Descubrí las estrategias secretos que usan los expertos para evitar la inestabilidad del mercado estadounidense
En el mundo de las inversiones, muchos creen que basta con seguir lo que pasa en Estados Unidos. No es raro: el índice S&P 500 reúne a las 500 compañías más grandes del país y su ETF más famoso, el SPY, se transformó en un clásico para millones de personas en todo el planeta. Pero apostar todo ahí tiene un problema: si la economía norteamericana sufre un tropiezo, tu cartera también.
Un ETF (Exchange-Traded Fund) es, en lenguaje simple, una "canasta" de acciones que se compra y vende como si fuera una acción: te da acceso a muchas empresas con una sola operación.
Por eso muchos gestores y fondos grandes están añadiendo alternativas fuera de Estados Unidos. No se trata de abandonar Wall Street, sino de sumar otras regiones que funcionan diferente y pueden amortiguar golpes.
¿Por qué no confiar solo en el SPY?
Concentrar tu dinero en un solo mercado es cómodo, pero peligroso: si ese mercado sufre, los efectos se sienten en toda la cartera. El S&P 500 agrupa empresas enormes, pero eso no lo vuelve invulnerable a tensiones políticas, subas de tasas o correcciones.
Los ciclos económicos no son iguales en todas partes. Mientras Estados Unidos puede atravesar una pausa, Europa o Asia podrían estar en expansión; así, sumar exposición global ayuda a suavizar el recorrido.
Además, una cartera diversificada reduce la dependencia de un solo "motor" de crecimiento: si uno falla, otros pueden sostener las pérdidas. Es la idea básica detrás de la frase popular: "no pongas todos los huevos en la misma canasta".
La buena noticia: no hace falta saberlo todo para diversificar. Hay instrumentos sencillos, los ETF, que te permiten hacerlo con pocos clics.
Los 3 ETF que usan los grandes fondos
Los fondos que buscan cobertura y variedad suelen mirar tres ETF específicos: uno centrado en Europa, otro que cubre mercados desarrollados fuera de EE. UU. y uno que excluye explícitamente a Norteamérica. En conjunto, ofrecen una exposición amplia sin depender del SPY.
1. iShares Core MSCI Europe (IEUR)
Este ETF pone el foco en empresas europeas consolidadas: nombres como SAP, ASML, AstraZeneca o Roche aparecen entre sus principales papeles. En su composición destacan:
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Servicios financieros: 22%
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Industriales: 20%
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Tecnología: 9%
Es una forma de apostar por la estabilidad y la tradición industrial y sanitaria de Europa.
2. Vanguard FTSE Developed Markets (VEA)
Este fondo es mucho más amplio: incluye cerca de 3.960 empresas de economías desarrolladas fuera de EE. UU.. Entre sus principales compañías se encuentran grandes multinacionales como SAP, ASML y Samsung.
Sus sectores dominantes son:
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Financieros: ~23%
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Industriales: ~19%
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Tecnología: ~10%
VEA ofrece gran dispersión: al repartir la inversión en miles de empresas, reduce el impacto de un problema puntual.
3. iShares MSCI EAFE (EFA)
EFA excluye a Estados Unidos y Canadá y concentra su apuesta en Europa, Australia y el Lejano Oriente. Sus mayores pesos suelen coincidir con los de VEA, aunque con diferencias:
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Salud: ~11%
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Tecnología: ~9%
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Financieros: ~23%
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Industriales: ~19%
Es la opción "pura" para quien quiere exposición desarrollada sin Norteamérica.
Mitos que confunden a los inversores
Mito 1: "Invertir afuera es automáticamente más riesgoso." No es lo mismo mercados desarrollados que emergentes. IEUR, VEA y EFA apuntan a economías sólidas, con empresas consolidadas y marcos regulatorios previsibles.
Mito 2: "Si no es el SPY, va a rendir menos." El SPY tuvo una década excepcional, aunque los ciclos cambian. La diversificación no busca ganar más, sino evitar depender de un solo mercado en el largo plazo.
Mito 3: "Es complicado comprar afuera." Hoy no: comprar un ETF es tan simple como comprar una acción desde la mayoría de las apps o brokers. La verdadera decisión es cuánto peso darle en la cartera.
Si te quedás con algo: estos instrumentos permiten acceder a otras economías sin grandes complicaciones.
Cómo incorporarlos sin volverte loco
Primero, pregúntate qué objetivo buscás: ¿Protección, diversificación u oportunidades fuera de EE. UU.? Esa respuesta guía cuánto peso darles en la cartera.
Una forma práctica es empezar con una porción pequeña y cómoda y luego ajustar según:
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tu perfil de riesgo
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la evolución del mercado
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el rendimiento relativo de cada zona
Para comprar, buscá los tickers en tu app o broker:
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IEUR
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VEA
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EFA
Compará comisiones, spreads y el expense ratio del ETF, porque cada costo impacta a largo plazo. Finalmente, reequilibrá periódicamente: si algo sube demasiado y otra parte se queda atrás, se puede volver al plan inicial. Esa disciplina ayuda a comprar barato y vender caro.
Mirar el largo plazo, no la foto del día
La ventaja principal de diversificar geográficamente se nota en décadas, no en semanas. Las noticias generan ruido, pero el tiempo filtra la volatilidad.
Los grandes fondos piensan en cómo proteger capital y sostener el crecimiento a lo largo de los años. Esa lógica, aplicada con paciencia por un inversor individual, suele superar las apuestas a corto plazo.
Si ya tenés una posición mayoritaria en SPY, es válido preguntarse si querés que siga siendo así para siempre o si preferís reducir la dependencia de un solo mercado. Incluso sumar uno de estos tres ETF puede cambiar significativamente la estabilidad de tu cartera.
No se trata de abandonar EE. UU., sino de abrir el mapa. Incluir IEUR, VEA o EFA puede ser el primer paso para que tu inversión respire con menos tensión cuando las noticias se complican.