Días atrás el IMD World Competitiveness Center (o Centro Mundial de la Competitividad) con sede en Suiza y Singapur, publicó los resultados de la última edición de su Ranking Mundial de Talento.

En esta clasificación, tanto la Argentina como otros países latinoamericanos, figuran históricamente de mitad de tabla hacia abajo, y son ampliamente superados por la valoración que este organismo hace de los recursos humanos de mercados europeos y asiáticos.

De los latinoamericanos, Venezuela fue la que quedó en último puesto (63), mientras que México (61) y Colombia (60) perdieron cinco posiciones cada una desde el año pasado.

Tampoco hubo buenas noticias para Brasil, que cayó seis lugares, al escalón 58.

Al evaluar esa situación, el IMD destacó que "estas economías están luchando para desarrollar y retener el talento. Venezela, México, Colombia y Brasil, comparten asuntos relacionados a la fuga de cerebros, en conjunto con un bajo nivel de inversión en educación".

Diferente fue el caso de Perú, que al escalar cinco espacios se ubicó en el puesto 57, y la Argentina terminó en el 50, tres lugares más arriba que en 2017.

Sin embargo, una vez más fue Chile el país de la región que se posicionó mejor: subió un puesto y quedó en el 43°.

 

Es la quinta edición del Ranking Mundial de Talento de IMD, que evalúa a las 63 naciones en tres factores:

- Inversión y desarrollo

- Atractivo para el talento

- Preparación

Estas tres categorías, aclara la entidad, incluyen la evaluación de una multitud de factores, que varian desde la educación, la posibilidad de prácticas, entrenamiento en el lugar de trabajo, costo de vida, habilidades del lenguaje, etc.

En ese marco, Suiza se quedó por quinta vez consecutiva con el puesto número uno como "hub de talento". Ese país rankea cuarto en cuanto a inversión y desarrollo, primero en atractivo y preparación.

Dinamarca volvió a quedar en segundo lugar, y Noruega avanzó cuatro posiciones desde el año pasado y se ubicó en el "top 3".