Amnistía para los dólares en negro: 6 desafíos del decreto de Milei para tentar a ahorristas
Con el objetivo de incentivar el uso de los dólares que actualmente se encuentran fuera del sistema financiero, el Poder Ejecutivo está evaluando la posibilidad de implementar un nuevo "blanqueo", que saldría por decreto. Pero para que no tenga costos ni penalidades, debe salvar escollos, así como para que tenga seguridad jurídica ante un cambio de gobierno y en las provincias.
Los 6 peligros que atentan contra el éxito del decreto
Una de las opciones es la figura de regularización espontánea contemplada en el artículo 113 de la Ley de Procedimiento Tributario. Pero, aunque este mecanismo representa una opción para el Gobierno, a diferencia de un régimen de regularización establecido por ley, no exime del pago de los impuestos omitidos, aunque podría prever la exención de las sanciones correspondientes, opina Francisco Pugliese, gerente de Impuestos de La Vista Casal, y enumera los siguientes peligros:
Finalmente, es importante destacar que es conveniente que este tipo de amnistías fiscales sean objeto de debate en el Congreso, con el fin de ampliar los beneficios del blanqueo, tal como ocurrió con los regímenes de regularización anteriores. Esto responde a las implicancias negativas que podría acarrear para quienes decidan regularizar sus dólares no declarados, afirma Pugliese.
¿La espontaneidad es sinónimo de gratuidad?
El artículo 113 de la Ley de Procedimiento Fiscal, incluso cuando se aplica de manera generalizada vía decreto, no exime del pago del tributo omitido ni de los intereses resarcitorios, afirman Gilberto e Ignacio Santamaría, del Estudio Santamaría & Asoc.
Si bien prevé la condonación de sanciones por infracciones formales y materiales, el componente económico sigue siendo significativo. La espontaneidad, en rigor, neutraliza el reproche subjetivo y libera de multas, pero no elimina el carácter resarcitorio del interés, que responde a la lógica de un daño económico al Estado, sostienen.
Por ende, aun cuando se activara un régimen de regularización basado en la presentación espontánea, los contribuyentes que exterioricen capitales deberán abonar el capital de impuestos omitido más los intereses, lo que podría representar una carga financiera sustancial. No es, bajo ninguna interpretación, una "amnistía gratuita", aseguran.
El intento de utilizar una norma de procedimiento para recrear los efectos económicos y jurídicos de una ley formal de exteriorización no resiste un análisis integral. La presentación espontánea puede ser útil en contextos individuales y acotados, pero no constituye un sustituto válido –ni legítimo– para un régimen de amnistía fiscal, advierten.
Mucho menos si ya existe una ley con efectos excluyentes vigentes hasta 2038, como el blanqueo hoy vigente, recuerdan.
El Poder Ejecutivo puede buscar atajos normativos, pero la confianza fiscal se construye con reglas claras, no con esquemas interpretativos de alta incertidumbre jurídica. La eventual "regularización espontánea" tendrá un costo elevado, no garantiza inmunidad penal y, lo que es más grave, podría generar más inseguridad tributaria que soluciones estructurales, concluyen los expertos.
El decreto que firmará en las próximas horas el presidente Javier Milei deberá sortear dificultades que hacen a la seguridad jurídica en lo nacional y lo provincial para que los dólares quieran salir del colchón.