que capitaliza un pasivo.
2. Regalías por acciones
Cuando la compañía tiene deudas por know how, es posible capitalizar deudas por servicios con el exterior recibidos por parte de sus casas matrices, dijo Fernández.
Por la ley, estos cargos no pueden ser deducidos por las filiales argentinas hasta que se paguen, algo prohibido por el cepo, pero esto tampoco incide en el ajuste por inflación porque son pasivos que no están expuestos. Es decir, como el cargo no fue deducido, el pasivo no se expone al ajuste por inflación, indicó.
No obstante, es altamente probable que la casa matriz tributó por estos servicios facturados y la filial argentina no pudo computar el gasto, no porque no quiso pagar, sino porque no la dejaron, explicó.
La capitalización es considerada "Pago" desde la óptica fiscal y capitalizando se obtiene doble deducción – la deducción por el cargo del servicio – y la pérdida derivada del aumento de capital conforme lo dispuesto por el mecanismo del ajuste por inflación, enfatizó.
Qué consecuencia tiene la capitalización para la casa matriz
Esta capitalización, como es considerada "Pago", genera la obligación de ingresar la retención de Impuesto a las Ganancias prevista para beneficiarios del exterior, recordó Fernández.
Pero, muchas veces, el cargo del impuesto es con países donde Argentina firmó tratados para evitar la doble imposición, y la tasa ronda entre el 10% y 12% en promedio, consideró.
Es decir, en una empresa grande, se goza de la deducción a tasas del 35%, se genera una pérdida adicional en el ajuste por inflación impositivo por la capitalización y es probable que el país receptor pueda acreditar esta retención reducida contra sus impuestos, concluyó Fernández.