Causa Cuadernos: el financista Ernesto Clarens habló de una "bóveda con dinero" en El Calafate

El juicio por los cuadernos de las coimas continúa en el Tribunal Oral Federal N°7, que desarrolla su novena audiencia con la extensa lectura de las imputaciones realizadas por la fiscalía.

Luego de repasar los pedidos de elevación a juicio de la causa principal redactados por el fiscal Carlos Stornelli en 2019 -un documento de casi 800 páginas y más de 230 mil palabras, cuya lectura tomó siete audiencias-, los cuatro secretarios avanzan ahora sobre uno de los expedientes paralelos. Ese tramo del proceso aborda la investigación sobre la cartelización de la obra pública, conocida en Comodoro Py como "La Camarita".

El expediente sobre la cartelización

Este expediente, que reúne 52 imputados, se concentra en el funcionamiento de la Cámara Argentina de Empresas Viales. Allí aparecen figuras como el financista Ernest Clarens, el empresario Carlos Wagner —el único acusado de integrar la presunta asociación ilícita que habrían encabezado Cristina Fernández de Kirchner, Julio De Vido y José López—, y el propio López, ex secretario de Obras Públicas. Según la acusación, se investigan maniobras para obtener coimas vinculadas al reparto de obras públicas con retornos de entre 3% y 20%.

En este tramo, la fiscalía sostiene que Clarens actuaba como "interpósita persona" para recolectar dinero de empresarios y entregarlo a la conducción política. Tanto Clarens, Wagner como López declararon como arrepentidos, aportando detalles sobre la dinámica del esquema.

De acuerdo con Stornelli, Clarens —descripto como un histórico operador político en Santa Cruz— acercaba los fondos a la cúpula del Ministerio de Planificación. En el expediente, CFK aparece señalada por 175 supuestos pagos, al igual que De Vido y López. También están imputados otros ex funcionarios del área, como Nelson Periotti. Entre los empresarios, sobresalen Aldo Benito Roggio y Ángelo Calcaterra.

El pedido de elevación de este expediente paralelo también es extenso: 420 páginas. La última audiencia avanzó hasta la página 119 tras cuatro horas de lectura, dedicadas exclusivamente a enumerar cada presunto pago recibido.

En este caso, las anotaciones de Oscar Centeno no forman parte del análisis, y Roberto Baratta, ex secretario de Gestión de De Vido, no está imputado en este tramo. La lectura seguirá con una lista de 535 elementos de prueba, entre informes periciales, declaraciones indagatorias y testimonios. Más adelante se presentarán los descargos. CFK y De Vido rechazaron previamente las acusaciones, y la expresidenta calificó el caso como una "movida judicial". López, en cambio, declaró como imputado colaborador.

El financista habló de "una bóveda en el subsuelo de la casa de Kirchner en El Calafate"

En su declaración, Clarens recordó charlas que mantuvo con Daniel Muñoz, con quien fue a la Bombonera. El fallecido secretario de Néstor Kirchner, acusado principal en la trama de lavado del caso, le relataba cómo el ex presidente lo maltrataba. Consideraba a CFK "peor que Néstor, una araña".

Luego, sumó una escena increíble. "Deseo agregar que Muñoz siempre me mencionó que todo este efectivo estaba en archivos metálicos que se encontraban dentro de una bóveda en el subsuelo de la casa del matrimonio Kirchner en El Calafate, donde había un olor a tinta muy importante. Muñoz me comentó que el dinero era trasportado los días viernes en aviones oficiales que salían de aeroparque del sector militar y aterrizaban en el aeropuerto de Rio Gallegos, o bien en El Calafate, el destino final del dinero siempre era El Calafate", sostuvo.

"Me comentó Muñoz a modo de anécdota que una vez habían juntado tanta plata que tuvieron que entrar los bolsos por la cocina de la casa del Calafate en presencia de los cocineros y de los empleados de la casa. Lázaro Báez en un momento me consultó que hacer con el dinero y yo le dije que comprara activos. De repente supe que compró, a modo de ejemplo, restaurantes, estaciones de servicio, agencia de turismo, campos. Estas compras no las registraba en la contabilidad, y creo que estas operaciones no las hacía con dinero propio, si no con dinero del matrimonio Kirchner".

"Llegué a pensar que tal vez la plata se la habían llevado a Venezuela, o está enterrada, no lo sé es un misterio. Se decía que los billetes con lo que pagaba Baez estaban húmedos. Báez decía que Néstor Kirchner era como Rico Mc Pato, por lo mucho que le gustaba el dinero en efectivo. Nadie nunca del círculo de los Kirchner me vino a plantear de llevar la plata al exterior, Baéz tampoco lo quería", sostuvo Clarens.

La confesión de José López

En el inicio de la audiencia se leyó la declaración aportada por José López en 2018, la primera prueba relevante del día. Allí sostuvo: "Todos los meses, con la información de los certificados de obra que me entregaban los directivos de la DNV, y con el cupo presupuestario o monto disponible para pagar ese mes a las empresas que lo fijaba Roberto Baratta y el ministro De Vido, yo desarrollaba en forma proporcional el listado que le correspondía cobrar a cada empresa".

"Ese listado era entregado a la Presidenta y a Julio De Vido. Ese listado no tenía ningún nivel de decisión de mi parte, era hecho con los datos de Vialidad y con los datos del presupuesto de Planificación. Era un listado objetivo, yo no decidía nada. Lo entregaba a ambos para su aprobación".

"Ese listado se lo daba a De Vido y la Presidenta para que lo aprueben. Era requerido todos lo meses por Cristina y de Vido, y se los entregaba en mano y en papel, a cada uno por su lado. La presidenta fijaba los montos que debían cobrar básicamente Austral, CPC, Electroingeniería y JCR y lo que sobraba se repartía en forma proporcional con el resto de las empresas. Si había que ajustar de acuerdo a lo que debían cobrar esas cuatro empresas, se hacía y lo que sobraba se repartía en forma proporcional con el resto", siguió.

Según López, este mecanismo se mantuvo entre 2011 y 2015. Al detallar el rol de De Vido en las supuestas maniobras, afirmó: "Si el destinatario final era De Vido, Clarens se lo entregaba a Nivello", o Germán Ariel Nivello, imputado en la causa y presente en el juicio. Nivello me lo llevaba a mí a mi oficina en Hipólito Yrigoyen y yo, como tenía la oficina al lado de la de De Vido, se lo llevaba y lo dejaba en el baño. Eran carpetas que contenían sobres con montos que oscilaban entre 100 y 300 mil dólares. Quien definía si cobraba Baratta o De Vido, era Baratta. Yo no sé dónde le entregaba la plata Clarens a Nivello. Nivello cuando me entregaba a mí, lo hacía en mi oficina".

El ex superministro "estaba presente y me decía ‘pasá’, y se lo dejaba en el baño. Luego manteníamos una reunión en el escritorio. En el baño se dejaba sobre el lavabo o sobre la tapa del bidet. De Vido cuando necesitaba plata en época electoral nos pedía a Baratta y a mí que recaudáramos. Yo le decía a Clarens y él hacía de cobrador y llamaba a las empresas", continuó. Luego, señaló a Carlos Wagner como el creador de "La Camarita".  El sistema, aseguró, continuó luego de la muerte de Néstor Kirchner.